Lamentos de una (ex) magistrada de Colima

POR Jorge Octavio González

María Elena Díaz Rivera lanzó una serie de acusaciones temerarias en contra del magistrado José Luis Puente Anguiano que, sin embargo, nunca acompañó de pruebas como la abogada que dice ser.

En un escrito en sus redes sociales, pésimamente redactado como las resoluciones que hizo en el Tribunal Electoral del Estado, la ex presidenta señaló que durante su gestión trabajó de manera honesta y con compromiso democrático.

“Cerré un amplio período de esfuerzo y compromiso democrático con la plena satisfacción del deber cumplido, que de manera incansable garantizó el respeto y la protección, a la decisión que tomaron los ciudadanos a través de su voto, para dar a Colima a quienes hoy ya representan el Congreso del Estado y los 10 Honorables Ayuntamientos Municipales”, se auto elogió.

Si así hubiera sido, sin embargo, todas sus resoluciones hubieran sido refrendadas por las salas regionales de Toluca y Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación: ella, como magistrada presidenta, cumplió a cabalidad las órdenes de sus verdaderos jefes, la mafia conformada por el PRI y el PAN, para dejar en el camino a Viridiana Valencia Vargas y a la candidata de MC para beneficiar al candidato de los corruptos, Riult Rivera Gutiérrez.

Tan burdos se vieron en el TEE que, aun cuando había una denuncia penal en la Fiscalía General del Estado de Colima “por violencia intrafamiliar y lo que resulte” y una demanda por alimentos en el Poder Judicial de Aguascalientes, ninguna autoridad electoral se dio cuenta de ello, ni siquiera en el Instituto Electoral del Estado de Colima, como para haberle retirado la candidatura al hoy presidente municipal de la capital. ¿Más pruebas de la colusión entre la magistrada y los mafiosos del PRIAN?

La ex presidenta del TEE añadió: “escudándose el Magistrado (José Luis Puente) en autoridades del Estado, he recibido amenazas y advertencias intimidatorias sin fundamento alguno”, lanzando la acusación, como ella misma lo dijo, sin fundamento ni prueba alguna de que así haya ocurrido.

Otra acusación temeraria, digna más de un perfil como Arturo Díaz, el hijo predilecto del sanguinario y criminal Jesús Antonio Sam López en la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, es la siguiente: “el tiene gente de Tecalitlán y Pihuamo para proceder e increpar en mi persona y familia y agrega que no se ensuciará las manos para hacerlo sino que vendrán estas personas a realizar el trabajo y callarme”.

Al margen de la pésima redacción, una vergüenza para alguien que presume de estudios y conocimiento, en ningún momento presenta pruebas de que José Luis Puente le haya dicho que tiene gente dedicada al crimen organizado que harán el trabajo sucio para callarla.

Paranoia pura.

Y una última: “para que se le aplique la ley (a José Luis Puente) si me llegara a suceder eventos lamentables a mi persona o, familia”.

Da pena ajena, más que vergüenza, citar a una persona que tuvo la responsabilidad de ser magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Estado y que dictó resoluciones que, sobre todo las más importantes, fueron rechazadas por los tribunales federales. Qué feo escribe.

La parte final de su escrito, en donde deja advertir que el magistrado Puente Anguiano sería el responsable si algo le llegara a suceder a Díaz Rivera, de nueva cuenta es lanzada con total irresponsabilidad y cinismo.

José Luis Puente Anguiano puede ser un sujeto un tanto torpe y a veces distraído, pero no llega a los niveles de perversidad y maldad de Arturo Díaz Rivera, uno de los peores funcionarios que tuvo la Procuraduría General de Justicia del Estado, favorito del criminal y sanguinario Jesús Antonio Sam López.

María Elena Díaz Rivera, con el escándalo de las supuestas amenazas en su contra, sólo pretende generar una crisis al interior del Tribunal Electoral del Estado.

Quién sabe para qué.

¿O lo único que quiere es su dinero?