POR José Luis Santana Ochoa
La consejera presidente del Instituto Electoral de Colima, María Elena Adriana Ruiz Visfocri, ve la escasez de recursos financieros en las arcas del organismo donde nomás su ley de Herodes impera, y no se hinca. Le vale un comino la austeridad republicana, la justa medianía y la renovación moral de la sociedad que a diario predica el mesías tabasqueño. Su voracidad por el dinero fácil no tiene límites. A ella sus timbres y que Colima ruede cuesta abajo en su 4trera desgracia. Sin embargo, no es la única de culpar sino quienes la impusieron en el cargo sin investigar su negro historial.
Y es que, si bien las remuneraciones de las y los consejeros electorales del IEE Colima, por mandato de Ley, se determinan en salarios mínimos, que la Comisión Nacional respectiva incrementó en un 20% para este año 2024 en curso respecto del inmediato anterior 2023, aplicar a rajatabla este porcentaje le costaría al pueblo bueno y aguantador de Colima un ojo de la cara, pues la Presidente se embolsaría mensualmente $ 60, 678.00 mensuales más para un total de $ 224, 037.00; el Secretario Ejecutivo $ 33,710.00 llegando a $136, 911.50 y el resto de los consejeros $ 37, 081.00 para dar $ 124, 465.00.
El desproporcionado nuevo sueldo nominal de $ 224, 037.00 que exige a toda costa cobrar María Elena Adriana, es muy superior a los 174 mil 26 pesos que gana el Presidente de la República, así alegue que ella no recibe extras como él en su Palacio Virreinal, y que, de aplicarse como ella pretende, agotaría los recursos financieros del presupuesto anual del Instituto en septiembre próximo, pero si se impone la prudencia y el buen juicio de algunos de los consejeros que se oponen a que la Visfocri se sirva con la cuchara grande, calculan, podría alcanzar para dos o tres meses más.
Ante el alma monetizada de la Visfocri, resulta plausible, por consciente y realista, la postura asumida por algunos consejeros de continuar recibiendo en este año 2024 los mismos sueldos del año 2023 anterior, para así asegurarles sus salarios al personal de apoyo y la operatividad y la buena marcha del Instituto en pleno proceso electoral, pero la ambiciosa e insaciable Presidente del Consejo General del Instituto Electoral del Estado, María Elena Adriana Ruiz Visfocri, no sólo no da su brazo a torcer, sino que amenaza a diestra y siniestra con recurrir a todas las instancias legales habidas y por haber, para recibir a como dé lugar mensualmente su sueldo legal pero a todas luces inmoral , de $ 224, 037.00.
La pasividad de los representantes de los partidos políticos en el Consejo General del IEE Colima ante los excesos y abusos de Ruiz Visfocri, por un lado; y por otro, la permisividad e indiferencia del Instituto Nacional Electoral que la impuso donde está, explican que la mujer siga en el cargo a pesar de los pesares, incluido su nepotismo laboral.
EL ACABO
Porque el IEE Colima es un organismo de interés público, y los desplantes de quien preside su Consejo General pueden trastocar el proceso electoral en marcha, ante que haga más daño, deben regresar a los corrales a María Elena Adriana Ruiz Visfocri cuyos antecedentes como funcionaria electoral no son nada encomiables. ¿O sí?
Nada personal en contra de Doña María Elena Adriana, mucho menos a favor, pero de que ha sido perniciosa para el libre y legal juego democrático en Colima, no hay duda alguna. ¿O sí?
Atinado nombramiento como Secretaria del H. Ayuntamiento de Villa de Álvarez, a propuesta de la alcaldesa Esther Gutiérrez Andrade aprobada por votación unánime de los integrantes del Cabildo, de Lizet Rodríguez Soriano, quien venía Desempeñándose como Directora del Dif Municipal.