POR Jorge Octavio González
El fin de semana trascendió una supuesta resolución del Tribunal de Justicia Administrativa en la que, entre otras cosas, se absuelve a Virgilio Mendoza Amescua y a Gaby Benavides del uso de una tarjeta de crédito ilimitada que utilizó el ex alcalde de Manzanillo durante su gestión y los tres años de su pupila.
Curioso es que, en las redes sociales, circularon sólo dos fojas de la presunta resolución del expediente TJA-RA-03/2022-A, pero en la página de internet no hay acceso al documento porque el enlace está roto.
La senadora Gabriela Benavides Cobos retomó dicha resolución y escribió en su cuenta de Facebook: “Durante más de 3 años he sido víctima de acusaciones e imputaciones, que hasta el día de hoy son el único argumento con el cual se ha querido perjudicar mi paso por el servicio público”.
El 19 de marzo del 2019, Griselda Martínez Martínez interpuso una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, dependiente de la Fiscalía General del Estado de Colima, por “fraude en la modalidad de uso indebido de tarjetas y documentos de pago electrónico y/o cualquier otro delito que se configure”.
Martha Zepeda del Toro, en un programa de radio, dijo: “Hay una cuenta millonaria que se ejerció de recursos con esta tarjeta. ¿Eso no es el cinismo, no es el mayor de los descaros? ¿Que te autorices una tarjeta de crédito para uso personal, a cuenta del dinero de la gente? Es un delito, pero además es un descaro”.
No fue una falsedad la acusación, como los voceros de Virgilio Mendoza y Gaby Benavides quieren hacer ver; tan escondían algo que, cuando llegó Griselda Martínez a la alcaldía porteña, quisieron saber quién estaba utilizando la tarjeta que pagaba la administración municipal.
Tuvieron que recurrir a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para conocer del sujeto que disponía de recursos millonarios con cargo al erario. Cuando aceptaron el recurso interpuesto por el ayuntamiento de Manzanillo, se supo quién era el dueño de la tarjeta: Virgilio Mendoza Amescua.
Y no sólo eso: Virgilio se autorizó la tarjeta durante su administración, así como a su tesorero, pero cuando llegó Gaby Benavides se continuó pagando.
Estaban tan seguros que ganarían las elecciones en el 2018 que, ciertamente, a nadie se le ocurrió solucionar el problema de la tarjeta, por lo que la administración de Griselda Martínez tuvo que seguirla pagando hasta que quisieron saber quién era la persona que la utilizaba, topándose con la negativa del banco y teniendo que recurrir a la CNBV para descubrir quién hacía compras millonarias con cargo al erario del ayuntamiento de Manzanillo.
Y tiene razón Gaby Benavides cuando señala que la actual administración siguió pagando la tarjeta por meses, porque, en efecto, se seguían haciendo compras con cargo al erario del Municipio; de ahí la denuncia que se interpuso por “fraude en la modalidad de uso indebido de tarjetas y documentos de pago electrónico y/o cualquier otro delito que se configure”.
Pero la presunta resolución del Tribunal de Justicia Administrativa, que ni siquiera se ha pronunciado al respecto ni existe el expediente TJA-RA-03/2022-A para su consulta, se puede entender como otro pacto de impunidad entre la gobernadora Indira Vizcaíno y el grupo que comanda Virgilio Mendoza, todo en aras de que apoyen a Claudia Sheinbaum en el 2024.
Virgilio Mendoza y Gaby Benavides no pueden cantar victoria aún, porque todavía está la denuncia en la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, que es de carácter penal y será resuelta por un juez.
Igual que con Leoncio Morán Sánchez, que sólo lo absolvieron del juicio político mas no de la denuncia penal que hay en su contra, en el caso de Virgilio y Gaby también les guardarán la denuncia en la FGE por si se ofrece, dado que a Virgilio se le da muy bien traicionar a quienes lo ayudaron en el pasado.
Y todavía Indira dice que no son iguales a los corruptos del pasado…