La intolerable alianza criminal

POR Jorge Octavio González

Para Washington y los halcones que gobiernan de la mano de Donald J. Trump, México es un territorio controlado por los cárteles de la droga.

La narrativa que se quiere manejar en el país, sobre todo desde la presidencia de la República, es banal: sólo atiende a la polarización entre los chairos y los fifís.

De acuerdo a la Claudia Sheinbaum Pardo, la Casa Blanca dijo calumnias acerca de México y el vínculo con los narcotraficantes; después modificó el fraseo y dijo que los gringos se referían al sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, en donde el secretario Genaro García Luna fue condenado a más de 30 años de prisión por sus nexos con uno de los cárteles de la droga.

La oposición, tan desacreditada y cada vez más humillada, afirmó que los vecinos del norte se referían a la administración de Andrés Manuel López Obrador y la relación criminal que se corroboró con las gubernaturas que se ganaron en el Pacífico Mexicano.

Raymundo Riva Palacio, uno de los columnistas mejor informados de México, escribió que el decreto de la Casa Blanca habla en presente y no en pasado; además señala que la colusión del gobierno con el narco a que refieren habla a partir de las toneladas de fentanilo que ingresan a Estados Unidos por la frontera mexicana, cuando lo cierto es que el ex secretario de Seguridad Pública del gobierno panista fue acusado por traficar cocaína, no fentanilo.

La narrativa, como se dijo al inicio, es para alimentar las graderías del público interno: unos para señalar que la relación con los narcos es del pasado y otros para afirmar que los vínculos con la delincuencia se afianzaron en la actualidad.

Para efectos prácticos, sobre todo para Estados Unidos, da igual a quién quieran culpar en México sobre la colusión que hay entre el poder y el narco; a ellos lo que les interesa es que la Guardia Nacional cuide la frontera sur para evitar la entrada masiva de indocumentados que vienen de Guatemala, El Salvador, Honduras, entre otros.

También les interesa que cuiden la frontera norte para que no ingresen a tierra estadounidense las cantidades exorbitantes de fentanilo que envenenan a los americanos y matan a más de 100 mil personas al año.

Lo que se tiene que hacer es lo que se informó después de la llamada telefónica que sostuvieron Donald Trump y Claudia Sheinbaum, en donde acordaron que no habrá aranceles durante el mes de febrero en tanto que México envía a la Guardia Nacional a cuidar las fronteras sur y norte para que no lleguen en masa indocumentados ni toneladas de fentanilo al país.

Si las dos partes cumplen con lo acordado, México y Estados Unidos pueden mantener una relación bilateral cordial y de respeto; para ello se deben dejar a un lado las posiciones recalcitrantes de la oposición y del oficialismo de culparse de todos los males del país y coordinarse en conjunto, pues al final si le va bien al país les va bien a todos, incluida la oposición.

Son 30 días los que se dieron de gracia para no imponer aranceles a México; veremos cómo transcurren los próximos días y si en realidad existe la voluntad para combatir al crimen organizado.

El recorrido que hicieron dos aviones espía de Estados Unidos en aguas internacionales, rozando las aguas nacionales de Sinaloa y Sonora, son un claro ejemplo de que la lucha contra las organizaciones criminales, llamadas terroristas por los Estados Unidos, va en serio…al menos para los vecinos del norte.