POR Jorge Octavio González
El pasado 11 de octubre del presente año el Congreso del Estado emitió un comunicado en redes sociales en donde fijaron su postura acerca de las pretensiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de no aplicar las modificaciones constitucionales en materia del Poder Judicial.
Y si bien las argumentaciones fueron más ideológicas que técnicas, lo cierto es que tienen todo el derecho de manifestar lo que así convenga porque su bancada y aliados dominan el Poder Legislativo.
El documento trae la firma de la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Isamar Ramírez; Martha Elia Farías Ríos, Secretaria, así como Evangelina Bustamante Morales, Secretaria.
Que debieron consultar a la oposición que apenas llegó a través de la representación proporcional puede ser; en todo caso es lo mismo que hicieron en el viejo PRI durante décadas sin que nadie los pudiera reconvenir.
Y hablando sobre el arcaico sistema, uno de sus más indignos representantes, Arnoldo Ochoa González, subió a tribuna en la sesión de ayer para recriminar a la mayoría oficialista la publicación del documento en cuestión.
El septuagenario diputado plurinominal dijo que la Mesa Directiva debió haber consultado con la oposición el contenido del documento, como si ellos, cuando tenían el poder absoluto en la entidad, no hubieran hecho lo mismo.
En el mismo sentido se inclinó Beto Partida, el legislador que llegó a la 61 Legislatura como parte de la diversidad sexual sin pertenecer a ese grupo vulnerable: pidió cuidar las formas porque el Congreso del Estado lo conforman todas y todos los diputados.
Se les olvida, al par de legisladores, que ya tuvieron la oportunidad de estar en el poder y que nunca hicieron nada en beneficio de la sociedad colimense; lo único que hicieron fue enriquecerse al amparo del poder y arrebatar todas las posiciones plurinominales y puestos de confianza para ellos y sus allegados.
¿Y qué si la Mesa Directiva consultaba a Arnoldo Ochoa González y a Jesús Alberto Partida Valencia? ¿Iban a estar en desacuerdo y, por ende, no se publicaría el documento? Para nada: con ellos, sin ellos y a pesar de ellos el desplegado se iba a publicar como parte de la defensa que la mayoría oficialista hace de las reformas aprobadas en las Cámaras de Diputados y Senadores y la mayoría de los Congresos locales, como también lo hicieron en Colima.
Lo que hizo la Mesa Directiva, como la representación jurídica y política del Congreso del Estado, fue emitir una postura acerca de la negativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a acatar la reforma al Poder Judicial aprobada en todas las instancias.
Si el contenido es más ideológico que técnico o que no se cuidaron las formas es algo a lo que van a tener que acostumbrarse en la oposición en Colima. El nuevo estilo de hacer política no es muy diferente a cuando reinaba el partidazo de Estado; la diferencia es que ahora hay un aval y legitimidad social que se reflejó en las urnas el pasado 2 de junio.
Si la minúscula oposición en Colima no puede entender eso entonces estarán condenados a seguir marginados y su voz cada vez será menos escuchada.
Pobre oposición en Colima con el porro de la tercera edad Arnoldo Ochoa y el falso integrante de la comunidad LGTB+ Alberto Partida.