La Fiscalía de Colima trabaja para políticos de MORENA

POR PXPress

EN LA FISCALÍA GENERAL DEL ESTADO DE COLIMA, aun cuando la gobernadora Indira Vizcaíno dijo que han sido dados de baja alrededor de 40 agentes por tener nexos con la delincuencia organizada, siguen actuando al servicio del poder. Esta semana la dependencia a cargo del mini fiscal Bryan Alejandro García Ramírez dio mucho de qué hablar. El primer asunto es el relacionado con el accidente en donde murió el taxista Carlos Castillo Rodríguez en Tecomán. El abogado de la señora Alexa González, José Rojo, denunció las irregularidades y el favoritismo de la FGE hacia una de las partes, que en este caso es del hijo del diputado Armando Reyna; por ello solicitó una audiencia de Tutela de Derechos en donde un juez de control anuló el dictamen de Servicios Periciales que, de manera increíble, concluía que el taxista era el culpable de su propia muerte. Una vez que el juez de control determinó que la Fiscalía General del Estado actuó con parcialidad, negligencia y violaciones flagrantes a los derechos humanos de la señora Alexa González, en la dependencia del ahijado de Indira Vizcaíno cometieron otro acto de favoritismo hacia la causa del hijo del diputado: autorizaron la devolución de los vehículos decomisados sin la autorización de la viuda, que tendría que haber sido notificada para hacer ese movimiento. José Rojo informó que solicitarán de nueva cuenta una audiencia de control judicial para que se anule la actuación de la FGE en el sentido de haber autorizado la liberación de los vehículos. En la conferencia que dio el abogado ayer miércoles, señaló las contradicciones del director de Tránsito y Vialidad de Tecomán, que primeramente dijo que no había nadie en el lugar del accidente y que por eso no pudieron detener al conductor que provocó el siniestro; sin embargo, hay otra versión, que se dio en un medio de comunicación, en donde señalan a diversos testigos que vieron todo, incuso que el conductor no estaba en estado de ebriedad, que iba manejando a velocidad moderada y que en ningún momento huyó del lugar. El abogado bien haría en solicitar, a través de los mecanismos y herramientas legales que tenga a su alcance, que esos testigos al menos se conocieran por las partes involucradas y corroboraran lo que dijeron en la nota informativa. El medio se escudará en que protegen a sus fuentes y que no pueden romper el secreto profesional; el problema es que ese será el pretexto para no decir la verdad. Y es que, para lavar un poco la cara al diputado Armando Reyna, en una estrategia de contención la coordinación de Comunicación Social del gobierno del Estado redactó la nota informativa, con todos los datos inventados, y se la filtró al medio que finalmente la publicó, que es uno de los favorecidos con contratos en la administración estatal. El hilo conductor los llevará hasta Miguel Ángel Vargas Vaca, el responsable de que en la carpeta de investigación relacionada con la muerte de Carlos Castillo se anexara lo dicho por unos testigos que nunca existieron y que pesaron para que el dictamen de causalidad fuera en el sentido de culpar al taxista de su propia muerte. ¿Qué implicaciones legales podría tener esto? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el medio no envió a ningún reportero a Tecomán ni entrevistaron a ningún testigo del accidente y, es más, ni siquiera existen dichos testigos. Todo fue inventado por la coordinación a cargo de Vargas Vaca como una estrategia para que la opinión pública no linchara al diputado Armando Reyna por haber utilizado su influencia para que su hijo escapara del lugar y no pudiera ser detenido, como dicta el protocolo en caso de accidentes donde hay muertos. ¿Miguel Ángel Vargas Vaca podría ir a la cárcel por ser el autor del invento de los testigos que favorecieron al hijo del diputado Armando Reyna? Si es así, lo tendrá bien merecido por torcer pruebas para que una familia humilde no tuviera acceso a la justicia. Y sobre el segundo asunto, el de los 40 agentes de la Fiscalía General del Estado dados de baja por tener nexos con el crimen organizado, como ya no nos alcanza el espacio, en OPINIÓN EXPRESS se hará un análisis breve del caso y nosotros ampliaremos el tema en el Xpress´o del lunes…

SIEMPRE ES LO MISMO cada temporada de lluvias. Con una que haya, las calles de la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez se inundan y, además de las afectaciones a los automotores, se pone en riesgo la integridad de los ciudadanos. Pasan y pasan las administraciones municipales y nadie se preocupa por resolver el problema. Las presidentas municipales de Colima y Villa de Álvarez, que están rebasadas por la inseguridad, encima no han hecho nada por resolver las inundaciones de las calles de sus municipios, pese a que ya llevan un año en el cargo. Al rato van a decir que necesitan reelegirse para darle solución al problema.

ESTÁ CLARO QUE, si en gobiernos anteriores no se pudo resolver el problema del transporte público en la ciudad de Colima, básicamente el de los camiones urbanos con sus extrañas rutas, menos se logrará con los cuatroteros del nefasto indirato, cuyo chiquigabinete de vacilada no pela un chango a nalgadas. El servicio no es malo, sino pésimo. No sería extraño que sea el peor del mundo entero. En algunos países del Continente Africano, donde la pobreza es extrema, podría pasar que al chofer del autobús que recorre la selva se lo trague algún león y el servicio se tenga que suspender algunos días en lo que se encuentra un nuevo sustituto. Sin embargo, es posible que el servicio no sea tan malo, pues al menos los africanos saben que sólo un camión pasa por la selva una vez al día y hay el riesgo de que se traguen al chafirete o a algún pasajero despistadlo, lo cual lo aceptan estoicamente. El problema en Colima, empero, es que existen rutas que supuestamente deben ser recorridas por los choferes del transporte, pero puede pasar una hora o dos sin que aparezca en el horizonte un pinche camión salvador, así esté todo destartalado, como los que se usan en algunas de las rutas trazadas para la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez. Así, por ejemplo, la ruta 5 es de suma importancia para la población de más bajos recursos, pues sale desde La Estancia, cruza por el centro de la capital, incursiona por colonias perdidas de VA y llega hasta la clínica hospital del IMSS No. 1, a donde llegan muchos que va a visitar a algún paciente internado o van a realizar alguna gestión para su propio beneficio (laboratorio, radiografías, trámites diversos). Esta ruta, insistimos, es de suma importancia, pero sueltan los camiones a cuentagotas, de tal suerte que llega a pasar cerca de una hora para que llegue el siguiente de un rol caprichoso que mantiene sin aliento a la desesperada gente que no sabe cuándo se dignará pasar el transporte que espera. Otra ruta es la 4, la cual fue eliminada por la Subsecretaría de Movilidad sin dar explicación alguna, a pesar de ser también importante para mucha gente que viaja del oeste al centro, del centro al este, y viceversa. De buenas a primeras, la ruta 4 desapareció por los pantalones de la impresentable Livier Rodríguez, psicóloga que ya debe haber sicoanalizado a todo el personal a su cargo, pero que obviamente no ha servido de nada. En lo que se refiere a su chamba, la mazorquera Livier Rodríguez es la responsable de que los camiones den un servicio medianamente regular, pero hasta el momento es el peor del mundo entero y la funcionaria no hace nada por mejorarlo; al contrario, al desaparecer rutas sin ton ni son, empeora las cosas. En suma: Colima tiene el más pésimo servicio de transporte colectivo del mundo, lo que lo empareja con la peor administración estatal que ha tenido el estado en los últimos 100 años. 

EN UN ACTO POR DEMÁS VERGONZOSO para la democracia mexicana, el día de ayer el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó el triunfo de Américo Villarreal, que tomará protesta como gobernador de Tamaulipas a partir del primer de octubre. En medio de acusaciones de nexos con el crimen organizado, financiamiento de dinero ilegal a su campaña y un audio que la Fiscalía General de la República tiene en su carpeta de investigación en donde se señala que el morenista “está amarrado con varios cárteles”, lo peor que le pudo haber pasado al pueblo tamaulipeco es ser gobernado por un sujeto con semejante historial. Los seguidores de Américo Villarreal hoy festinan y, egocéntricos como son, amenazan con denunciar y llevar a la cárcel a todos los que se atrevieron a señalar que el entonces candidato a gobernador tenía nexos con la delincuencia, pues arguyen que la máxima autoridad en materia electoral desechó las acusaciones. Lo que ignoran es que el Tribunal Federal sólo se encarga de la cuestión electoral; lo de los nexos con el crimen organizado compete al área judicial, por lo que las investigaciones en ese sentido deben seguir su curso y determinar si Américo Villarreal es la santa palomita que en la 4T dicen o, por el contrario, resulta culpable de todo lo que se le acusa, incluido lo que dijo la líder de la Columna Armada Pedro J. Méndez sobre su participación en la campaña del hoy también senador de MORENA.