POR PXPress
EL PRESIDENTE MUNICIPAL DE Colima informó, con bombo y platillo, que a la administración municipal había integrado a tres personas sordas como parte de la política de inclusión.
¿Y SABEN SI A UNA O A LAS tres personas (Juan Diego Salazar Vergara, Lucía Ortega Navarro o Fabiola Cipirán Figueroa) las colocó en cargos de primer nivel, en alguna dirección general o coordinación en el ayuntamiento de Colima?
POR SUPUESTO QUE NO. LA inclusión de Riult Rivera no llega tanto: Fabiola Ciprián se encargará de atender a las personas en la oficina de Ingresos, en la Tesorería Municipal; las otras dos personas fueron adscritas al Centro de Justicia Preventiva.
CIERTO ES QUE, EN EL ayuntamiento de Colima, hay todo tipo de personas con problemas de capacidad: Francisco Anzar Herrera, ratero compulsivo; Itzel Ríos de la Mora, un florero que no se le despega al alcalde; Vicente Venustiano Guzmán Lucero, irresponsable y desobligado con su familia; Eduardo Camarena Berra, enemigo de los trabajadores sindicalizados, etcétera.
PERO LA SUPUESTA INCLUSIÓN de Riult Rivera no es más que una bofetada para la comunidad de la discapacidad. Si de verdad quisiera incluir a perfiles con sordera o ceguera o cualquier otra discapacidad, debería poner el ejemplo y nombrar a uno de ellos en una dirección general, no como simples guías de las personas que acudan a las oficinas de la comuna capitalina.