La estridente Andrea Chávez

POR Jorge Octavio González

En MORENA hay algunos integrantes que todavía están en la borrachera del poder: siguen con la soberbia a flor de piel y no ven la realidad.

La senadora Andrea Chávez, quien en la elección interna apoyó a Adán Augusto López Hernández para ser el candidato de Movimiento de Regeneración Nacional a la presidencia de la República, es una política joven pero polémica y, sobre todo, con los vicios de la vieja política.

Al margen de que ya tuvo escándalos con el uso de aviones oficiales para trasladar a su familia a diversos lugares, hoy es el centro de atención por tener cuatro camiones que brindan atención médica a las personas del Estado de Chihuahua.

No tendría nada de malo si no fuera porque los cuatro camiones tienen rotulada su cara y nombre a lo grande, lo que constituye actos anticipados de campaña; pero lo más delicado es que cada camión tiene un costo de 10 millones de pesos, algo que ni con el sueldo de senadora podría pagar.

Cuando fue confrontada por la panista Kenia López Rabadán en un programa de radio, la senadora morenista ni siquiera negó el reportaje de Latinus, que versa sobre los cuatro camiones que operan en Chihuahua sin que haya transparentado quién los paga, sino que, con todo el cinismo del mundo, lo aceptó, pero dijo que la quieren atacar por llevar servicios de salud a la gente que votó por ella.

Pero no: no se trata de si lleva servicios de salud a los chihuahuenses o no, sino que los camiones están rotulados con su rostro y nombre y además tienen un costo de 10 millones de pesos al mes su operación y mantenimiento.

Y lo más grave: de acuerdo al trabajo periodístico del medio de comunicación, dichos camiones son propiedad de Fernando Padilla, contratista favorito de MORENA y amigo personal de Adán Augusto López Hernández, líder morenista en la Cámara de Senadores.

El empresario ha tenido contratos por millones de pesos con gobiernos de MORENA y en el Senado de la República, por lo que se configura un conflicto de interés que, además, financie los camiones que utiliza Andrea Chávez para brindar servicios de salud en Chihuahua.

Y claro que no se trata de la generosidad de la senadora para ayudar a la gente que votó por ella en las pasadas elecciones, sino de actos anticipados de campaña porque quiere ser la gobernadora de Chihuahua en el 2027.

De ahí que, para desviar la atención de todas las leyes que ha violado por promover su imagen con estos camiones pagados por un empresario contratista de MORENA, la senadora Andrea Chávez quiera responsabilizar a la gobernadora Maru Campos y de paso a Carlos Loret de Mola por difundir los supuestos ataques hacia su persona.

Este jueves, ni más ni menos, la senadora utilizó la tribuna del Senado de la República para descalificar a la mandataria panista y al comunicador de orquestar una campaña de odio y de desprestigio en su contra porque, según ella, ya saben que MORENA va a ganar en Chihuahua en las próximas elecciones.

Si tan sólo Andrea Chávez despertara a la realidad y se diera cuenta de los vicios que está cometiendo en aras de ser gobernadora de su estado natal, no saldría envalentonada a despotricar en contra de todos los que le han señalado sus corruptelas.

Pero ella es así porque se siente impune y tiene la protección del poderoso senador Adán Augusto López Hernández, quien, a través de su amigo y socio contratista, le está financiando caravanas móviles de salud que cuestan 10 millones de pesos mensuales.

Si de verdad se aplicara la ley en este país, Andrea Chávez estaría impedida de contender por la gubernatura de Chihuahua en el 2027.