POR Jorge Octavio González
Definitivamente pertenecer a la secta de MORENA tiene como característica principal renunciar a pensar y aplaudir a quien despacha en Palacio Nacional, pero también ser un patán, intolerante, indolente, cínico, sinvergüenza y miserable.
Los anteriores adjetivos le quedan a la perfección a Yommira Carrillo Barreto y a Kate Castillo, par de diputadas serviles y cobardes que, sin embargo, al perder la dignidad y no saber debatir ni argumentar se van por el insulto fácil a los medios y a sus críticos.
Y es que, apenas ayer lunes, en estas páginas se exhibió cómo la legisladora plurinominal se puso a descalificar al emecista Chuy Dueñas, atacando vilmente a su esposa, y a decir que en los centros de salud de Ocotillo, Alcaraces y Chiapa, del municipio de Cuauhtémoc, no hay desabasto, se atiende bien a la gente y que casi, casi el sistema estaba mejor que en Dinamarca.
José de Jesús Dueñas García, en su intervención, intentó responder a Kate Castillo sus bajezas y canalladas; cuando lo hacía la presidenta de la Mesa Directiva, Yommira Carrillo, en un acto por demás ruin y violando el derecho a la libre manifestación del diputado de MC, le pidió que no respondiera porque el tiempo para ello se había terminado.
Mentira de la indigna representante del Poder Legislativo para el mes de mayo: en la respuesta a la diputada Kate, Dueñas García ya había hecho lo mismo con Myriam Gudiño, David Grajales y Alfredo Álvarez; fue hasta cuando se dirigió a Kathia Zared que, de inmediato, impidió que el legislador de Movimiento Ciudadano siguiera con su intervención.
Aun cuando estaba bastante claro que Yommira estaba coartando la libertad de expresión de Chuy Dueñas para que no pusiera en su lugar a la berrinchuda y caprichosa Kate, todavía tuvo el cinismo de responder en la columna OPINIÓN EXPRESS que el tiempo para responder se había terminado.
Cínica y sinvergüenza, definitivamente; ser la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado le atrofió las pocas neuronas que tenía la tecomense y, por lo mismo, ni siquiera tuvo la decencia de revisar el video de la sesión en donde pretendía impedir que respondiera a Kate Castillo, cuando ya les había respondido a tres legisladores sobre el mismo tema. ¡Bruta!
Kate Castillo, de igual manera, salió con todo y errores de ortografía a responder como sabe: atacando al medio y sugiriendo que le metiéramos dinero a las publicaciones para que lo vea más gente. Ignora, como la ordinaria que es, que sin un solo peso las publicaciones de PXPress tiene miles de vistas diarias.
Se preocupan tanto del alcance de las notas, pero ahí están como burras viendo todo lo que se publica sobre ellas. ¿Quiénes son las taradas?
La diputada plurinominal, perdedora en la elección de mayoría por el distrito 6, seguramente dolida por la exhibida que le estaba dando la gente a su intolerancia, a sus berrinches y a su repentino amor MORENA, también se metió a la página para decir que ella no había atacado a su familia porque fue Chuy Dueñas la que la sacó a relucir. Falso. Mentirosa. En la sesión el diputado nunca mencionó a su esposa; la que sí lo hizo fue Kate Castillo.
Y para rematar, escribió: “Meterme con su familia? El la sacó al tema, tan preocupado por el tema su esposa gana 35 como médico especial y no lo es”.
Al margen de su pésima redacción, de alguien que apenas terminó la primaria, lo cierto es que en su berrinche por haber perdido el debate sobre el tema de salud y deslindarse de los ataques a la esposa de Chuy Dueñas, ¡volvió a atacarla de manera miserable! Ahora dijo que ella ganaba 35 mil pesos como médico especial sin serlo.
Se le olvida a la diputada Kate Castillo que esta administración la encabeza su jefa Indira Vizcaíno. ¿Cómo, pues, en este gobierno tan austero, tan recto, tan honorable y nada corrupto, a una trabajadora le dan un sueldo de médico especial sin merecerlo?
¿Será por eso que decidió borrar el mensaje de inmediato? Salió hasta cobarde la diputada.