POR PXPress
CADA GOBERNADOR, CUANDO ASUME EL PODER, LLEGA, además de con su gente para ocupar los diversos cargos de la administración estatal, con sus proveedores favoritos. Si bien en la era del PRIAN había empresarios consentidos, se esperaba que en los gobiernos de MORENA fuera diferente. No fue así. Llegó Indira Vizcaíno al gobierno del Estado y todo sigue igual. Lo más lamentable: los empresarios consentidos resultan que son los mismos del pasado. Un ejemplo es lo que se publicó hoy en PXPress sobre la señora Adriana Julieta Aguirre Pérez, ex directora de Adquisiciones del gobierno de Mario Anguiano Moreno, acusada por el Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental, Osafig, de diversas irregularidades y ratificada la amonestación pública y la sanción económica resarcitoria por los diputados del Congreso del Estado en el Decreto 375_58. El Osafig, en sus observaciones, señaló: “Se verificó la adquisición de un servicio de cursos de capacitación del Programa SUBSEMUN 2013 para los municipios de Colima, Tecomán y Villa de Álvarez, requerido por la Secretaría de Seguridad Pública, y adjudicada a la persona moral INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE CAPACITACIÓN JURÍDICO POLICIAL, PREVENCIÓN SOCIAL Y DESARROLLO HUMANO, S.C, por un monto de $1,096,000.00 pesos”. Y concluyó: “No se exhibe evidencia física y/o documental que acredite la real y efectiva prestación de los servicios de capacitación por parte del proveedor”. Se determinó una amonestación pública y una sanción económica resarcitoria directa a Aguirre Pérez por la cantidad de $1 millón 96 mil pesos, “por autorizar la contratación y omitir los documentos necesarios de un curso de capacitación bajo el procedimiento de adjudicación directa, así como el documento fundado y motivado en criterios de eficiencia, economía, imparcialidad y honradez que aseguren las mejores condiciones de contratación para el Estado”. En el mismo paquete que Julieta Aguirre Pérez, también se sancionó a Jesús Orozco Alfaro, ex secretario de Finanzas y Administración, “por autorizar la contratación del curso de capacitación bajo los programas de SUBSEMUN 2013 del cual no se presentó evidencia suficiente y relevante que acredite el buen manejo de los recursos del programa”; a José Santos Juárez, ex director general de Administración y Abastecimientos, “por no supervisar la prestación del servicio contratado”; y al General de División del Ejército Mexicano Raúl Pinedo Dávila, secretario de Seguridad Pública, “por no presentar el oficio de excepción para el proceso de adjudicación directa al curso de capacitación del Programa SUBSEMUN 2013”. PUES RESULTA QUE Adriana Julieta Aguirre Pérez es, hoy por hoy, proveedora del gobierno de Indira Vizcaíno Silva. Se le otorgó el contrato SPFYA/SSA/3CE-042-2022/DGAABS/DABS, donde se obliga a proporcionar los bienes consistentes en MEDICAMENTOS Y PRODUCTOS FARMACÉUTICOS solicitados en la requisición número 002975 detallados en la orden de compra número 4500151351 de fecha 21 de junio de 2022 y en el Anexo 1 del presente contrato, solicitados por el DESPACHO DE LA SECRETAERÍA TÉCNICA DE ENLACE GUBERNAMENTAL (cuya titular es ni más ni menos que Ana Sofía Bayardo Cabrera, hermana de Rosi) dependiente de la OFICINA DE LA GUBERNATURA. También se le otorgó el número de contrato SPFYA/SSA/IRE-027-2022/DGAABS/DABS, donde se obliga a proporcionar a EL PODER EJECUTIVO los bienes y servicios consistentes en SERVICIO PARA LA CELEBRACIÓN DEL GRITO DE INDEPENDENCIA 2022, solicitados en la requisición 1401 y detallados en la orden de compra número 0089 de fecha 14 de septiembre de 2022, por la cantidad total de $742,400.00 (SETECIENTOS CUARENTE Y DOS MIL CUATROSCIENTOS PESOS 00/100 M.N). Y tuvo una invitación restringida identificada como IRE/04DIF/2022 para la adjudicación de un contrato para la adquisición de artículos de papelería y tóner, tintas y cartuchos para el DIF estatal. Tan multifacética resultó la señora Aguirre Pérez que bien puede adquirir medicamentos y productos farmacéuticos, organizar el Grito de Independencia 2022 y proveer artículos de papelería para el DIF Estatal. Algo no cuadra, ¿verdad? Mientras investigamos más a fondo a esta señora, no queda duda: es de las proveedoras consentidas de Indira Vizcaíno.
CUANDO UN GOBIERNO ANDA EN BUSCA de reconocimientos de la población sin los méritos suficientes para ello, como sucede con el que encabeza Indira Vizcaíno Silva en Colima, es porque las cosas andan bastante mal. Sin embargo, por increíble que parezca, el operador político número uno del indirato, Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, gobernador de facto del estado, anda promoviendo que a su hija le sea reconocido el mérito de haber sido la responsable de que pudiera entrar en operación, después de casi cuatro años, el tramo de la autopista transvolcánica Colima-Guadalajara que, además de ser la vía más importante por la que sale del puerto de Manzanillo al interior del país gran cantidad de productos y mercancías, acortó la distancia considerablemente, bajando de dos horas a una hora y media, lo que beneficia considerablemente a los miles de conductores en general que la utilizan diariamente los 365 días del año. Sin duda, ese logro es una medalla muy importante que cualquier autoridad portaría orgullosamente en su pecho para presumirla, pero resulta que la Gobernadora Altozano es la menos indicada para tratar de apropiársela. Como ya se ha dicho en este espacio, el tramo que faltaba de construir fue suspendido en cuanto López Obrador llegó al poder con el perverso fin, primero, de evitar que se siguieran “beneficiando” los funcionarios corruptos del pasado (que nunca han sido llevados a juicio); después, para que ningún gobierno estatal ajeno a Morena se pudiera lucir con la conclusión de los trabajos que entorpecieron el tráfico por varios años. Y no fue, sino hasta que llegó a Colima una autoridad de Morena, cuando por fin se permitió continuar y concluir la obra, a fin de que la que se pueda lucir sea la morenaca Indira Vizcaíno y no el priista Nacho Peralta Sánchez, al que se humilló al final para que dejara el poder por la puerta trasera. Aquí también lo hemos dicho siempre: si hay alguien que meritoriamente dedicó su tiempo en sostener reuniones con el director general de Banobras (financiero de la obra, no la SCIT), los ejidatarios de Jalisco que se ampararon contra los trabajos, así como con cuanta instancia involucrada en el tema, ese fue el diputado federal Riult Rivera Gutiérrez, como integrante de la Comisión de Comunicaciones y Transporte de la LXV Legislatura del Congreso de la Unión. Y mientras el tribuno federal se dedicaba realmente a lo suyo, en Colima la gobernadora llevaba una frenética actividad de tomarse fotos con sus amigas, a irse de compras y, sobre todo, a viajar constantemente a la Ciudad de México y a las entidades para apoyar a sus correligionarios candidatos gobernadores, con lo cual bailó alegremente el jarabe tapatío sobre la ley electoral. Eso sí: ni por equivocación movió alguno de sus varios dedos para que se aceleraran los trabajos por el cuello de botella que por cuatro años fue ese tramo de la carretera transvolcánica en la parte que corresponde a Jalisco. Hoy, sin embargo, a la Indi le entró la urgencia porque se le haga un reconocimiento a ella como la autora de haber logrado la hazaña de la terminación de los trabajos suspendidos por casi cuatro años y que, sin lugar a dudas, benefician a millones de mexicanos que emplean esa importantísima vía. ¿Qué se está haciendo para que se le haga un magno agradecimiento a Indira? Bueno, el padre de la gobernadora acude a cada uno de los 10 municipios para hablar con la gente que sea la más representativa del lugar, es decir, con liderazgo empresarial, educativo, cultural, académico, de productor agropecuario, etcétera. En esas reuniones, que son organizadas por el operador político número uno del indirato, se pide a cada uno de esos líderes que, a su vez, se comprometan a convocar a 10 amigos también distinguidos para que se les haga llegar la invitación a la reunión en la que se hará el reconocimiento en su respectivo municipio. Digamos que los invitados por Arnoldo Vizcaíno logren hacer eco en unas 100 personas; entonces con esos se reunirá la gobernadora para ser “reconocida” por los asistentes. Este domingo, por cierto, la reunión tuvo lugar en la cabecera municipal de Coquimatlán, donde les dejaron de tarea acarrearle gente a Indira para la fecha en la que se haga la reunión en cada uno de los municipios, aunque el plato principal será cuando a los que acudan en los municipios los inviten al magno reconocimiento que se llevará a nivel estatal, donde si responden los mismos de cada uno de los 10 municipios, estaremos hablando de mil changos que cerrarán filas y le cantarán alabanzas a la ex presidenta municipal de Cuauhtémoc por la gran hazaña lograda por ella en el caso de la autopista Colima-Guadalajara. ¡De ese tamaño el ego de la que ocupa urgentemente que le reconozcan su histórico y trascendental “mérito”! ¿Qué tal?
LO QUE SÍ FUE LAMENTABLE es la ineptitud con que se condujeron los funcionarios de la Fiscalía General del Estado de Colima respecto a la desaparición de Jesús Antonio Eustaquio Calvario, reportado como desaparecido el pasado 24 de agosto del 2022, asesinado días después y localizado su cuerpo en El Espinal, y notificado a sus familiares el 22 de diciembre, cuatro meses después, que estaba en la morgue de la Fiscalía. La gobernadora Indira Vizcaíno debe salir de su burbuja y dejar que sus funcionarios la arrastren en al fango; al menos debe cesar al mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez y al titular de la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas, Héctor Peña Meza. Y de paso Viridiana Valencia Vargas debería ofrecer una disculpa por su soberbia y negativa a ayudar a Jesús Antonio, que era su empleado en la Delegación del Bienestar.
EN EL MUNICIPIO DE CUAUHTÉMOC, donde Gaby Mejía gobierna con fotos y en redes sociales, asesinaron la noche de ayer a un taxista de varios impactos de arma de fuego. El hecho ocurrió en pleno centro del municipio, sin que la autoridad pudiera detener a los responsables. Una presidenta que sencillamente está de adorno.