POR Jorge Octavio González
Error tras error los que comete Indira Vizcaíno Silva ante la crisis del sismo del pasado 19 de septiembre; como nunca estuvo preparada para grandes retos el siniestro que estremeció a la tierra exhibió en su pequeñez a una gobernadora indolente y soberbia que por rodearse de funcionarios inútiles no ha sabido estar a la altura de las circunstancias.
Ya se documentó la pifia de los estrategas de comunicación social al dar información oficial en redes sociales, cuando la conexión a internet estaba caída; también de los formatos que la Secretaría de Educación y Cultura envió a todas las escuelas de la entidad, en donde se les pide hacer una evaluación de los daños estructurales en los edificios educativos.
Y por si no fuera poco todo lo anterior, Indira Vizcaíno mostró su verdadera cara: la del egocentrismo. Cuando la gente que estaba en el Hospital Regional Universitario vio las condiciones indignas de los pacientes que estaban a la intemperie, con la lluvia, sin medicamentos, sin agua y sin el equipo necesario para ser atendidos, hizo un llamado a la sociedad a que apoyaran con víveres al HRU.
En lugar de agradecer el gesto y reconocer la solidaridad de la sociedad ante este tipo de crisis, la gobernadora menospreció el apoyo de la gente y dijo que no era necesario que hicieran eso porque los servicios de salud tenían todo lo indispensable para atender a los pacientes, médicos y enfermeros.
Pero fue más allá: en una entrevista de radio dijo que la mayoría de los artículos que la gente donó al HRU “no se necesitan en los hospitales”. Así de malagradecida la gobernadora del Estado; le ganó más el ego que el sentido común y prefirió insultar a los ciudadanos que se unieron para apoyar a los pacientes antes que reconocer que, desde el primero momento, fueron rebasados por el sismo.
Los errores cometidos por el gobierno del Estado, la gobernadora y sus funcionarios, ha irritado de tal manera a la mandataria que, como ni siquiera se vio en la campaña electoral, se dio la orden de que todos los beneficiarios de prebendas, chambas y contratos se metieran a las publicaciones de los medios que estaban haciendo críticas para insultar a los periodistas y, de paso, hablar maravillas de la gobernadora.
En las páginas de Facebook, en los grupos de whatsapp, en donde sea, los aplaudidores del gobierno del Estado se hicieron presentes para contrarrestar los cuestionamientos que se estaban haciendo en su contra; eso significa que sí les dolió que exhibieran la ineptitud e incapacidad de las autoridades en el manejo de esta crisis por el sismo.
Ni modo, gobernadora: te vas a tener que acostumbrar a que eso sea el pan de cada día; por más que envíes a tus paleros y aplaudidores a sueldo a denostar a quienes criticamos no vas a cambiar la realidad. Puedes ordenarles todas las veces que quieras que insulten y difamen a los que escribimos, pero no nos vas a obligar a que dejemos de alzar la voz.
Los chambistas en algún momento se cansarán de estar todo el tiempo contrarrestando las críticas a tu gobierno, pero nosotros estaremos escribiendo todos los días. Temas del gobierno del Estado se cuentan por cientos. Mejor rodéate de profesionales y no de los serviles que tienes y que nomás te dicen que todo está bien.
Mañana: sobre la declaración de zona de desastre para Colima.