POR Jorge Octavio González
Para Indira Vizcaíno mentir es normal; es algo que está dentro de su naturaleza.
Es como negar que hay un adn que la unirá toda la vida con un ex gobernador al que protege para que no lo alcance la ley.
Ayer, como ya es costumbre, en sus Diálogos por la Transformación hizo gala de lo que mejor sabe hacer: MENTIR.
Ella se justifica y cree que la gente que la ve y escucha le da la razón; tal vez algunos de sus empleados y reporteros que preparan la mejor sonrisa para ver si ahora sí le sube al monto del contrato, pero la sociedad en general no.
Increíble cómo, a pesar de todas las evidencias de corrupción detrás de las licitaciones y asignaciones directas para el programa estrella ColiBecas, Indira Vizcaíno continúe hablando maravillas de ese bodrio.
Quedó claro, de acuerdo a documentos que ellos mismos proporcionaron, que los contratos de ColiBecas uniformes se le dio a una amiga suya desde el ayuntamiento de Cuauhtémoc, de nombre Victoria López Macías, en donde cultivaron una amistad que hasta la fecha prevalece.
La señora tiene un pequeño taller cerca del bachillerato 4 de la Universidad de Colima, con apenas dos o tres trabajadores de planta; con esa incipiente infraestructura es la encargada de confeccionar cientos de miles de uniformes para todos los niños de primaria de todo el Estado.
Se documentó, incluso, que trabajadores del gobierno del Estado tenían que ir al taller en cuestión para doblar los uniformes que serían entregados en vehículos oficiales, cuando esa es responsabilidad de la proveedora, quien al no tener la capacidad para solventar todo lo relacionado a la confección y distribución de los uniformes debería ser cancelado su contrato que llega, hasta la fecha, a más de 60 millones de pesos.
¿De cuánto será la parte que le corresponde a Indira Vizcaíno?
Ya se reveló, también, que la gobernadora tenía 25 millones de pesos en la empresa Axe Capital y su hermano 100 millones; la inversión ya regresó a sus manos por un acuerdo de impunidad para el júnior Axel Joya Carlos, que se pasea por todo el mundo con total impunidad.
Y lo que más resultó desagradable es que haya afirmado que el Centro de Salud de Zacualpan quedará concluido a finales de este 2023, cuando ya se ha aclarado que, una vez que el dinero esté en las arcas del gobierno del Estado, se requieren 7 meses para que termine la construcción.
Y si el recurso llegó en septiembre, por ejemplo, el Centro de Salud estará listo para su operación en abril del 2024.
Eso de afirmar que estará a finales del 2023 es otra mentira que los comuneros de Zacualpan tendrán que responder como mejor saben: presionando sin tregua a la gobernadora más mitómana, cínica, indolente y sinvergüenza de cuantas haya habido en Colima.
No se puede permitir que Indira Vizcaíno siga mintiendo y dañando a la población colimense con sus desplantes de soberbia y ambición.