Indira perderá todo el poder en el 2024

POR Luis Fernando Moreno Mayoral

La sonrisa que se perderá en el 2024

¿Se dan cuenta ahora por qué el gobierno del Estado siempre fue opaco y nunca quiso transparentar la nómina de la administración estatal? Porque, como se ha documentado en PXPress, muchos de los que ingresaron a laborar son impresentables, sujetos con antecedentes de violencia intrafamiliar, acosadores sexuales, extorsionadores y corruptos; era más que claro por qué Indira Vizcaíno no quería que se supiera quiénes la acompañaban en su aventura de ser gobernadora.

En un área comandada por Eduardo Jurado Escamilla, donde se dejó a todo el estercolero que Indira no quería que fuera visible, se comenzó a manejar el dinero a discreción para planear las estrategias mediáticas y de imagen de la gobernadora; no hay que olvidar que en la dependencia de Jurado Escamilla se encuentra la Coordinación General de Comunicación Social y la Dirección General de Asesores, las cuales, hasta este momento, están siendo dirigidas por Miguel Ángel Vargas Vaca.

El cinismo, sin embargo, es el sello de la casa; aun cuando fueron exhibidos como unos mercenarios que predican la austeridad republicana pero en realidad tienen sueldos obscenos, en el Presupuesto de Egresos del Estado de Colima para el Ejercicio Fiscal 2023 solicitaron más recursos para la Oficina de la Gubernatura, que también aumenta para Comunicación Social y la Dirección de Asesores, las dos oficinas que maneja el dueño de la empresa Estación Pacífico.

La Coordinación General de Comunicación Social tendrá un presupuesto de 34 millones 949 mil 296 pesos y la Dirección General de Asesores 4 millones 738 mil 808 pesos; está de más decir que el dinero de las dos dependencias las manejará a discreción Vargas Vaca, pues en la nómina es el titular de la Dirección de Asesores, pero en los hechos es el encargado de Comunicación Social. 39 millones 233 mil 104 pesos los podrá gastar como se le antoje el consentido de la gobernadora, sin que dé explicaciones del destino que le dé al dinero (por ahora, porque al final del sexenio le espera una auditoría que va a flipar).

Como Eduardo Jurado Escamilla es de los funcionarios bendecidos por la gobernadora para no acudir a la Glosa del Primer Informe de Gobierno en el Congreso del Estado, no podrá explicar en qué se gastarán más de 21 millones de pesos en “la planeación, seguimiento y evaluación de la política de comunicación social”. Son, a los casi 40 millones que tendrá a su disposición Miguel Ángel Vargas Vaca, otros 21 para un rubro que no queda claro a qué se refiere ni existe la disposición de explicarlo.

60 millones de pesos, al menos en el papel, es lo que tendrá en sus manos el Coordinador General de Comunicación Social y el Director General de Asesores del gobierno del Estado. ¿Para qué tanto dinero? Si no quisieron explicar lo que hicieron con los recursos que les asignaron en el 2022, menos ahora que se envalentonaron por tener la protección de la mandataria estatal.

No entienden que no entienden. En el caso del gobierno del Estado, la protección del gobierno federal la pueden tener en estos momentos, pero en menos de dos años se va López Obrador y, con él, la protección de todo tipo a Indira Vizcaíno. Eso en el plano de la relación con la Federación; el problema en lo local es que también en menos de dos años cambia la composición en el Congreso del Estado. Nadie garantiza a Indira Vizcaíno que tendrá la mayoría sumisa en la próxima Legislatura como la que tiene hoy.

Si les hace caso a las encuestas patito que uno de sus mercenarios está divulgando, como Radar Colima y Rumbo 24, entonces se entiende por qué actúa como si el poder lo fuera a tener para siempre; lo que ignora o desconoce es que la opinión y el humor social de la sociedad es totalmente diferente a lo que dicen las encuestadoras gansteriles que se venden al mejor postor.

Ahí está, como ejemplo, la encuestadora Mitofsky: en la última medición del mes de noviembre Indira bajó, como dijera AMLO en sus conferencias, “como gorda en tobogán” y está a décimas de ocupar el último lugar en el ranking de gobernadores. El último lugar que sí tiene es el de la peor gobernadora mujer y la peor gobernadora de MORENA; sólo falta desbancar a David Monreal Álvila para tener los últimos lugares, para vergüenza del pueblo colimense.

Retomemos el tema: Indira Vizcaíno en la segunda mitad de su gobierno es probable que no tenga un Congreso del Estado entreguista y sumiso como el actual; tal vez al Poder Judicial se le quite el miedo que tiene ahora que AMLO se vaya. ¿Y qué le quedará? Una segunda mitad dura, difícil, en donde no podrá imponer su voluntad como hasta ahora, con diputados que obedecen sin chistar y le aprueban todo lo que envía sin modificarle una sola coma.

Indira Vizcaíno sabrá lo que es gobernar ante la adversidad; ahí es cuando deseará no haber sido tan soberbia con los demás poderes, la oposición y los medios de comunicación a los que ha desdeñado y ninguneado, creyendo que los seis años (si es que los concluye) va a tener a todos de su lado como hasta ahora.

Y sin la protección del gobierno federal, sin la mayoría en el Congreso del Estado y con un Poder Judicial sin miedos, las auditorías y las investigaciones a las cuentas públicas del gobierno del Estado se podrán hacer sin mayores problemas.

Los que hoy desdeñan a la oposición, se burlan de ellos en la máxima tribuna del Estado y sienten que nunca los va a alcanzar el largo brazo ejecutor de la ley porque su gobernadora los protege, tendrán que someterse al imperio de la justicia. A ver de cómo les toca, ¿verdad, Miguel Ángel Vargas Vaca?