POR Jorge Octavio González
Indira Vizcaíno no hubiera ganado la gubernatura de Colima en el 2021 si no es por el crimen organizado, pero tampoco sin las rémoras que se aliaron de última hora a cambio de cargos e impunidad.
El Partido del Trabajo, que hizo alianza con el PRI en su momento y por una maniobra de la Secretaría de Gobernación de Peña Nieto se salvó de perder el registro, es un partido satélite que sólo se alía con quienes ve con posibilidades de obtener beneficios.
En Colima, ciertamente, Joel Padilla y su esposa Evangelina Bustamante, la que se emberrinchó hasta que le inventaron esa jalada y payasada llamada Bancada de Género, son los que negocian con los candidatos las prebendas a obtener. Joel es senador y Evengelina diputada plurinominal…hasta que alguien honesto llegue, los investigue, los audite y los encarcele.
Pero el Verde Ecologista es punto y aparte: al margen de que también son las prostitutas de la política y carecen de identidad e ideología, aportan votos y operación en territorio para sus aliados.
Los aliados de la gobernadora en Colima, del Verde Ecologista, son Virgilio Mendoza Amescua, Gaby Benavides (ganó la senaduría en alianza con el PRI; así el cinismo de estos parásitos), Felipe Cruz Calvario y su esposa Patricia Ceballos, además de regidores oportunistas de Villa de Álvarez como Karina Heredia.
Los servidores públicos líneas arriba mencionados no son un dechado de virtudes ni tampoco honestos ni trabajadores ni aman a su pueblo; lo único que se les tiene que reconocer es que brincaron a tiempo al partido ganador para ver qué rebanada del pastel les tocaba.
Pero Indira Vizcaíno, en un afán de eliminar y sacar del Congreso del Estado a Héctor Magaña, uno de los pocos diputados que ha cuestionado severamente a la gobernadora, es capaz de llevarse entre las patas a varios de sus aliados e incluso colaboradores de la administración estatal.
De acuerdo al Proyecto de Resolución 01-2021, elaborado por la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado y hecho llegar a la redacción de PXPress, se propone sancionar al Cabildo del Ayuntamiento de Villa de Álvarez del periodo 2018-2021.
Si bien a la totalidad se le impondrá una inhabilitación de 3 años y seis meses para desempeñar funciones, empleos, cargos o comisiones de cualquier naturaleza en el servicio público tanto municipal como estatal, a cuatro en especial se les destituirá de manera inmediata de sus actuales encargos públicos.
A Héctor Magaña de la diputación local, a Felipe Cruz Calvario del Instituto de Suelo, Urbanización y Vivienda del Estado de Colima, y a Karina Heredia y a Perla Vázquez Montes de sus regidurías de la comuna villalvarense.
La maniobra de Indira Vizcaíno es clara: quiere destruir a Héctor Magaña por sus constantes críticas y la reciente denuncia que interpuso en su contra por enriquecimiento ilícito por la adquisición de casas millonarias en el exclusivo fraccionamiento Bosque Real.
Como no hallaba la manera de hacerlo por la vía de la extorsión o el chantaje, decidió hacer uso del juicio político que un grupo de taxistas interpuso en contra del Cabildo de Villa de Álvarez del periodo 2018-2021, que llegó al Congreso del Estado el 6 de noviembre del 2020.
El problema, sin embargo, es que si aplicaban el juicio político en contra de Héctor Magaña “por autorizar la prestación del servicio de transporte alternativo en modalidad de Mototaxi, en el citado municipio”, también lo tendrían que hacer en contra de los demás integrantes de esa administración, incluidos aliados del Verde Ecologista.
A Indira no le importó: ordenó a sus empleados del Congreso del Estado, en especial a ese canalla protector de asesinos Armando Reyna Magaña, que procedieran en contra del diputado del PRI y los demás ex servidores públicos del ayuntamiento de Villa de Álvarez.
Ayer, sin embargo, la sesión programada se llevó a cabo a puerta cerrada, negando el acceso a los medios de comunicación y a los ciudadanos que querían informarse; había incluso un dispositivo de seguridad en los accesos del Poder Legislativo para impedir que se colara alguien.
Así paga Indira la lealtad: con traición.
Felipe Cruz Calvario ya debe saber que no tiene oportunidad en MORENA para obtener candidatura alguna; su esposa Patricia Ceballos debería considerar seguir de aliada del partido oficial. Los casos más patéticos son el de Karina Heredia, que hasta promovía a Claudia Sheinbaum en sus redes y en eventos políticos, y el de Perla Vázquez Montes, hermana del corruptazo y bueno para nada director de IPECOL, Hugo Vázquez Montes.
Y para los que crean que Indira le debe algo en el 2024, véanse en el espejo de sus aliados del Verde Ecologista: cuando no les sirva, los desechará como a Ramón.