POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Cuando estaba la sucesión rectoral en la Universidad de Colima, en el último año de la administración de José Ignacio Peralta Sánchez, a muchos les sorprendió que Eduardo Hernández Nava optara por Christian Torres Ortiz Zermeño y no por otros perfiles que sí tenían experiencia y garantizaban el trabajo serio y apartidista al interior de la casa de estudios.
Tiempo después, cuando ya estaba despachando en Rectoría, se supo por qué: el joven rector tenía la venia de Indira Vizcaíno y los duros de Movimiento de Regeneración Nacional, que durante el proceso para elegir al líder universitario no protestaron ni macharon ni apoyaron a un candidato que tuviera perfil de izquierda y estuviera alejado de la mafia del PRI que ha tenido secuestrada a la U de C desde su fundación.
Y en los momentos más difíciles para el gobierno del Estado se dio una muestra de su inclinación hacia MORENA: cuando el gobierno federal no quiso prestar recursos a Ignacio Peralta para hacer frente a las deudas y compromisos del segundo semestre del 2021 y se declaró en quiebra técnica, uno de los más feroces críticos de esa determinación fue el rector de la Universidad de Colima.
A Christian Torres Ortiz Zermeño no le afectaba en nada el impago de las aportaciones del gobierno del Estado ni iba a dejar de pagar a sus empleados por eso; tan no fue así que una visita al subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal fue suficiente para que le transfirieran recursos para cerrar el año sin problema alguno.
Pero, antes de hacer las gestiones ante la Federación, el rector de la Universidad de Colima se la pasó atacando al mandatario Ignacio Peralta por la falta de pago a la casa de estudios e incluso interpuso denuncias ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y ante el Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental (Osafig) por 264 millones de pesos que dejaron de recibir las arcas universitarias.
El rector se sumó a la campaña de desprestigio en contra de Ignacio Peralta Sánchez para legitimar la llegada de Indira Vizcaíno al gobierno del Estado y enterrar cualquier resurgimiento del PRI y del grupo político del ex mandatario, que salió por la puerta de atrás y es día que no se para en la entidad en ningún lugar público por el miedo al rechazo y repudio popular.
Y como amor con amor se paga, en el Primer Informe de Labores al frente de la Universidad de Colima Christian Torres Ortiz Zermeño se puso a las órdenes de la gobernadora Indira Vizcaíno y le dijo, palabras más, palabras menos, “cuenta usted (Indira) con el respaldo de las y los universitarios a lo largo de su gestión gubernamental”.
Indira Vizcaíno, por su parte, recordó que decían, durante la campaña electoral del 2021, “que si nosotros llegábamos al gobierno seríamos enemigos de la Universidad, que le quitaríamos presupuesto y que fomentaríamos una crisis en la Universidad”.
No hubo necesidad de eso: Christian Torres Ortiz Zermeño llegó a la rectoría de la Universidad de Colima con el respaldo de Indira Vizcaíno, que ya se perfilaba como la sucesora de José Ignacio Peralta Sánchez, y en contra de los designios del rector saliente, José Eduardo Hernández Nava, quien tuvo que ceder por la ola de cambio en el gobierno del Estado que se venía venir.
Indira Vizcaíno no requirió quitarle presupuesto ni fomentar una crisis en la Universidad de Colima porque sencillamente la casa de estudios fue entregada a la gobernadora y a MORENA desde el primer minuto que Torres Ortiz llegó a Rectoría.
Ejemplos de ello hay sinfín: habría que comenzar con los privilegios que se le otorgaron a los morenistas que en el pasado escalaron un conflicto laboral contra la Universidad de Colima y llevaron a cabo una huelga; todos comenzaron a ser colocados en posiciones de poder dentro de la institución y al único que dejaron solo fue a Leonardo Gutiérrez Chávez, traicionado nada más y nada menos que por su compadre Luis Enrique Zamorano, que lo vendió para ser el nuevo dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC) y dejar de manejar el taxi que conducía para completar el gasto familiar.
Y también algunos de los operadores políticos de la casa de estudios fueron favorecidos con contratos en el gobierno del Estado para sus negocios.
Hoy por hoy, pues, Indira Vizcaíno es la jefa del rector de la Universidad de Colima.
Y si le da permiso de competir, el rector será su carta para alguna candidatura en el 2024 o el 2027.