POR Luis Fernando Moreno Mayoral
El enojo y la rabieta de Indira Vizcaíno al saberse exhibida como corrupta a nivel nacional es proporcional a la embestida y el golpeteo que ordenó en contra de José de Jesús Dueñas García a través de los medios a su servicio y sus empleados en el Congreso del Estado.
Quedó claro que la gobernadora es la responsable de exigir 400 pesos al mes a los más de 2 mil empleados de confianza del gobierno del Estado para financiar de manera ilegal la campaña de Claudia Sheinbaum a coordinar los comités de defensa de la cuarta transformación.
Más de 14 millones de pesos es lo que ha recaudado Indira Vizcaíno hasta el momento para alcanzar la suma de más de mil millones de pesos que la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México ha gastado en estas pocas semanas de estar en campaña para suceder a Andrés Manuel López Obrador.
Cínica como es, Indira Vizcaíno intentó desacreditar el medio que publicó el reportaje, pero su ira salió a relucir cuando arremetió en contra del diputado Chuy Dueñas por promover la pieza periodística que terminó por exhibir al gobierno estatal como más corrupto que los anteriores.
La gobernadora de Colima exhibió su enojo en su lenguaje corporal y también lo reflejó cuando respondió a la pregunta que no quería que le hicieran en sus Diálogos por la Transformación; no pudo concebir que a nivel nacional quedara exhibida como una ratera y delincuente electoral como lo fue Delfina Gómez, la ignorante que fue secretaria de Educación y que utilizó todos los recursos del crimen organizado para ganar las elecciones en el Estado de México.
Indira Vizcaíno, que se rasgaba las vestiduras cuestionando las corruptelas del pasado, la deshonestidad de los ex funcionarios y la robadera de recursos del pueblo, hoy quedó al mismo nivel que ellos, si no es que más, por engañar a la gente con que sería diferente a los de antes.
Con un manejo de medios ineficiente y anclado en las estrategias de hace 20 años, la mandataria solicitó ayuda a sus empleados en el Congreso del Estado para que se viera todo el peso y poder del aparato gubernamental en contra de un diputado que lo único que ha hecho es señalar las irregularidades que se cometen día con día en el gobierno del Estado.
El nivel de los diputados de MORENA y aliados, que son sólo una caja de resonancia de todo lo que dice la gobernadora de Colima, es bajísimo; es vergonzoso ver a legisladores que, en lugar de hacer su trabajo y fungir como contrapeso entre los Poderes, se pelean por ver quién es el más abyecto, sumiso y servil con la mandataria, esperando que los hagan candidatos en el 2024 o de plano les den un cargo cuando termine la Legislatura, habida cuenta que están conscientes que no ganarán por traidores al pueblo.
¿Qué calidad moral tiene Armando Reyna, un sujeto que utilizó sus influencias en la Fiscalía General del Estado de Colima para deslindar a su hijo de la muerte que le provocó a un taxista cuando manejaba a exceso de velocidad y en estado de ebriedad, hablando del pasado y las corruptelas de Ignacio Peralta, si ese miserable fue un empleado del ex gobernador y salió con concesiones de taxi él y hasta su hija?
¿Qué credibilidad tienen un agresor y desequilibrado como Rubén Romo Ochoa que, como bien se lo dijo el representante de Movimiento Ciudadano en tribuna, es el más incompetente de los diputados de MORENA y aliados? Es un sujeto impresentable y, además, mitómano como su jefa.
Y Ana Karen Hernández da pena ajena: es la diputada que más ha cometido violencia política de género en el Congreso del Estado; además logró la reelección a base de trampas que sí le sancionaron a quien hoy despacha como secretario de Desarrollo Económico del gobierno del Estado.
Los diputados de la 60 Legislatura entendieron la orden de Indira Vizcaíno: cuando vieron que utilizó su programa de entretenimiento para calumniar a Chuy Dueñas en lugar de aclarar los moches que pide a los trabajadores de confianza para financiar a Claudia Sheinbaum, de inmediato pidieron asesoría a los inútiles empelados de la Oficina de la Gubernatura para que les redactaran los textos llenos de mentiras.
Y hasta ese acomplejado y enano mental de Ricardo Sánchez Arreguín dejó unos minutos el golpeteo a ciudadanos en redes sociales y en grupos de WhatsApp, en donde se la pasa amenazando, insultando y burlándose de todos los que cuestionan al gobierno de Indira Vizcaíno, para ponerse a trabajar unos minutos y enviarle textos mezquinos y mal redactados a los diputados.
Indira pasará a la historia como la gobernadora más corrupta, cínica, indolente y sinvergüenza que haya habido en toda la historia de Colima.