POR Jorge Octavio González
Indira Vizcaíno, quien se autoproclama feminista y defensora de las causas de las mujeres, es la primera que les da una cachetada en el rostro a todas las que han sufrido violencia física y política de género.
“La 4T tiene que ser feminista y joven”, dijo en alguna ocasión Indira Vizcaíno. El problema, sin embargo, es que la mandataria es una hipócrita de primera, pues envía a Vladimir Parra Barragán como su representante en diversos actos de gobierno.
Parra Barragán, como se recordará, fue señalado como agresor de mujeres por la Comisión Nacional de Honor y Justicia del CEN de Movimiento de Regeneración Nacional, así como por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima, con la recomendación 04/2022 que, por cierto, fue rechazada por la bancada oficialista de MORENA y sus lazarillos, en su mayoría mujeres.
Algunas activistas estuvieron impulsando la ley tres de tres, que tiene como objetivo que ninguna persona agresora sexual, deudora de pensión alimenticia o que haya incurrido en violencia familiar, podrá tener un empleo o cargo de elección popular en ninguno de los tres órdenes de gobierno. Hoy es un hecho gracias a esas mujeres que impulsaron esta iniciativa.
En la pasada jornada electoral en Colima, en el 2021, las mismas activistas como María Luisa Sosa de la Torre e Yndira Sandoval señalaron como agresores de mujeres a varios políticos que contendían por algún cargo de elección popular; entre ellos señalaron a Vladimir Parra Barragán, quien competía con las siglas de MORENA por la diputación federal por el primer distrito.
Y como esto no se trataba de partidos sin de personas acusadas de agredir a mujeres en sus diferentes modalidades, también se señaló a Isaac Pérez Esparza, del PVEM, acusado de violación y abuso sexual; Fernando Martínez Guerrero, de Movimiento Ciudadano, demandado por violencia política en contra de las mujeres por razón de género; Gabriel Cárdenas, del PAN, denunciado por violencia política de género, entre otros más que, ciertamente, competían por un cargo por todos los partidos políticos.
Mientras en el 2021 la 3de3 no era ley, agresores de mujeres como Vladimir Parra pudieron ser candidatos, no obstante que MORENA hoy se dice promotora de la citada ley; para fortuna de las violentadas, Vladimir Parra perdió la elección para diputado federal, pero Indira Vizcaíno, la gobernadora que se dice feminista, le dio trabajo como director general de la Ciapacov, donde se maneja dinero a discreción y funciona como la caja chica del gobierno en turno.
Indira Vizcaíno asegura que su gobierno es feminista, pero mantiene a Vladimir Parra como su funcionario y, lo peor, lo envía como su representante a eventos de gobierno, como una especie de burla a las mujeres que han sido víctimas de agresiones sexuales, acoso laboral y violencia política de género por parte de hombres que, por paradójico que se vea, terminan protegidos por mujeres en el poder.
Los compromisos políticos adquiridos entre Indira Vizcaíno y Vladimir Parra no deben ser más fuertes que una ley que ha sido aplaudida en todo el país, en donde se pretende respaldar a la mujer que ha sido maltratada, vejada, acosada y vilipendiada por algún político en cualquiera de los tres órdenes de gobierno; mientras la gobernadora no entienda que esto no se trata de atacar a uno de sus protegidos, no tendrá la autoridad moral para denominarse feminista.
Indira Vizcaíno protege a Vladimir Parra y a otros funcionarios de su administración que han sido denunciados por acoso sexual y laboral.
Y eso que la mandataria se dice feminista.
Un comentario sobre «Indira, la gobernadora más machista de Colima»
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