POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Cada día que pasa surgen más evidencias de que Indira Vizcaíno es la gobernadora más machista de toda la historia de Colima.
A ella le encanta decir que su gobierno es el más feminista de toda la historia de la entidad, pero los hechos demuestran lo contrario; ella sólo ama el dinero y el poder, no servir a la gente.
Al margen de que la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y Seguridad está de vacaciones y no hay información oficial, la semana pasada se habían superado los 100 feminicidios en lo que va del año; si la tendencia continúa así se romperá el récord del año con más mujeres asesinadas, que fue en el 2022.
Hoy, sin embargo, nació otro conflicto con mujeres que están privadas de la libertad en el Centro de Reinserción Femenil del Estado de Colima.
A través de una carta que enviaron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Colima, un grupo de mujeres señalaron una serie de atropellos que viven día a día al interior del reclusorio.
Por un altercado que protagonizaron tres reclusas, se les castigó por parejo a todas: dejaron de recibir sus tres litros de agua a las 6:30 de la mañana para tenerlos hasta después de las 8:00; no les permiten lavar sus tres cambios de ropa diario sino cada cuatro días; no pueden utilizar el teléfono hasta las 10:00, “negándonos nuestro derecho a la comunicación con nuestra familia y con nuestro abogado”, escribieron.
Añadieron que el sábado 30 de septiembre les informaron que sólo podrían hacer 3 llamadas durante el día, “limitándonos el tiempo de la llamada porque somos muchas, y tenemos que alcanzar a hablar todas en ese tiempo que seguridad y custodia asigna”.
Dijeron que si su abogado no contesta en el momento que lo llaman se tienen que esperar a hacerlo hasta el día siguiente. “Con ello se está vulnerando nuestro derecho a una adecuada defensa como lo marca el artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el Apartado B, fracción II. Y como lo señalan ustedes en los Derechos de las Mujeres Privadas de la Libertad en el apartado Derecho a la Seguridad Jurídica, que a la letra dice: Se les permita la comunicación con el exterior, con sus abogados y personas de su confianza, a fin de garantizarles el derecho a una adecuada defensa”, detallaron.
Y además de no permitir el ingreso de los profesores que dan talleres para su reinserción social, todavía las amenazaron con que hablar por teléfono es un privilegio, “cuando es uno de nuestros derechos, y que cuidemos la visita de nuestros familiares porque también nos la pueden negar por lo que hagan otras y que es de acuerdo a la Ley, que por una pierden todas”.
Todo eso sucede en el Centro de Reinserción Femenil del Estado de Colima, en la administración de la gobernadora más feminista de la historia de Colima.
Indira Vizcaíno es un fraude, una decepción, una desilusión; es increíble que se hayan dejado engañar miles de colimenses por una mujer oportunista, mitómana y sinvergüenza.
Pero todavía se pueden reivindicar quitándole en el 2024 la mayoría en el Congreso del Estado para que no continúe cometiendo ilegalidades y destruyendo las instituciones; aunque también lo pueden hacer en la revocación de mandato en el 2025.