POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Cómo creerle a los priístas que la ley debe cumplirse al pie de la letra cuando su candidata a la presidencia de la República, Xóchitl Gálvez Ruiz, se pasó por el arco del triunfo las disposiciones legales y utilizó la imagen del Instituto Nacional Electoral para informar que ella no quitará los programas sociales que impulsó Andrés Manuel López Obrador.
Si en el imaginario colectivo de la sociedad mexicana está la idea de que los programas sociales tienen la paternidad del gobierno de la 4T y que, por ende, sólo ellos pueden continuarlos, es porque la maquinaria de propaganda del gobierno federal y de MORENA es más fuerte y efectiva que la pésima comunicación social de la oposición.
Si Xóchitl Gálvez, por más que repita en cuanto foro se para que no quitará los apoyos sociales y aun así no logra convencer al electorado de eso, es porque no tiene un equipo de difusión efectivo que haga esas funciones en los medios de comunicación y las redes sociales.
Pero no tiene la culpa el INE de que la comunicación social de los estrategas de la candidata de la alianza Fuerza y Corazón por México no penetre entre los jóvenes y, sobre todo, los beneficiarios masivos de los programas, como los adultos mayores y personas con discapacidad.
Recurrir a la imagen del INE y colocar cientos de espectaculares por todo el país con los mensajes atribuidos al árbitro electoral es un acto desesperado y, por supuesto, ruin; alguien que dice respetar la ley y acatar las resoluciones de las autoridades electorales no se presta a semejante barrabasada.
Es cierto: la gente, en su mayoría, cree que los programas sociales se retirarán si llegara la oposición al poder. Y cómo no pensarlo si la bancada panista, que es uno de los partidos que postuló a Xóchitl Gálvez, votó en contra de ellos y siempre dijo que eran limosnas y clientelismo electoral.
La candidata a la presidencia de la República votó a favor de que los programas sociales estuvieran en la Constitución, pero en nada le ayuda tener al PAN como aliado si fueron ellos los que despreciaron ese tipo de programas por considerarlos clientelares.
Bastante lastre carga Xóchitl Gálvez con los partidos que la acompañan, como para incurrir en ilegalidades como la utilización de la imagen del árbitro electoral para la promoción de su campaña.
Tan aplastante es la propaganda de la 4T en ese sentido que la candidata presidencial de Fuerza y Corazón por México le pidió al INE que fueran ellos los que utilizaran sus espacios publicitarios para decirle a la gente que los programas sociales ya están en la Constitución y que quien quiera que llegue a la presidencia de la República no los podrá quitar.
Pero eso, hay que insistir, le corresponde a los partidos y estrategas de la candidata Xóchitl Gálvez, no al organismo electoral que apenas puede con todo el trabajo que le cargan por las constantes quejas de los partidos en esta contienda electoral.
Xóchitl Gálvez incurrió en una ilegalidad grave y desesperada, pero acá en Colima sus aliados, sobre todo los del PRI, se andan dando golpes de pecho con eso de que se tiene que cumplir la ley.
¿O se cumple o no se cumple? ¿O se cumple poquito?