POR Jorge Octavio González
Si Indira Vizcaíno no fuera tan soberbia ni se creyera hecha a mano por los mismos dioses, tal vez lograría esa conexión con la gente que tanto se requiere en estos momentos de violencia atroz y falta de oportunidades.
La gobernadora, ciertamente, no es una mujer tonta; sabe articular frases y domina temas importantes. El problema, sin embargo, es que no tiene la madurez para responder a cuestionamientos y su reacción desilusiona a quien espera una solución a la problemática planteada.
(Alguien inmadura, sin inteligencia, sacada de los certámenes de belleza es, desde luego, Viri Valencia. Pero Indira se cuece aparte; su único defecto es la indolencia y no saber comunicar los logros y acciones que hace su gobierno, algo que esperamos cambie en lo que queda de su sexenio).
Lo que sucedió ayer en los Diálogos por la Transformación, cuando respondió a botepronto a un reportero que era defensor de un integrante de un grupo criminal, ciertamente fue lamentable y desafortunado. Pudo haber respondido de miles de formas diferentes, pero decidió que ganara su hígado y su inexperiencia.
“Imagínate: tú haciéndole argumentos a la defensa de ese delincuente”, exclamó Indira Vizcaíno cuando el reportero sólo le cuestionó por qué, si minutos después de la detención de El Abulón circularon fotografías sin filtros en el rostro, la Fiscalía General del Estado de Colima envió las mismas imágenes como boletín de prensa con la cintilla en el rostro, cuando con ello ya se había violado la presunción de inocencia del brazo derecho de La Vaca.
El cuestionamiento es válido: las mismas fotografías enviadas a los medios de comunicación por la institución a cargo del bueno para nada y cobarde mini fiscal fueron las que circularon antes por redes sociales sin los filtros que por protocolo se ponen para el debido proceso.
Indira Vizcaíno, por el contrario, respondió lo primero que se le vino a la mente; estaba más que claro que le había incomodado la pregunta y los señalamientos hacia el personal de la Fiscalía de Colima, por lo que lo primero que hizo fue señalar al reportero como un defensor del presunto criminal, poniéndolo en riesgo ante la organización criminal enemiga de Los Mezcales, curiosamente la que, según los cables confidenciales hackeados por Guacamayas a la Secretaría de la Defensa Nacional, protegen desde la FGE.
En ocasiones parece que Indira es una niña que juega a ser gobernadora; la cuestión es que sus decisiones y sus impulsos emocionales repercuten en la vida diaria y ordinaria de los colimenses, quienes padecen todos los días la ola de violencia que azotó en la entidad a partir del 25 de enero del 2022 con la masacre en el CERESO.
El odio y los señalamientos que todos los días lanzaba López Obrador en las mañaneras en contra de Ciro Gómez Leyva terminaron con un atentado en su contra, salvado sólo porque su camioneta estaba blindada.
Las palabras tienen consecuencias; que no se le olvide a Indira Vizcaíno cuando responda la próxima vez a cuestionamientos de la prensa.
Alguien debe decirle a la mandataria que no está jugando a ser gobernadora ni influencer. ¡Tienen que decirle que es GOBERNADORA!
Un comentario sobre «Exabrupto de Indira pone en riesgo la vida de un reportero»
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