POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Desde hace meses hasta este lunes, cuando se determinó el método se elección para elegir a quien representará el Frente Amplio Opositor, en todas partes se preguntaban quién de la oposición sería el que entusiasmara a una sociedad impávida y que puede definir al próximo presidente de México.
No hay nadie, se escuchaba en todas partes. Y es que, en efecto, si hace unas semanas se preguntaban quién competiría en contra de las corcholatas de Movimiento de Regeneración Nacional, por más que buscaban no encontraban quién reuniría a toda la oposición y a la sociedad civil para sacar a MORENA de Palacio Nacional.
Y tenían razón: por más que en el PRI, en el PAN y en el PRD hubiera, entre todos, alrededor de 15 aspirantes a contender por la presidencia de la República, ninguno de ellos lograba despertar simpatías y la esperanza de tener un México mejor.
Alito Moreno Cárdenas, en el PRI, cerraba las puertas a quienes podrían participar, amén de tener una reputación de corrupto y traidor; en el PAN lo mismo, con la diferencia de que es el partido que más votación tiene en estos momentos y que su participación será fundamental si quieren ser competitivos en el 2024.
No había, pues, nadie de la oposición que tuviera la encomienda, primero, de unir a las dirigencias de los partidos de Va por México y, segundo, que la ciudadanía lo viera con buenos ojos por no representar los vicios del pasado.
Luis Donaldo Colosio Riojas, el alcalde de Monterrey, por más que lo quieran aventar al ruedo no está preparado para esta enorme responsabilidad. Y si aceptara sólo iría a perder porque no están las condiciones dadas para que el fenómeno de Nuevo León, con Samuel García, se repita en la elección presidencial.
¿Quién, pues, de la oposición podría competir seriamente en contra de alguna de las corcholatas que Andrés Manuel López Obrador decida para que sea su sucesor? Pues ya está y la han tenido a un lado en todo momento; sólo que no había manifestado su intención de contender ni mucho menos de que las dirigencias partidistas se abrieran a esa posibilidad.
Xóchitl Gálvez Ruiz, la actual senadora por el PAN, reúne todas las características para competir de tú a tú en contra de quien sea de MORENA en las elecciones presidenciales. Algunos en los sectores duros del PRI, que se creen con la facultad de vetar candidaturas sólo porque ven con más posibilidades y credenciales a uno de los suyos, dicen que es mejor que compita por la jefatura de la Ciudad de México, porque esa la tiene ganada, no así la presidencia de la República.
La misma senadora, en diversas entrevistas que ha dado, ha dicho que en estos momentos no tiene seguro nada, ni siquiera la candidatura para jefa de Gobierno de la CdMx. En esa lógica, por supuesto, es de entenderse que Xóchitl Gálvez, que en un principio decía que había trabajado para ser la jefa de Gobierno, ahora haya decidido competir por la presidencia de México.
No es sólo una decisión personal la de la senadora; ella ha dicho que le han hablado empresarios, la gente en las calles, en todos lados, para que por favor salve a México de la atrocidad en que ha convertido MORENA al país.
La Ciudad de México, por supuesto, sería ganada por un amplio margen si Xóchitl Gálvez es la candidata de la oposición, peor también si es Santiago Taboada, el alcalde de Benito Juárez, quien ha demostrado resistir la embestida de Claudia Sheinbaum con el invento de expedientes judiciales que pretenden amedrentarlo para sacarlo de la contienda del 24.
Nadie de quien sea designado por el dedo de AMLO como el candidato de MORENA puede criticar a Xóchitl Gálvez de ser una privilegiada, de tener una riqueza inexplicable, de ser parte de la élite, de robar y de ser una improvisada; ni siquiera el propio López Obrador lo podría hacer, porque hasta él la invitó en un principio a colaborar con él, negándose la panista por congruencia e ideales.
En la oposición no veían a nadie que pudiera hacerle frente a las corcholatas de AMLO. Tanto así que cualquiera que resultara ganador del dedazo ganaría sin problema alguno si en la oposición nombraban a cualquiera de los aspirantes de la vieja política.
Hoy no es así: si en realidad quieren ganarle a MORENA y tener una candidata con experiencia, peo también ciudadana y sin cola que le pise, la repuesta es Xóchitl.
No tienen margen para equivocarse; si lo hacen no va a valer campaña ni todo el dinero del mundo para ganarle a quien sea el candidato de MORENA.
Un comentario sobre «Es Xóchitl»
Los comentarios están cerrados.