POR Luis Fernando Moreno Mayoral
El asesinato ocurrido en Coyuca de Benítez, en Guerrero, recuerda cómo aquí en Colima el multimillonario papayero Nazario Rodríguez Guerra estuvo llorando varios días porque le retiraron la escolta que lo cuidaba día y noche.
En estas mismas páginas, sin embargo, dijimos que ese tipo de seguridad debía asignarse para quienes verdaderamente la necesitaran, como candidatos con amenazas de muerte si no renunciaban a sus aspiraciones.
Nazario Rodríguez, hasta donde se sabe, no cuenta con ningún tipo de amenaza a su persona ni le han pedido que renuncie a su candidatura o se atenga a las consecuencias; lo único que quiere es tener escolta que lo cuide día y noche sin pagar un solo peso.
A ver si ahora, con lo sucedido con el lamentable asesinato de José Alfredo Cabrera, el candidato del PRI, PAN y PRD a la diputación federal por el Distrito II deja a un lado su lloriqueo y desiste de contar con personal de seguridad de la Federación.
Hay zonas en otras partes de la República, como Guerrero, Michoacán, Zacatecas, entre otros, que sí requieren de vigilancia las 24 horas del día ante la violencia descomunal que impera; ahí se justifica plenamente que elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano acudan para proteger a candidatos y a la sociedad civil que va a ejercer su voto el próximo 2 de junio.
Qué vergüenza tener en Colima sujetos como Nazario Rodríguez que, por no gastar un solo peso, quiere que el gobierno federal los cuide.
Al menos vale la pena señalar que Colima, pese a que también la ola de violencia ha dejado a su paso muerte y sufrimiento, no ha habido ni un solo ataque o atentado en contra de un candidato de elección popular.
Esperemos seguir así de aquí al domingo.
*Los sindicatos siempre estarán dispuestos a basificar a la mayor cantidad de gente posible; lo repudiable es que dicha acción se haga como parte de un juego político.
La actual presidenta municipal de Colima, Patricia de la Madrid Andrade, quiere influir en el proceso electoral para beneficiar a Riult Rivera; para ello no le importa dañar las finanzas del Municipio.
El dirigente sindical tiene todo el derecho de sindicalizar a la mayor cantidad de personas que desee; lo que no se debe hacer es cumplir caprichos para beneficiar a un candidato que, por más que lo ayudan, no levanta en las encuestas y pierde en todos los escenarios frente a dos mujeres.
Mejor esperar a que pase la jornada electoral y ver los mecanismos para llegar a un acuerdo; la única condición de Héctor Arturo León Alam era cambiar de asesores, ¿no? ¿Cuál es la prisa?
*Increíble que, por estar en pleno proceso electoral, defiendan a un violador de menores.