El sismo del 19-09-22 rebasó a Indira

POR PXPress

EL DEL 19 DE SEPTIEMBRE DE 2022 es el primer sismo que le tocó a Indira Vizcaíno Silva como gobernadora de Colima. Tal vez por eso, la respuesta ha sido fallida, tardada, improvisada y desaseada. Más de una hora tardó en salir a dar información oficial sobre el suceso natural a través de redes sociales; el problema es que poco después del siniestro la mayoría de los colimenses se quedó en la oscuridad. Se fue la luz y, por ende, la conexión a internet vía wi-fi; los datos de celulares no respondían y quienes querían hacer recargas para estar conectados se encontraron con la sorpresa de que todos los establecimientos de autoservicio estaban cerrados. Pero un primer paso en la estrategia del gobierno del Estado fue dar el parte de los daños y la situación después del sismo a través de Facebook. ¡Genios! El segundo acto de la administración estatal fue el tardío anuncio de la suspensión a clases. Mientras la Universidad de Colima a los pocos minutos anunció que no habría clases para el turno vespertino y para el día siguiente, el gobierno del Estado apenas si pudo informar que sólo en el turno de la tarde no habría actividad. Fue hasta la noche, cuando padres de familia seguían en la incertidumbre de si llevar o no a sus hijos a la escuela, cuando se dio a conocer que, en efecto, no habría clases para el martes 20 de septiembre. Pero los errores no pararon ahí. La Secretaría de Educación y Cultura envió un formato a todas las escuelas de la entidad en donde se les pedía a los maestros hacer una evaluación de daños a las estructuras de los planteles educativos; después de 48 horas tendrían que dar toda la información y adjuntar evidencias en fotografías de lo que vieron. Los mismos maestros, al darse cuenta de lo que la autoridad les estaba pidiendo, comenzaron a manifestar su inconformidad. Dijeron que ellos eran maestros, no ingenieros; que había ingenieros que fueron enviados a Control Escolar sin tener el más mínimo conocimiento sobre el área. Y que todo esto lo hacía el gobierno del Estado para ahorrarse unos cuantos pesos y no contratar a expertos en ingeniería. La gobernadora Indira Vizcaíno, ante estos reclamos justos y genuinos, respondió que era un ataque político y que lamentaba que en estos momentos de crisis hubiera gente que hiciera eso. ¿Lo dijo en serio? Sí. En una entrevista de radio, tras ser cuestionada al respecto, lo primero que dijo fue lamentar que hasta en estos momentos de crisis por el sismo había quienes estaban buscando dañar al gobierno y atacar políticamente, cuando lo cierto es que fueron los propios maestros los que difundieron el formato por redes sociales y se quejaron de que tendrían que hacer un trabajo de ingenieros cuando ellos no lo eran. ¿A ellos cuestionó por sus críticas? ¿Ellos estaban pretendiendo dañar al gobierno? ¿Los maestros están haciendo un ataque político a la gobernadora? En su soberbia, la mandataria estatal cree que cualquier expresión contraria a lo que ella dice es un ataque personal y político; asume que son enemigos quienes le hacen ver los errores que comete. Totalmente falso. Si ella no se supo rodear de gene capaz y honesta no es culpa de la sociedad y de los pocos medios que cuestionamos sus pésimas decisiones; es de ella y de su séquito de funcionarios incapaces e improvisados. Indira Vizcaíno tendría que aclarar por qué dijo que quienes estaban haciendo las críticas por el formato enviado desde la Secretaría de Educación y Cultura querían hacer daño al gobierno. Lo lamentable, sin embargo, es que no paró todo ahí. Resulta y resalta que, ante la histeria colectiva y por el protocolo que se sigue en estos casos, en el Hospital Regional Universitario evacuaron a todos los pacientes y los acomodaron en la explanada en tanto pasaba el sismo. Terminó el siniestro y los pacientes seguían al aire libre, sin agua, sin medicamentos, sin el equipo necesario para ser atendidos. La gente que estaba en el lugar, al ver las condiciones indignas en las que se encontraban los enfermos, comenzaron a hacer un llamado a la sociedad a que ayudaran con víveres y suministros; ni tardos ni perezosos el apoyo llegó en cuestión de minutos. Pero eso no le gustó a la gobernadora del Estado; por ello ordenó la publicación de un comunicado en donde se le pedía a la población que no llevaran nada al HRU porque ellos tenían abastecido todo lo necesario para atender a los pacientes, médicos y enfermeros. Pero en la entrevista que dio a una estación de radio fue más allá: no sólo reiteró que no era necesario que la población ayudara con víveres, sino que se atrevió a decir que mucho de lo que había donado la gente ni siquiera servía para el hospital. ¡Así de soberbia y egocéntrica! La gente, solidaria como es, se desprendió de lo poco que tenían para ayudar a los que necesitaban en esos momentos; la gobernadora ni siquiera agradeció el gesto y, por el contrario, menospreció la ayuda porque eran artículos que “no se necesitan en los hospitales”. Y lo verdaderamente irresponsable, tratándose de la gobernadora de Colima, es cuando dijo, en la entrevista del martes, que ni por equivocación Colima sería declarado zona de desastre, para después, sólo un día después, anunciar que el gobierno federal declararía a Colima como zona de desastre, además de ingresar al Programa de Bienestar para las Personas en Emergencia Social, con lo que servidores de la Nación ayudarán a partir del miércoles a levantar un censo de las personas que sufrieron afectaciones graves en sus viviendas, quienes recibirán un beneficio del Gobierno de México de manera directa. ¿Por qué cambió de opinión Indira Vizcaíno de un día para otro? ¿Por qué negó que se podría declarar zona de desastre a Colima? ¿Quién la convenció de lo contrario? ¿O quién la regañó? Porque, en la primera entrevista, egocéntrica como es, Indira Vizcaíno casi se carcajeó cuando la cuestionaron sobre la sola idea de la declaración de zona de desastre a la entidad; horas después hasta presumía que sí se haría la declaratoria y que, además, Colima entraría al programa líneas arriba mencionado. En este primer sismo, la gobernadora Indira Vizcaíno Silva reprobó vergonzosamente. No estuvo a la altura de las circunstancias.

ANALIZADO EL LADO POLÍTICO DEL SISMO, sigue el de los estragos. En el recuento de los daños causados por el tremendo temblor de 7.8 grados en la escala de Richter del fatídico 19 de septiembre del presente año, por lo que se refiere al estado de Colima, no es nada alentador ni para los colimenses ni para sus autoridades. Un breve repaso es el siguiente: por lo menos dos muertos a causa de los derrumbes, ambos originados en el municipio de Manzanillo; cerca de las 2 mil 800 viviendas dañadas a consecuencia del mismo, diseminadas por todos los municipios de la pequeña geografía estatal; al menos unos 14 templos católicos de la pura entidad federativa, de acuerdo con los informes del canciller de la Diócesis de Colima, Ernesto Hernández Santacruz, así como un total de 35 lesionados en diversos grados de gravedad. El canciller eclesiástico no menciona la Catedral en el recuento de los edificios dañados, pero hasta parece que es el más peligroso, pues a simple vista se puede ver que una de sus dos cúpulas se encuentra un poco inclinada: es precisamente la misma de la que se cayó la enorme campana con la que se cuenta ahí para las llamadas a misa. Este miércoles se observó a personal (suponemos que de Protección Civil) que daba un vistazo a los daños, que debieron ser serios. A lo anterior hay que agregar los puentes y los edificios públicos que podrían haber resultado afectados por la descomunal sacudida, además de la mayoría de los hospitales de la capital, donde pacientes y personal tuvieron que salirse, guarecidos con toldos movibles, por el peligro que representaba adentro la caída de plafones, plataformas, marcos, enjarres malhechos, equipo médico, etcétera, algo que molestó a la Gobernadora Altozano, por cierto, por simples celos hacia la sociedad civil que generalmente actúa más rápido que los indolentes gobiernos. Visto de manera sombría, es todo un paquete para las pachorrudas, omisas, negligentes e ineptas autoridades estatales, con Indira Vizcaíno Silva a la cabeza. Lo más sombrío del diagnóstico resulta saber que el tremendo paquete está en manos de alguien tan gris, pues esta mala mujer no va a estar a la altura del reto. Los damnificados, especialmente aquellos a los que se les cayeron bardas o sus casas enteras, difícilmente podrán darles ayuda, considerando que el FONDEN fue desaparecido por el Gobierno Federal en cuanto llegó amlo al poder. Se habla que sí hay recursos para atender a los afectados (y no hablamos de los lesionados, que los invitarán a que se atiendan en el IMSS o el ISSSTE, según sus trabajos). No queremos ser aguafiestas, pero a las casi 3 mil personas cuyas propiedades colapsaron por el terremoto de marras, lo más seguro es que les entregarán algunas pinchurrientas despensas, un cheque por 500 pesos y la obligación de que se sientan eternamente agradecidos por la generosidad y desprendimiento de los cuatroteros, a los que se invitará amablemente a que voten y se afilien por Morena. Así las cosas en Colima. ¡Ya llévame, Diosito! 

DESPUÉS DEL DÍA DEL GRITO, además del ridículo de la gobernadora con el vestido oneroso y el sismo que no supo manejar, ha habido una cascada de asesinatos en toda la entidad, particularmente en Colima y Villa de Álvarez, y no ha salido el mafioso vocero Gustavo Joya Cervera ni siquiera para hacer el recuento de los muertos. ¿Dónde está ese siniestro personaje, acusado de apoyar a organizaciones criminales y de acosar a mujeres de la Fiscalía General del Estado? ¿O ya ni siquiera le interesa salir a criminalizar a las víctimas? El vacío que deja esas conferencias se están llenando con versiones en las redes sociales. Para acabarla de amolar: un área más donde la comunicación social no sirve para nada.

¿ADIVINEN DE QUÉ HABLÓ FERNANDO MORENO PEÑA en su reaparición en el programa que patrocina dos veces por semana? De los funerales de la reina Isabel II. Así como lo leen. ¿Y de lo local? No quiso hablar del atuendo de Indira Vizcaíno la noche del 15 de septiembre. ¿Algo más? Sobre el sismo, pero de su época como gobernador. ¿Ahora se dan cuenta del pacto de impunidad que hay entre el ex gobernador y el pinchi chapulín Arnoldo Vizcaíno Rodríguez para no hablar del gobierno de Indira Vizcaíno y, a cambio de ello, no tocar a la diputada florero Lizzie Moreno Ceballos? FMP es el Alito Moreno de Colima. ¡Aguas cuando sea la repartición de candidaturas en el PRI! Que no digan que no se los advertimos.

ANTES INCLUSO QUE LAS ESCUELAS, los diputados del Congreso del Estado se apresuraron a emitir un comunicado en donde informaban que no habría actividad en el Poder Legislativo en los próximos días y que se cancelarían las sesiones extraordinarias que se tenían programadas. Encima de que los legisladores son improductivos y no hacen nada a favor de la sociedad, todavía tienen el descaro de anunciar que no trabajarán debido al sismo del 19 de septiembre.