POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Después de que se nombrara coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación en medio de un proceso irregular y con las manos hasta el fondo del aparato de Estado, parecía que nada podría afectarle a la campaña de Claudia Sheinbaum.
La ventaja, construida a lo largo de cinco años al frente de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, con un activismo proselitista disfrazado de conferencias sobre su gobierno en las entidades del país, así como el apoyo en afecto y con recursos de parte del presidente de la República, se administraba sin problema alguno.
Xóchitl Gálvez Ruiz, mientras tanto, batallaba para conformar un equipo de confianza y el lastre de los partidos políticos no le ayudaba mucho; además de que también se desinfló y dejó de tener ese dinamismo y chispa que despertó en los jóvenes el deseo de participar en la política.
¿Y qué fue lo que sucedió?
Tatiana Clouthier, jefa de voceros de la campaña de Claudia Sheinbaum, en diciembre de 2022 denunció al analista político Alfredo Jalife-Rahme en Nuevo León, donde las calumnias y la difamación siguen siendo delitos de tipo penal, por haber asegurado que había vendido el litio a los extranjeros como secretaria de Economía.
Esta semana, en cumplimiento a una orden de arresto de la Fiscalía del Estado de Nuevo León, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México detuvo al columnista de La Jornada y lo trasladó hacia Nuevo León para presentarlo ante el Ministerio Público.
En redes sociales, cuando se dio a conocer la noticia, comenzó una andanada de críticas hacia Tatiana Clouthier por haber encarcelado a un venerable anciano de 75 años sólo por cuestionarla en su cuenta de X, antes Twitter.
La acción autoritaria y alejada de los valores que predica la 4T por supuesto que le pegó a Claudia Sheinbaum, quien también ha sido víctima de ataques y golpes antisemitas de parte de Alfredo Jalife; la jefa de voceros no pudo deslindar su decisión personal con lo que representa la campaña de quien desea suceder a Andrés Manuel López Obrador.
Tatiana Clouthier, en un afán de justificarse, dijo que la denuncia que levantó contra Alfredo Jalife la hizo el año pasado y que fue por un asunto personal y para limpiar su nombre; en el mismo sentido Claudia Sheinbaum y Mario Delgado Carrillo salieron a respaldar a la ex secretaria de Economía y dijeron que su denuncia no tiene nada que ver con lo que hace en la campaña.
El problema, sin embargo, es que la denuncia no fue por un asunto personal entre los dos, sino que se dio en el contexto de una crítica de Jalife-Rahme hacia quien se desempeñaba como funcionaria del gobierno federal, quien estaría vendiendo el litio a extranjeros.
La crítica, con o sin sustento, es por un asunto público y en el contexto de la nacionalización del litio en donde Tatiana Clouthier tuvo un papel preponderante como secretaria de Economía. Punto.
Los ataques a la jefa de voceros de Claudia Sheinbaum escalaron más a fondo y opinadores y youtubers pro-AMLO no le perdonaron a Tatiana que encarcelara a uno de sus referentes en las redes sociales como Alfredo Jalife.
Incluso le pidieron, para que el golpeteo no perjudicara a la candidata de MORENA a la presidencia de la República, que se desistiera de la denuncia. No quiso.
Ayer, en la conferencia mañanera, el presidente López Obrador dijo que Alfredo Jalife era su amigo y que estuvo atento a la detención e hicieron todo lo posible para que saliera esa misma noche del reclusorio donde estaba internado.
Si Tatiana Clouthier esperaba un respaldo de AMLO ante su decisión de denunciar a Jalife se equivocó; esto sirvió para que los mismos opinadores de la red AMLO intensificaran los ataques hacia la jefa de voceros de Claudia Sheinbaum y aseverar que el sello de su eventual gobierno sería la persecución de sus críticos.
Hubo quien señaló que, por la intervención de AMLO, Alfredo Jalife salió de la cárcel, pero se preguntó a continuación: ¿y qué pasará cuando ya no esté en Palacio Nacional?
Las mediciones que se hagan los próximos días, ya con este escándalo, seguramente le pegará a la campaña de Claudia Sheibuam, que tampoco supo qué contestar cuando le preguntaron sobre el asunto; aunque titubeó y dijo que las entidades que todavía penalizan las calumnias y la difamación deberían derogarlos, quedó exhibida cuando el propio López Obrador salió en defensa de Jalife y dijo que por nada del mundo se debería encarcelar a nadie por lo que piensa y opina.
En el colectivo de la gente se quedó la percepción de que el eventual gobierno de Claudia Sheinbaum, que mantiene a Tatiana Clouthier como su jefa de voceros, sería autoritario y encarcelaría a los críticos.
Aunque esta ocasión AMLO contribuyó para que Alfredo Jalife saliera de prisión, qué es lo que harán cuando ya no esté en el gobierno y Claudia Sheinbuam y Tatiana Clouthier tengan el control absoluto de la presidencia de la República y las instituciones de justicia.
Da terror imaginarlo.