POR Jorge Octavio González
Las listas de los candidatos a las diputaciones locales por la vía plurinominal exhibieron la miseria humana de los dirigentes de todos los partidos políticos que, por supuesto, se repartieron como viles hampones los primeros lugares para llegar al Congreso del Estado.
Comenzamos con las listas del Partido Revolucionario Institucional:
El primer lugar se lo otorgó nada más y nada menos que Arnoldo Ochoa González, el dirigente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Mientras confabulaban para impedir la participación de cuadros en las elecciones y ejercían violencia política de género, dejaban de pagar los salarios caídos a los trabajadores que corrieron como animales y vendían algunas candidaturas a empresarios que esperan ingenuamente ganar por el repudio que hay por MORENA, el septuagenario político cabildeaba la posición más segura para llegar al Poder Legislativo.
En el ocaso de su carrera política, con un desprestigio que lo tiene desmejorado y enfermo, Arnoldo Ochoa no tuvo empacho en utilizar la dirigencia estatal del PRI para clocarse en la primera posición de las listas por la vía plurinominal, todo con el objetivo de obtener fuero y dejar a otro dirigente el manejo de los múltiples problemas que no resolvió.
El que más resentirá será el despido inmisericorde de priístas que dieron su vida por el tricolor hasta por 20 años. Algunos de ellos informaron que se estarán presentando con sus familias en todos los actos donde esté Ochoa González para recriminarle haberlos dejado sin trabajo. Ojalá lo hagan para ver si le da un poco de vergüenza.
Un tribunal en materia laboral ya sentenció que la actual dirigencia tiene que pagar salarios caídos a quienes corrió de manera injustificada; no lo ha hecho porque no quieren utilizar el dinero para eso sino para las campañas electorales.
El final de la carrera política de Arnoldo Ochoa González, un sujeto que siempre buscó ser gobernador de Colima y sólo pudo hacerlo por la vía del interinato porque bien sabía que nadie votaría por un impresentable y corrupto como él, es indigno; pasará a la historia como un priísta manchado por la corrupción, los negocios al amparo del poder y nunca entender que ser servidor público es servir al pueblo y no servirse de ellos.
El segundo lugar en la lista de candidatos por la vía plurinominal se lo dieron a Lizzie Moreno Ceballos, hija del ex gobernador más corrupto, autoritario y sanguinario que ha tenido Colima.
Cuando informó haber rechazado la diputación federal plurinominal que le consiguieron, se justificó argumentando que su objetivo era trabajar por las personas del Distrito VI, que comprenden parte de Colima y de Cuauhtémoc, y que prefería competir para ganarse de nuevo el voto ciudadano.
Algo pasó que se dio cuenta que los números no le daban y que ya no tenía el triunfo asegurado; los dinosaurios del PRI, esos que llevan 50 años haciendo política de la vieja, determinaron otorgarle el pase directo al Congreso del Estado.
El objetivo es que, si no gana la elección por mayoría relativa, podría ingresar por la vía plurinominal.
Claro: para eso hace falta que el PRI tenga una cantidad de votos que le permita ingresar al menos a los dos primeros lugares de la lista.
El Revolucionario Institucional, sin embargo, es posible que hasta pierda el registro del desprestigio que no pueden quitarse ni con lejía; en el caso de que sí lo conserven, es muy probable que sólo ingrese el primer lugar, que es el que se agandayó Arnoldo Ochoa González.
En una de esas, por querer abarcar mucho, Lizzie Moreno ni siquiera logra ser diputada ni por mayoría ni por la vía plurinominal.
Los próximos días continuamos con las listas de plurinominales del PAN, del PRD, del PT, del PES y de todos los que estarán compitiendo en estas elecciones, pues la tónica es la misma que en el PRI: imponer a impresentables para seguir mamando del erario.