El padre de los muertos vivientes*

POR Bibiano Moreno Montes de Oca

Si bien no es el creador del género, por lo menos sí es el que popularizó hasta la estratósfera las películas, las series y los juegos de video de los muertos reanimados con su cinta de culto en blanco y negro de 1968: La noche de los muertos vivientes. Desde ese año, y hasta nuestros días, el tema de los muertos que vuelven a la vida es una constante en el cine, series y en la TV de prácticamente todo el mundo.

El responsable de la masificación de ese género de terror, pues, es George A. Romero (la A es de Andrew), quien apenas acaba de morir el 16 de julio de 2017, a los 77 años de edad. Así, pues, al que viene a ser el padre de los muertos vivientes en cine, series y en video juegos, lo menos que puedo hacer en esta columna de culto es dedicarle el espacio de hoy.

El éxito de la cinta La noche de los muertos vivientes en el 68, realizada con un presupuesto ínfimo, motivó a su creador a completar la trilogía, que después se convirtió en una saga, aunque eso no se hizo de inmediato, sino que se tomó su tiempo. Después de la cinta de terror clásica le siguieron otras con diferente temática, si bien dentro del género en el que se especializó. No fue sino hasta 1978 (diez años después) cuando filmó la segunda parte de la trilogía con el título El amanecer de los muertos.

Sobre su segunda incursión en el tema de los muertos vivientes (ojo: muertos vivientes, no zombis, tema del que más adelante me ocuparé) hay algunas cosas interesantes por señalar. Esta vez, realizada a color, la película fue un verdadero trancazo de taquilla y de crítica, pues ahí sí se podían apreciar los regueros de sangre que dejaban por todos lados los muertos reanimados que eran ejecutados con su respectivo disparo a la cabeza, así como por la participación nada menos que de Darío Argento.

Si la primera parte de la trilogía transcurría una noche en la que los muertos de un cementerio cobran vida y son presas de un hambre caníbal, en la segunda las cosas se desbordan en un centro comercial en el que un grupo de personas queda atrapado, con cientos de cadáveres reanimados acechando alrededor del establecimiento. La mano maestra del gran director italiano está presente en esta cinta de Romero (el director), en su calidad de productor.

Un remake de esta cinta volvería a filmarse en 2004, con el mismo título, que aunque más sangrienta y violenta que la original, no logra igualarla (y menos superarla), aunque tuvieron el buen tino de contratar a Tom Savini como actor, creador del maquillaje de los muertos vivientes.

Sobra decir que la cinta El amanecer de los muertos (la que fue colaboración de Romero y Argento) está considerada como «una de las mejores películas de terror jamás creadas» por parte del crítico de cine Roger Ebert.  De igual forma, está considerada entre las “50 mejores películas de culto” por la revista Entertainmert Weekly  (en 2003). En 2007 la revista Stylus Magazine la nombró como “la mejor película de zombis de la historia”. Nada mal en la colaboración de dos genios del cine de terror.

Al siguiente año, en 1979, el maestro italiano Lucio Fulci lanzó al mercado la película a la que se tituló Zombi II, pues a la de Romero y Argento se le conoció en algunos países con el nombre de Zombi; sin embargo, lo cierto es que no tenían nada qué ver una con la otra, salvo el tema de los muertos que regresan a la vida.

A este respecto, cabe señalar que Lucio Fulci aprovechó la explotación del género, pero desde otra perspectiva, no menos sangrienta y terrorífica: la del vudú, en virtud de que su historia transcurre prácticamente en una isla que se parece a Haití, país en el que se tiene como cierta esa práctica de revivir a los muertos y manejarlos a voluntad con un muñeco.

El director italiano seguiría filmando algunas otras cintas del mismo género zombi; por ejemplo, la segunda parte (que en el mercado era la tercera), la que inicia con la llegada de un barco repleto de zombis a la bahía de la ciudad de Nueva York, donde hacen su agosto. Los zombis, pues, son de Lucio Fulci; los muertos vivientes, de George A. Romero.

La tercera parte de la saga iniciada por Romero vino en 1985 con El día de los muertos, la cual transcurre en una base militar subterránea, donde chocan soldados (que son unos ojetazos) y científicos por controlar a los muertos, que a estas alturas ya han tenido ciertos adelantos en su comportamiento (son un poco más inteligentes), si bien siguen siendo igual de sanguinarios que siempre.

En la década de los 90 sucedieron algunas cosas interesantes: Romero reescribió el guion de la cinta clásica La noche de los muertos vivientes, pero esta vez con una mujer como la protagonista, aunque igualmente aparece un negro (Tony Todd). La cinta la dirigió Tom Savini.

Por esas mismas fechas volvieron a colaborar juntos Romero y Argento en la película Two evil eyes, con dos historias tomadas del escritor Edgar Allan Poe. Así, el director gringo estuvo a cargo de la adaptación de La verdad sobre el caso del señor Valdemar, en tanto que el italiano tuvo a su cargo El gato negro. Aunque ya no volvieron a dirigir juntos, ambos cineastas se volvieron buenos amigos.

En junio del 2005 se estrenó la cuarta parte de la saga, bajo el título de Land of the dead (algo así como Tierra de los muertos), que tuvo el buen tino de contar con la participación estelar de Asia Argento (hija de Darío Argento) y Dennis Hopper, cuya secuencia de los muertos cruzando el río para llegar a la exclusiva zona en la que habitan los ricos de la ciudad es como una metáfora de los inmigrantes que pasan el Bravo para llegar a Estados Unidos.

Para septiembre de 2007 se presentó en el festival internacional de cine de Toronto la película El diario de los muertos, donde un grupo de jóvenes estudiantes acuden a un lugar apartado, al que sólo se llega en botes, donde los muertos vivientes son descendientes de piratas españoles. Por cierto, en la cinta hacen su aparición directores de la talla de Quentin Tarantino, Wes Craven, Tom Savini, Guillermo del Toro y hasta el escritor Stephen King.

La última de la saga de Romero fue con Survival of the dead (Supervivencia de los muertos), con un tono apocalíptico en el que los que aún están vivos tienen que enfrentar a los muertos desde dos bandos irreconciliables. No obstante, en todos estos años el director desaparecido recientemente trabajó en muchos más proyectos con la temática zombi.

Así, aunque escribió el guion para Resident evil, éste le fue rechazado. Al final, la saga completa se la echó a cuestas el director Paul W. S. Anderson, con su buenísima y bella esposa Mila Jovovich en el protagónico de Alice, que por cierto no existe en el videojuego, que es de donde fue retomada la historia.

Los productores de la serie The walking dead le ofrecieron dirigir un capítulo, como reconocimiento a su trayectoria, pero Romero lo rechazó. En cambio, escribió algunas historias para historietas ilustradas, en las que se sintió más cómodo que dirigiendo actores.

La lista de cintas sobre muertos vivientes y zombis es infinita, incluidas algunas en tono de humor negro. En una de ellas, que también se convirtió en exitosa saga, uno de los personajes de El regreso de los muertos vivientes (Dan O´Bannon, 1985) le dice a otro en charla informal que el director de La noche de los muertos vivientes, Romero, tuvo que cambiar en el guion la parte en la que se decía que un tambo de desechos tóxicos del ejército norteamericano se había esparcido cerca de un cementerio y que esa había sido la causa de que los muertos se levantaran de sus tumbas.

Cierto o no, en lo sucesivo ya se pudo criticar a los militares en las películas sobre este tema, pues por lo menos suena lógica la explicación del porqué los muertos reviven con una tremenda hambre de carne humana. Y, claro, todo se lo debemos a George A. Romero, que ahora es el rey en el mundo que creó en vida.

*Columna publicada el 25 de julio de 2017.