POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Quienes lo conocieron en la infancia dicen que José de Jesús Dueñas García era un niño introvertido al que le quitaban todo su dinero cuando llegaba a la escuela.
Y lo hacían porque él mismo presumía que tenía mucho.
Al margen de que no es correcto que a un niño le quiten lo que es suyo, está claro que al diputado Chuy Dueñas le generó un trauma que ahora, ya con poder, trata de focalizar como una especie de justiciero que salva a los buenos de la gente malvada.
Cierto es que, según la percepción del ex priista, el bueno es él y los malos son todos los que conforman el gobierno del Estado y hasta los medios que cuestionamos sus excesos y mitomanías.
Ya no es el niño con miedo que sacaba sus monedas para dárselas a sus compañeros de escuela; ahora sube a tribuna y calumnia a las autoridades, reta a debates a la gobernadora, amén de que confronta a los medios y se burla de los comentarios y análisis que hacemos hacia su persona.
Él cree que combate a los malos.
Y se cree su propio cuento.
En el tema de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Colima y Villa de Álvarez, José de Jesús Dueñas García cree que ataca al malo (gobierno del Estado) poniéndose del lado del bueno (Ecosistema de Colima S.A de C.V), cuando lo cierto es que defiende a una empresa ligada al corruptazo Pedro Peralta Rivas y el negociazo que significa el saneamiento de las aguas de la zona conurbada.
Si le pagan o no es asunto de él y nadie más.
Lo cierto, sin embargo, es que Chuy Dueñas es un mitómano compulsivo porque negó que pidiera a la gobernadora el regreso de una de las funcionarias más nefastas del gobierno de José Ignacio Peralta Sánchez.
En tribuna pidió que recontrataran a Leticia Delgado Carrillo como secretaria de Salud porque, según su ver y entender, fue una servidora pública comprometida y eficiente.
De acuerdo al medio de comunicación Rotativa Libre, el diputado dijo que Leticia Delgado “es una mujer con experiencia y resultados en su paso como secretaria de Salud de la administración anterior”.
Y agregaron en la nota informativa: “Lo que no mencionó Chuy Dueñas es que durante el paso de Leticia Delgado como secretaria de Salud su esposa fue beneficiada, pues se le otorgó un ascenso laboral, pues es trabajadora del Poder Ejecutivo”.
Qué guardadito se lo tenía el diputado que dice ser de la nueva política: su interés por el regreso de la ex titular de Salud en el peraltato no es por su experiencia y trabajo, sino porque regresarán los privilegios para su compañera de vida.
Dueñas García intentó justificar su postura diciendo que cómo era posible que en el gobierno del Estado y en MORENA desacreditaran a Leticia Delgado si era hermana de Mario Delgado Carrillo, el próximo secretario de Educación del gobierno de Claudia Sheinbaum.
¿Y?
A Chuy Dueñas no le mueve hacer las cosas bien; a él lo que le interesa es que regrese la ex secretaria de Salud por un asunto eminentemente personal.
Lástima que, para sus asuntos privados y de familia, extorsione y calumnie a través de los medios de comunicación y se promocione como dirigente de Movimiento Ciudadano, cuando es el menos calificado para esa posición.