POR Jorge Octavio González
A Riult Rivera le gustar estar llorando por la falta de dinero en el ayuntamiento de Colima, pero todos los días hacen fiestas, fue lo que, palabras más, palabras menos, dijo el diputado federal Leoncio Morán Sánchez en una entrevista de radio hace unos días.
Y no le falta razón: sólo basta ver la posada que le hicieron a los reporteros domesticados para darse cuenta que dinero es lo que sobra; fueron tan sinvergüenzas que hasta se tomaron fotos con los billetes en mano que les acababa de dar el presidente municipal.
La dignidad no existe para ellos. En fin.
Insistir en culpar al pasado de la falta de obras y seguridad en la capital es, en esencia, una falacia; lo que no tiene Riult Rivera y su equipo es creatividad y ganas de trabajar para hacer más con menos.
Todas las semanas, sin embargo, Riult Rivera realiza fiestas en barrios y comunidades y reparte dinero a más no poder; lo mismo cuando lo invitan a ser el anfitrión, pues lleva regalos y dinero en efectivo para seguir el ejemplo de su patrón Mario Anguiano Moreno, que cargaba dinero para repartir a todo aquél que le pedía ayuda.
Claro: eso sólo lo hizo cuando fue presidente municipal; ya cuando alcanzó su objetivo de ser gobernador ni se dejaba ver ni permitía que se acercaran a él.
La cuestión, efectivamente, es que Riult Rivera engaña con la verdad: no hay, efectivamente, dinero para los compromisos de fin de año; lo que sí fluye es liquidez a raudales para repartir y tener contentos a sus periodistas domesticados y a los empresarios que invirtieron en su campaña. ¿Cuánto de eso viene del crédito de 35 millones de pesos que solicitó hace unos días?
¿O a poco creen que los aplausos y vítores que durante la campaña electoral hizo Sean Osmin Hamud Ruiz (que más bien es demasiado ruin) fueron de a gratis?
El sujeto, antes de darle su repasada, fue director general en la Secretaría de Fomento Económico —con un sueldo superior a los 40 mil pesos mensuales— cuando su titular fue Rafal Gutiérrez Villalobos, un tipo perverso ligado al crimen organizado y señalado por la revista Proceso como el encargado de lavar dinero para un cártel nacional.
Sean Osmin Mamud Ruin se caracterizaba por viajar por todo el territorio mexicano sin gastar un solo cinco; era tan miserable que juntaba los tickets y facturas para pedir la devolución de lo erogado mientras en el gobierno del Estado despedían gente por las corruptelas de los funcionarios de más confianza de Mario Anguiano, aunque después dijo arrepentirse de ello, como Óscar Zurroza Barrera, Jesús Orozco Alfaro y el propio Rafael Gutiérrez Villalobos.
Durante la campaña, Mamud Ruin elogió la estrategia de seguridad que presentó el candidato del PRIAN a la presidencia municipal de Colima; a la fecha sus buenos deseos resultaron un fiasco porque la ciudad capital sigue siendo de las más violentas del país y del mundo entero.
Sean Osmin fue, también, vice presidente regional de Occidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación y actualmente es vicepresidente nacional de cadenas productivas en sede nacional de la CANACINTRA.
Como parte de la cartera de la CANACINTRA, ni siquiera ha sido capaz de levantar la voz por los constantes robos a los negocios a lo largo y ancho de la ciudad capital; con tal de no molestar a Riult Rivera es capaz de hacer oídos sordos a las súplicas y reclamos de los micro y pequeños empresarios que sufren todos los días el acoso de las organizaciones criminales que les cobran derecho de piso para seguir operando.
Pero la propuesta de seguridad de Riult Rivera durante la campaña, de acuerdo a las palabras textuales de Sean Osmin Mamud Ruin, “es inteligente”. Lo que menos tiene la estrategia de seguridad en la capital, con un sujeto sancionado por la SEDENA por acoso laboral y sexual como Comisionado de Seguridad Pública y Justicia Cívica, es inteligente; es más bien todo lo contrario.
Ser uno de los funcionarios más cercanos a Rafael Gutiérrez Villalobos, como en su momento también lo fue Octavio García Salazar alias El Polvaredas, dice mucho de ellos; el ex oficial mayor de Mario Anguiano en el ayuntamiento de Colima también fue exhibido por administrar el rancho de un narcotraficante que después fue asesinado.
¿Y Sean Osmin Mamud Ruin? Sumen uno más uno, igual a dos enamorados.
Saquen sus propias conclusiones de por qué la cercanía con esa rata (Gutiérrez Villalobos) que, en más de una ocasión, se ha tirado al piso cuando alguien sospechoso pasa a su lado o escucha un ruido similar al de un balazo, señal de que algo muy gordo debe.