El defenestrado Riult

POR Jorge Octavio González

Hay que reconocer que Riult Rivera tiene numerosos defensores en las redes sociales; muchos de ellos hablan de la educación y caballerosidad del presidente municipal de Colima y otras tantas bondades más.

Lo cierto, sin embargo, es que esos defensores de oficio y oficiosos son, de alguna manera, beneficiarios de su gobierno en el ayuntamiento de Colima o tienen relación directa o indirecta con el presupuesto de la administración municipal.

Otros más, los más rabiosos, lo hacen por no tener otra cosa qué hacer más que exhibir su frustración y miseria humana.

Quienes hablan de la educación y la caballerosidad de Riult Rivera en realidad no conocen a la persona que es el panista; sólo basta preguntarle a Martha Márquez por qué lo denunció ante la Fiscalía General del Estado de Colima “por violencia intrafamiliar y lo que resulte”.

Si es caballeroso y educado como tanto pregonan sus aplaudidores, por qué, entonces, violentó a la madre de sus hijos. O más aún: ¿por qué dejó sin manutención a su propia sangre?

Claro que alguien que recibió un contrato millonario del ayuntamiento de Colima va a decir que Riult Rivera es la mejor persona del mundo; eso lo podemos ver incluso en sus reporteros domesticados que, aunque sea una miseria lo que les pagan, salen a defenderlo en los medios y en las redes sociales y se exponen a que la gente los repudie por vendidos y chayoteros.

Es entendible, por donde quiera que se le vea, que un padre de familia hable maravillas de Riult Rivera si le dio trabajo a un hijo o hija en la administración municipal; sin embargo, también se habló maravillas de José Ignacio Peralta Sánchez por la misma razón, así como de criminales de guerra y genocidas como Adolfo Hitler, Benito Mussolini o Francisco Franco. Todos ellos tuvieron a sus leales seguidores.

Hoy, por ejemplo, se ve a Donald Trump como un héroe que salvará a Estados Unidos de las mafias y corporaciones terroristas que se quieren apoderar del mundo. ¿Y a poco es una buena persona si, como ya se demostró ante un juez, sí violó a la periodista y escritora E. Jean Carroll? Claro que no. Lo es, ciertamente, para un grupo —grande o pequeño— que se beneficia de sus políticas públicas y coincide con su ideología.

A un estadounidense que odia la onda woke y no tolera a quienes linchan en redes por no aceptar el lenguaje inclusivo no le importa que Trump haya violado a una mujer o que haya incitado a sus seguidores a tomar el Capitolio cuando no reconoció su derrota en las elecciones que ganó Joe Biden. Por cierto, a la mayoría de quienes fueron arrestados por ese hecho gozarán del indulto del presidente de Estados Unidos a partir de que tome protesta este 20 de enero.

No hay que dejarse llevar por la cantidad de personas en las redes sociales, reales o no, que defienden a capa y espada a un político; eso no es indicativo de que sea una maravillosa persona o que tenga la solución a todos los males del municipio o del país.

Ahí está Rafael Mendoza: un sujeto limitado que tenía que ser encarcelado por los diversos delitos que cometió fue perdonado por la cantidad de gente que manipuló para su causa y que estuvieron dispuestos a dar su vida si lo aprehendían, tal y como lo determinó, en diversas ocasiones, la autoridad federal.

¿Dónde está ahora el ex presidente municipal de Cuauhtémoc? En el basurero de la historia.

Los seguidores de los políticos, manipulados o no, hacen ruido y generan polarización, cierto; sin embargo, eso no tiene que determinar su capacidad o no para gobernar, mucho menos crear un escudo moral para inhibir las críticas de la sociedad inconforme o los medios de comunicación que critican al político porque ese es el trabajo que tienen que hacer.

En PXPress estamos acostumbrados a que las hordas de fanáticos se desborden en insultos y descalificaciones por los textos que publicamos en contra de los políticos de todos los partidos; lo que no vamos a hacer es callar o dejarnos intimidar porque les enoja que critiquemos a su ídolo de barro.

Riult Rivera no aprendió la lección: no es matando al mensajero como logrará una mejor gestión en el ayuntamiento de Colima; es dando resultados y trabajando para el bien de la sociedad, reconociendo que hay cosas que no están haciendo correctamente y enmendar errores para mejorar.

En fin: aquí la crítica seguirá y no habrá nada ni nadie que lo impida.

¡Vamos, 2025!