POR Jorge Octavio González
Una cosa quedó bien clara en la jornada electoral del pasado 2 de junio: la inmensa mayoría de la gente no quiere que el PRI, el PAN y MC tomen las decisiones del futuro de México.
Se vio a lo largo y ancho de toda la República Mexicana, pero también en Colima.
El Congreso del Estado, que tenía cierta pluralidad en esta Legislatura, repitió el mismo esquema de la pasada, con el triunfo avasallador de los candidatos de MORENA en la mayoría de los distritos electorales.
Distrito I. Fernanda Salazar Martínez, quien había ganado en el 2021 la diputación, en esta ocasión perdió frente a José Manuel Romero Coello.
Distrito II. Pese a que Carlos Antonio Cárdenas Roque presumía tener la diputación en el bolsillo, la gente en las urnas lo envió al basurero de la historia por corrupto, miserable y fanfarrón; prefirió a una Priscila García que ni siquiera estaba cómoda en el Congreso del Estado.
Distrito III. Tan mala candidata era Martha Silva Rodríguez que la ciudadanía le dio el triunfo a Glenda Ochoa, la ex empleada de Leoncio Morán Sánchez que vendió su dignidad con tal de no ir a la cárcel por el desvío de recursos en el ayuntamiento de Colima.
Distrito IV. Se hizo justicia divina: si las autoridades electorales pasaron por alto su falsa ceguera, los electores no. Ellos, con el poder de su voto, decidieron que César Abelardo Rodríguez Rincón no fuera su representante; en su lugar, favorecieron al morenista Álvaro González Lozano.
Distrito V. Qué humillación sufrió el tres veces alcalde de Villa de Álvarez, Felipe Cruz Calvario: perdió por alrededor de 2 mil 500 votos frente a la morenista Karen Judith Jurado Escamilla. Para ser su primera elección, le ganó a un veterano de guerra. No hay que perder de vista a esa muchacha.
Distrito VI. Por casi 3 mil votos ganó Lizzie Moreno Ceballos. La competencia que tenía era una farsa: Kate Castillo es una niña privilegiada que nunca en su vida trabajó por nada. Pese a tener la marca MORENA, los electores decidieron no darle poder a una frívola e indolente joven; prefirieron lo malo por conocido.
Distrito VII. Fue de las competencias más reñidas que hubo el domingo 2 de junio: por momentos ganaba por menos de 100 votos Sofía Peralta Ferro, por momentos ganaba Karely Vázquez Solórzano. Por poco más de 200 votos se alzó con el triunfo la otra niña privilegiada impulsada por su papá Pedro Peralta Rivas, que gastó el dineral de su vida en hacer diputada al orgullo de su nepotismo.
Distrito VIII. Increíble que Evangelina Bustamante, que nada hizo en esta Legislatura ni en la payasada denominada Bancada de Género, ganara por más de mil votos a Héctor Magaña Lara, que se perfilaba para la reelección. Queda fuera un diputado combativo y repite una comparsa del poder. Así es la democracia: rara.
Distrito IX. Diana Zepeda Figueroa, que como presidenta municipal de Armería no hizo nada más que entregar el municipio al crimen organizado, arrasó en la elección y sacó 11 mil 564 votos, mientras su más cercano competidor, Jonás Caraballo Juárez, obtuvo mil 847. Así es: casi 10 mil votos de diferencia. Raro, desde luego.
Distrito X. Juan Carlos Rendón García, de la alianza MORENA, PT y Verde Ecologista, ganó por 7 mil 866 votos a Paloma Monserrat Pinto Novela, la hija de Noé Pinto de los Santos, que sacó 3 mil 418 sufragios.
Distrito XI. Andrea Carolina Heredia Torres arrasó con 8 mil 750 votos, mientras que su más cercana competidora, Perla Karina Moreno Nogales, sacó sólo 2 mil 774.
Distrito XII. Gustavo Larios Uribe alias El Mampo, según Beto Gopar, ganó claramente la diputación con 8 mil 362 votos, mientras que su más cercano competidor, Miguel Ángel Mora Rodríguez, sacó 4 mil 653.
Distrito XIII. Isamar Rodríguez le ganó a un priísta de años como Alberto Medina. Repetirá como legisladora.
Distrito XIV. La pupila más avanzada de Rogelio Rueda Sánchez, Andrea Naranjo Alcaraz, arrasó en la elección y sacó 11 mil 943 votos, mientras que Carolina Urióstegui obtuvo 3 mil 826 sufragios.
Distrito XV. Qué tan mala fue como candidata Laura Montes Camacho que los tecomenses prefirieron darle el triunfo a una impresentable generadora de odio como Yommira Carrillo Barreto. Ni modo: a soportarla de nuevo.
Distrito XVI. En Tecomán les gustan las dinastías y le dieron el triunfo a la esposa del alcalde Elías Lozano, Mirella Martínez Silva, sobre Carlos Abel Vargas Bracamontes.
La gente en Colima le dio 14 de 16 curules a los candidatos de MORENA, PT y Verde Ecologista, dejando en claro que no quieren que los priístas, panistas y emecistas decidan el futuro de la entidad al menos los próximos tres años.
Curioso que sólo dos niñas privilegiadas del PRIAN, hijas de corruptos, se hayan alzado con el triunfo. Raro. Raro. Muy raro.