POR PXPress
LAS COMPARECENCIAS QUE SE dieron la semana pasada en el Congreso del Estado dejaron en claro que los diputados oficialistas de MORENA y sus aliados no con representantes del pueblo ni garantes de la Constitución; son serviles y fieles empleados de la gobernadora Indira Vizcaíno, que los trata como tal porque así se han arrodillado ante ella. Basta ver cómo se aprobó, contrario a lo que dice la ley, que sólo cuatro secretarios de la administración estatal, además del secretario de Seguridad Pública de última hora, acudieran a rendir cuentas al Poder Legislativo sobre lo que hicieron en el año que fenece. LA PRIMERA EN PRESENTARSE al Congreso del Estado fue la secretaria de Bienestar, Inclusión Social y Mujeres, Dulce Huerta Araiza. Ella, siguiendo la narrativa de su jefa Indira Vizcaíno, se dedicó a culpar al pasado del desastre financiero como una justificación por los magros resultados en la actualidad. Para reforzar su postura, la diputada Isamar Ramírez subió a tribuna a golpear a la pasada administración y a los ex funcionarios, de igual manera culpándolos de todos los males habidos y por haber, pero sin detenerse a explicar qué ha hecho, ahora como presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, para presionar a la Fiscalía General del Estado de Colima y a la Fiscalía Anticorrupción; tampoco hizo hincapié en que la Comisión de Responsabilidades del Poder Legislativo, en manos de su compañero de bancada Armando Reyna Magaña, apenas fue capaz de publicar un edicto para José Ignacio Peralta Sánchez referente a su juicio político…¡después de un año! Mayor cinismo no puede haber. EL SEGUNDO EN COMPARECER fue el secretario de Educación y Cultura, Adolfo Núñez González. Lamentable, ciertamente, que el tema central de su participación haya sido el programa ColiBecas Computadora, abordado en la comparecencia de su compañera de gabinete que le antecedió. Por lo demás, en la dependencia a su cargo existen los mismos problemas de siempre: falta de recursos para los salarios de maestros de diversas modalidades, falta de personal para las escuelas y deudas que salen como por arte de magia. Otra vez: muchas culpas pero ningún castigo ni nadie en la cárcel o regresando lo que se robó. Núñez González, contrario a los leales a Indira Vizcaíno, fue más sensato y reconoció lo mucho que falta por hacer; al menos demostró disposición al diálogo y a trabajar con los diputados para mejorar las condiciones del sector educativo en Colima. LA TERCERA PARTICIPANTE FUE la secretaria de Planeación, Finanzas y Administración, Fabiola Verduzco Aparicio. Volvimos a retroceder en la disposición dada por el secretario de Educación: además de ser otra de las porristas de la gobernadora del Estado, no fue capaz de reconocer que están fallando en la retención de las aportaciones de los trabajadores al IPECOL, que no están enterando igual que en la pasada administración, pero que ahora llaman redireccionar el dinero a otras áreas de importancia, no desvío de recursos. Son iguales, o hasta peores, que los de antes. Al quite de la narrativa golpeadora entró la desconocida Yommira Carrillo Barreto, que salió con un performance con manta del ex gobernador incluida y un discurso que, ciertamente, ella no redactó, pero que sí leyó para desahogar las frustraciones de quienes ostentan el poder y que no han podido estar a la altura de las circunstancias. La legisladora, suplente de Viridiana Valencia Vargas, con tal de congraciarse con el poder fue capaz de leer un texto que ni siquiera entendió, pues el veneno y el odio vertido fue sólo para atacar a ex funcionarios, pero tenía enfrente a quien debiera interponer las denuncias para que todo ese dinero que se robó regrese a las arcas. Un claro ejemplo es el dinero que debe Mario Anguiano Moreno, que no fue cobrado por la pasada administración, es cierto, pero que sigue vigente porque no hay fecha fatal; por el contrario, en cualquier momento pueden requerir el cobro porque la dependencia competente para hacer ese movimiento es la Secretaría de Planeación, Finanzas y Administración, como quedó estipulado en el documento que determina la sanción para el ex gobernador. ¿Por qué no lo han hecho? Porque no quieren. Entonces que no vengan diputadas como Carrillo Barreto, inculta, soez y ordinaria, a venir a decirnos que están combatiendo la corrupción y que nadie tiene autoridad moral para cuestionar a la gobernadora. De más está incluir el vergonzoso episodio en donde Yommira Carrillo quiso cuestionar a este medio de comunicación, poniendo, así como pésimamente escribe en realidad, “gracias por la publicación y sin pagar”. Acostumbrada a que nadie la tome en serio, la rupestre legisladora se emocionó de que la mencionáramos en una de nuestras editoriales; el problema es que exhibió que sí paga para que la destaquen en los medios. Yommira Carrillo Barreto: no somos iguales. Si está acostumbrada a pagar a otros medios para que la mencionen en columnas o notas informativas, aquí se equivocó. Y POR CUESTIÓN DE ESPACIO, quedan pendientes las otras dos comparecencias: la de la secretaria de Salud y la del secretario de Seguridad Pública. Aunque hay que destacar que los diputados de MORENA y aliados, con todo y sus nuevas adquisiciones corrompidas por el dinero y chambas para sus esposos, demostraron una sumisión abyecta a la gobernadora, a la que no son capaces de cuestionar por miedo a que los dejen fuera del presupuesto. Qué vergüenza de diputados tenemos en el Congreso del Estado.
EN LA MISMA LÍNEA DEL ANÁLISIS anterior de nuestra columna, diremos ahora que los diputados de la LX Legislatura local siguen siendo los actores principales de la comedia humana, si bien es cierto que todos ellos muy pésimos, especialmente los de Morena y sus compinches del PT, PVEM y Panal. En efecto: la aprobación del presupuesto a ejercerse el próximo año en los tres Poderes de gobierno, hecho sobre las rodillas, ya tuvo consecuencias con la inconformidad presentada por el Instituto Electoral del Estado de Colima (IEEC) ante el Tribunal Electoral del Estado (TEE), pues el aprobado para el citado instituto “resultará insuficiente” para las tareas a realizarse en 2023, pues se pone “en grave riesgo el inicio del proceso electoral local”. Hay que recordar que los últimos tres meses del próximo año (octubre, noviembre y diciembre) inicia formalmente el proceso electoral 2023-2024, este último año en el que se habrán de llevar a cabo comicios para elegir presidente de la República, senadores, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales, por lo que en ese órgano electoral se aprobó y solicitó un presupuesto de 98 millones 940 mil pesos para ejercerlo en 2023. Sin embargo, en ese afán de falsa austeridad republicana, que no es otra cosa que tratar de hacer tronar a los organismos autónomos (como lo es el IEEC), lo aprobado para el siguiente año fueron solamente 50 millones de pesos, prácticamente la mitad de lo que se pidió originalmente. A la drástica reducción que se hizo del presupuesto originalmente solicitado por el IEE hay que destacar que, de los 50 MDP, 36 millones 463 mil pesos corresponden a prerrogativas para los partidos políticos con registro en la entidad, de tal suerte que el resto ni siquiera ajustaría para el pago de los más de 100 empleados que hay en el consejo estatal y en los municipales, sin contar que los 98 millones 940 mil que se solicitaron para 2023 es una cantidad inferior a la de 2021. Así, pues, ante la forma arbitraria con la que la mayoría morenaca y partidos aliados trataron al IEE, que es encabezado en Colima por María Elena Adriana la Grinch Ruiz Visfocri, a ésta y los consejeros no les quedó otra que demandar al Poder Legislativo local ante el TEE. En concreto, el IEE demandó juicio político en contra del decreto 215, dictado por el Congreso del Estado, relativo a la aprobación del presupuesto de egresos para el año fiscal 2023, donde los 50 MDP aprobados no corresponden a la realidad. La cédula de notificación fue colocada en el estrado del TEE la mañana de este miércoles, a fin de que terceros interesados tengan 72 horas para que estén en oportunidad de concurrir al procedimiento. La situación del órgano electoral estatal era delicada desde hace varios meses, pero ahora se ha agudizado por no contarse con dinero para el pago de prestaciones de fin de año e, incluso, el sueldo de trabajadores que ya tienen tres meses sin recibir su paga. Así, pues, este es el resultado de una Legislatura retrógrada, miope, cerrada e ignorante, que sólo reacciona a los dictados de su patrona, la Gobernadora Altozano, que sigue a pie juntillas las consignas que, a su vez, le llegan directo desde el centro del país para asfixiar a las instituciones que quiere destruir el viejo resentido y rencoroso que habita el Palacio Nacional. Por cierto, llama la atención que, a pesar de haber sido cercana a Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, gobernador de facto de Colima, a la Ruiz Visfocri se le esté castigando de esta forma, donde lo que menos importa es ella, sino lo que el IEEC representa para la sociedad colimense. Y si eso pasa con una que fue consentida del vejete que gobierna a cuatro manos, junto con su hija, ya sabrán lo que le espera a los que ni siquiera han tenido jamás trato alguno con ese siniestro par que son los Vizcaíno.