POR Luis Fernando Moreno Mayoral
Ayer se vio, en el Congreso del Estado, una defensa a ultranza y apasionada de las diputadas de MORENA a la titular de la Delegación de Programas para el Bienestar de Colima, Viridiana Valencia Vargas.
Y es que, de acuerdo a la información, el diputado Héctor Magaña presentó un exhorto a la aspirante a la presidencia municipal de Colima para “que establezca mecanismos que procuren el brindar una mejor atención y mejores condiciones a los adultos mayores para facilitar su acceso a los programas de los cuales son beneficiarios”.
El antecedente es claro: por la falta de protocolos y el egocentrismo de Viri Valencia, que quiere que todos los adultos mayores acudan a los eventos así estén intubados, murió una mujer de más de 80 años de edad en el estacionamiento de la dependencia federal por el sol y la espera.
Yommira Carrillo Barreto, la nueva pendenciera de la fracción oficialista, ávida de reflectores y presta a leer los discursos de odio que le redactan terceros, salió a defender a su jefa y a cuestionar al diputado que hizo el exhorto.
De igual manera salió la diputada Ana Karen Hernández, una vulgar golpeadora que en esta ocasión se indignó por el desprestigio a que quieren someter la Delegación de Programas para el Bienestar a cargo de su cómplice Viridiana Valencia.
¿Por qué la defensa tan pasional a la delegada federal? Porque es la carta que tiene MORENA para competir en el 2024 por la presidencia municipal de Colima.
El problema, sin embargo, es que tienen enfrente a Margarita Moreno, la priísta mejor posicionada en el ánimo de la gente y que se lleva por mucho a los morenistas que la pongan a competir con ella.
Viri Valencia quiere ser la candidata de MORENA a la alcaldía de Colima y, al parecer, no tendrá problema para ello. Pero nada le garantiza que gane la elección: como se puede apreciar desde estos momentos, si ahora fueran las elecciones Margarita Moreno ganaría de calle a quien le pongan enfrente.
No hay manera de que el oficialismo prepare a un cuadro para que le compita a la presidenta municipal de Colima en el 2024; su apuesta por ello es tratar de derribarla a punta de acusaciones a su esposo reviviendo denuncias en la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción para amedrentarla.
Que de una vez lo sepan en Movimiento de Regeneración Nacional: ni todas las acusaciones ni señalamientos que le hagan a Margarita Moreno la harán declinar en sus aspiraciones políticas; ella tiene asegurada la candidatura y el triunfo en la relección y, con ello, el boleto a disputar la gubernatura en el 2027.
A eso es, por supuesto, a lo que le tienen miedo quienes asumen que Colima es su proyecto transexenal con Rosi Bayardo en el 2027 y Viridiana Valencia Vargas en el 2033.
He ahí por qué esa campaña sucia con medios afines al gobierno del Estado y filtraciones de los diputados de MORENA sobre la imputación que se le quiere hacer a Carlos Arturo Noriega García, ex secretario de Planeación y Finanzas del gobierno del Estado.
Quienes hoy lanzan lodo a la presidenta con la intención de bajarla de la contienda ignoran que ellos tienen expedientes por salir a la luz que los hará esconderse como los avestruces.
Si quieren jugar a ese juego, nomás que luego no se asusten.