POR José Luis Santana Ochoa
Con defensores de oficio como el ex priista ex funcionario del segundo peor gobernador del estado de Colima José Ignacio Peralta, diputado local morenista por convicción, no vayan a creer que por conveniencia, Armando Reyna Magaña, la ex Secretaria de Desarrollo Social peraltista, Indira Vizcaíno Silva, no necesita más, con él solito tiene para seguirse hundiendo en el desprestigio social. Por sus excesos, abusos, corruptelas y frivolidades, los inteligentes colimenses la mantienen permanentemente ubicada en el fondo del ranquin de aprobación del desempeño de los 32 gobernadores del país, como mes a mes reporta la empresa Consulta Mitoufsky. Ni las encuestadoras patito, con todo y su paga, se atreven a ubicarla más arriba de media tabla.
En desesperado intento de salvar de la quema a su jefa y amigos por la compra de casitas de interés social de diez millones de pesos , Reyna Magaña se le fue encima como torito en plaza a su ex jefe calificando de “extraño y escandaloso como fue el caso del peor mandatario de la historia de Colima, Ignacio Peralta Sánchez, quien al final de su sexenio terminó con un departamento de más de 27 millones de pesos en la Ciudad de México, eso sin considerar las millonarias propiedades que tiene en el estado de Colima, o las que tiene en el extranjero”.
Y sí, le cabe todo el derecho y le asiste la razón plena al desleal y traicionero, virtual candidato de MORENA a la alcaldía de Tecomán 2024/2027, cabecera municipal desde donde sus propios compañeros taxistas lo acaban de expulsar en forma unánime del gremio, por jugarles chueco, al señalar que esos 27 millones de pesos son más que lo que individualmente pagaron las Chicas y los Chicos Súper Poderosas por sus viviendas en Bosque Real, pero sin explicar ‘ladronde’ sacaron sus defendidos esos centavitos en apenas año y medio en la nómina estatal.
Fiel a la línea trazada desde Palacio Nacional de negar cualquier denuncia de actos de corrupción cometidos por los impolutos funcionarios públicos 4treros y sus cómplices, así sean cogidos con las manos en la masa como es el caso de Bosque Real, el diputado Indirista se va por la ya muy desgastada vía de alegar motivaciones políticas detrás de cualquier acusación pública que los incomode.
Muy ufano él, salió con su batea de babas diciendo que “Si a especulaciones vamos, habría que hablar sobre el patrimonio que algunos diputados adquirieron durante el sexenio de los latrocinios de Nacho Peralta y que hoy en día tienen propiedades, muchas propiedades. No sólo son muchas las propiedades, sino que algunos actores, incluso están sentados en este recinto legislativo y que compartieron sexenio con Nacho Peralta, sí que viven en zonas muy exclusivas de la ciudad. Propiedades valuadas en más de 20 millones de pesos”. Será el Sereno, pero el menor valor de las casitas compradas por Indi y sus amigos no los exime de presuntos actos de corrupción ¡O sí?
Poco le faltó al desleal y traicionero Reyna Magaña para de plano reconocer que a lo mejor sus defendidos sí robaron para realizar adquisiciones inmobiliarias, pero nomás poquito, como el famoso ex alcalde de San Blas, Nayarit, Hilario “Layín” Ramírez Villanueva. Como dizque sabe “de las malsanas y encubiertas intenciones de los enemigos de los gobiernos de la Cuarta Transformación”, Armandito jura y perjura que no caerán en las campañas mediáticas especulativas, pues “nos mantendremos en nuestra labor de seguir impulsando la transformación de nuestro estado, siempre con transparencia, sin nada que ocultar y con la conciencia tranquila”. ¡No pos’ sí!
EL ACABO
¿Por qué cuando cobró como Director Regional en Tecomán de la Secretaría de Movilidad, el diputadito valiente Armando Reyna Magaña no denunció el a todas luces explicable enriquecimiento escandaloso de su entonces jefe José Ignacio Perla? Es pregunta, no se enojen.
La misma deslealtad y traición que Armandito está cometiendo ahora en contra de José Ignacio, las observará en perjuicio de Indira en unos años más. Al tiempo.
Una persona que traiciona, engaña, miente, una vez, lo hará dos, tres o n veces.