Culiacán arde

POR Jorge Octavio González

El último video que publicó el influencer El Gordo Peruci en TikTok le costó la vida.

Baja las escaleras de su casa emocionado porque es su primer día de trabajo; le informa a su familia—su esposa y dos hijos menores de edad— que ya se va a trabajar para La Empresa, y que, como ahí pagan bien, va a tener mucho dinero.

Su esposa le comenta algo sobre la camisa que se puso; pregunta por qué se viste así. El Gordo Peruci le dice que va en sintonía con sus nuevos patrones.

se despide de su familia; antes de salir y cerrar la puerta les dice adiós.

La camisa que vestía, motivo por el que fue acribillado días después afuera de su domicilio, era color verde y tenía rebanadas de pizza estampadas como si fuera una camisa hawaiana.

La alusión a una facción del CDS está más que clara.

Días antes, sin embargo, la organización criminal de La Mayiza los había amenazado con que tenían que quitar todas cámaras de seguridad de su casa, pero no lo hicieron; esa misma advertencia se diluyó a más personas en Culiacán porque era la manera en que Los Chapitos tenían el control de todo lo que sucedía en la zona.

A los domicilios de vecinos de Culiacán, de acuerdo a versiones que circularon en redes sociales, llegan integrantes de la facción que controlan los hijos de El Chapo Guzmán para decirles que deben colocar cámaras de seguridad para saber lo que está sucediendo en las calles; si alguna falla o algo pasa regresan e instalan otra.

A esas mismas casas llegan, ese mismo día o al siguiente, miembros de la facción que controla El Mayo Zambada —hoy en manos de El Mayito Flaco— para advertirles, en primera instancia, que tienen que desactivar todas las cámaras de seguridad; les explican que las colocan los contrarios para saber lo que sucede en las calles de Culiacán.

Si la gente no pone las cámaras de seguridad, como se los ordenan Los Chapitos, los asesinan; si desactivan las cámaras de seguridad, como ordenan los de La Mayiza, son ejecutados.

En X, antes Twitter, circulan videos en donde personas relatan lo anterior: tener cámaras se entiende como que están trabajando para una facción del CDS; no tenerlas es como si trabajaran para la otra parte.

Tener o desactivar cámaras de seguridad en Culiacán es una sentencia de muerte.

Semanas atrás circuló una lista de influencers que fueron amenazados; la mayoría de ellos salieron de Culiacán y Mazatlán, donde más o menos operaban para crear su contenido en redes sociales; los otros ya están muertos.

Ahora, catalogadas como organizaciones terroristas extranjera por Estados Unidos, los cárteles de la droga de México tendrán que ocuparse y preocuparse por otra cosa.

Estos días, según se anunció, los secretarios de Economía y de Seguridad Ciudadana estarían viajando a Washington para entrevistarse con sus pares de Estados Unidos y ver las acciones a realizar en la cooperación bilateral entre los dos países, en donde uno de los puntos relevantes es el combate a los cárteles de la droga y el tráfico de fentanilo a tierras estadounidenses.

A ver con qué noticias regresan Marcelo Ebrard y Omar García Harfuch.