Cuando al diputado Rubén Pomo Ochoa le quitan el bozal…

POR Jorge Octavio González

El diputado Rubén Romo Ochoa es como los perros de rancho: cuando están en pleito lo sueltan para que ladre, pero cuando hay acuerdos lo esconden y le ponen el bozal. Así ha actuado en esta 60 Legislatura; allá él y sus fetiches.

El legislador de Manzanillo está lleno de odio, de rencor, de ira; el problema es que desquita su furia en su casa.

Rubén Pomo, como le conocen en el puerto, en alguna ocasión fue regañado por subir a tribuna a vociferar estupideces que hasta los mismos integrantes de MORENA reprobaron; desde ese momento no sube si no es con un escrito que le prepararon con anterioridad para leerlo.

Es mentiroso y autoritario; sus participaciones e insultos en contra de sus compañeros del Congreso del Estado, particularmente del PRI y del PAN, lo han exhibido como un verdadero animal.

De acuerdo al currículo que está publicado en la página de transparencia del partido Movimiento Ciudadano, donde estuvo aunque lo niega cada que tiene oportunidad, dice que su objetivo es “lograr convertirme en el principal proveedor de bienes y servicios en la región y colocar mi empresa como líder para empresas de exportación e importación”.

Alguien debería sugerirle que regrese a la primaria, porque su redacción es pésima y de un ignorante; sin embargo, el sujeto hizo negocios en el puerto que le permiten vivir sin la necesidad de tener educación.

Hablando de las mentiras que suele decir, cuando recién llegó al Congreso del Estado, en algunos programas de internet le preguntaron si había participado en Movimiento Ciudadano; el diputado de marras de inmediato respondió que no y juró y perjuró que nunca tuvo relación con ellos.

Aunque cree que todos son unos imbéciles como él, el diputado Rubén Pomo fue presentado en febrero del 2015 como candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Manzanillo; en la conferencia estuvieron Leticia Zepeda Mesina y Leoncio Morán Sánchez, quien lo felicitó por integrarse al partido y le dijo que “esta es la vía correcta, porque es la vía ciudadana”.

¿Qué valor puede tener la palabra de un sujeto que negó haber participado en un partido cuando hay evidencia en fotografías y video que sí aceptó la invitación de participar en el partido naranja? Nada. Y lo peor es que ese troglodita cree que Indira Vizcaíno lo hará candidato de MORENA a la alcaldía de Manzanillo. Pobre ingenuo.

Es tan tarado que se le ocurrió anunciar públicamente que presentaría una iniciativa para inhibir los bloqueos de vialidades que hacen los familiares de personas desparecidas como medida de presión para que las autoridades se pongan a buscar a sus seres queridos.

Así de idiota el diputado: en lugar de ponerse del lado de las víctimas y exigir a la Fiscalía General del Estado de Colima que trabaje para que encuentren a los desparecidos, lo primero que hizo fue amenazar con una iniciativa que castigaría a la gente que se atreviera a bloquear las vialidades de la entidad como medida de presión a las autoridades.

Y sobre la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Colima ni qué decir: es de las leyes peor hechas y pésimamente socializadas de cuantas hay en el Congreso del Estado; tanto que están modificando y parchando artículos sobre la marcha, como unos cuachalotes.

¿Saben quién es el que se dice el impulsor e iniciador de esta Ley de Asentamientos? Exacto: el atarantado Rubén Pomo Ochoa.

Ni su trabajo sabe hacer bien ese legislador de quinta.