POR Jorge Octavio González
De nueva cuenta Rincón de López fue noticia esta semana. Otra vez el municipio de quien se cree buchona: Diana Zepeda Figueroa. Otra vez un grupo criminal haciendo de las suyas. Primero fue grabándose en el jardín principal, todos con armas; ahora fue asesinando a un sujeto, despedazándolo y, para rematar, metiéndolo a un tambo con fuego.
Terror puro. Y no es una escena de una ejecución de otra entidad o de otro municipio. No es Zacatecas, Michoacán, Tamaulipas, Ciudad Juárez, Sinaloa; se trata de un pequeño poblado de un municipio de Colima, Armería, concretamente Rincón de López.
El primer video, que se hizo viral, se quiso desacreditar diciendo que no se trataba de ese lugar, mucho menos de la entidad colimense. Por algún momento se creyó que, en efecto, no se trataba de un hecho de aquí; sin embargo, los mismos habitantes comenzaron a dejar mensajes en privado en las páginas que estaban manejando el tema para decirles que, en efecto, se trataba del poblado de Armería.
En Rincón de López tienen miedo, tienen pavor; tanto que para comunicar algún hecho delictivo o que se relaciona con la presidenta municipal lo tienen que hacer de manera anónima porque ya saben cómo reaccionan los criminales y la propia autoridad.
Y es que, ciertamente, por el vacío de información, por no salir la autoridad a desmentir o confirmar que el video de los criminales armados en el jardín era fake o no, la gente comenzó a especular y a llenar ese vacío con chismes, con teorías, con especulaciones.
El segundo video, el del sujeto muerto despedazado y después metido en un tambo para terminar de quemarse, confirma por qué el miedo y terror de los habitantes de Rincón de López: si a alguien que pertenece a un grupo criminal son capaces de hacerle algo tan horrible, no se pueden imaginar lo que le harían a un ciudadano que denuncie sus excesos y sus ejecuciones a plena luz del día.
Porque, en efecto, el video que circuló esta semana, donde torturan a un hombre, le dan el tiro de gracia, lo despedazan y después lo meten en un tambo ardiendo en llamas, se hizo a plena luz del día. Y todo eso no se hace en cuestión de minutos; para llevar a cabo todo eso debieron estar al menos unas dos o tres horas, tiempo en el que ninguna autoridad se dio cuenta de lo que estaban haciendo.
El municipio de Armería, a cargo de la inútil y buena para nada Diana Zepeda Figueroa, debería ser tomado por las fuerzas federales, los marinos y el ejército; de otra manera seguirá la ola de violencia y terror que hasta el momento ha aterrorizado a los habitantes de Rincón de López.
¿Qué necesita la incompetente Diana Zepeda para pedir ayuda al gobierno federal? ¿O es que, según trascendió también estos días, la presidenta municipal también desea, como en Tecomán, que la policía estatal, así como las fuerzas federales, no ingresen al municipio? ¿Con qué objetivo? ¿Cuidar a los criminales que dominan el territorio armeritense? ¿Entregarles el municipio para que sean ellos los que gobiernen?
Aquí se dijo que la apropiación de pequeños poblados por parte del crimen organizado orilló a que poco a poco, en lugares como Zacatecas o Michoacán, hubiera regiones enteras controladas por la delincuencia. Aguililla es un claro ejemplo en Michoacán.
¿Rincón de López será el Aguililla de Colima?