Criminales de bata blanca

POR Luis Fernando Moreno Mayoral

Las redes sociales se incendiaron desde muy temprano el martes 26 de noviembre: un señor murió afuera de las instalaciones de la clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social sin que nadie pudiera ayudarlo mientras agonizaba.

¿Qué sucedió?

El masculino, por alguna razón, terminó en el suelo, a metros del Hospital General de Zona número 1 del IMSS, en Villa de Álvarez; cuando la gente que estaba ahí se dio cuenta de la situación comenzó a llamar a los médicos y enfermeros para que lo auxiliaran.

Nadie respondió.

Pese a que estaban varios ahí y tuvieron conocimiento de que el señor necesitaba primeros auxilios o ser ingresado al nosocomio de emergencia, nadie quiso tomar esa responsabilidad y permanecieron en el interior de la institución.

Llegaron, a los pocos minutos, policías municipales de Villa de Álvarez; primero un hombre y después una mujer dieron los primeros auxilios, pero no pudieron hacer nada. El policía varón, dicen los que atestiguaron el suceso, maldijo a los médicos del IMSS por no tener la empatía de ayudar a un señor que moría delante de sus propios ojos.

El video que se subió en la cuenta de PXPress en X, antes Twitter (@PXPresscol) tiene, al momento de escribir esta columna, casi un millón de reproducciones; la inmensa mayoría de los comentarios a la noticia fueron de indignación y repudio al Instituto Mexicano del Seguro Social y de infinidad de anécdotas similares donde un familiar o cercano se murió por negligencia de sus médicos.

¿Y qué dijeron las autoridades del IMSS?

Enviaron una tarjeta informativa mal redactada y con mentiras; lamentaron la muerte pero se deslindaron de su responsabilidad señalando que no había registro previo de que el señor solicitara atención médica.

¡Pues claro que no había solicitud! El hombre se estaba muriendo y no podía moverse por sí mismo; por ello la gente que estaba en el lugar pidió en repetidas ocasiones a los médicos y enfermeros que acudieran a ayudarlo.

Lamentable, por donde quiera que se le vea, la negligencia del personal del IMSS, que ni por el juramento hipocrático se dignaron a salir a auxiliarlo; simplemente se justificaron con que “por protocolos” no podían hacer nada.

¿Y la delegada Fátima Borrego Pérez? Bien, gracias.