CONCIERTO POLÍTICO

POR Bibiano Moreno Montes de Oca

Arnoldo Vizcaíno: micrófono abierto, hocico grande

Al aire en el programa radiofónico Noticias en el blanco, conducido por Roberto George Gallardo, el gobernador de facto de Colima, Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, ante la pregunta que se le hizo sobre el enanín de Martín Flores Castañeda, que lo acusaba de querer inmiscuirse en la elección del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE), a celebrarse ese mismo miércoles 10 de agosto en el Casino de los Burócratas, respondió en tono socarrón, displicente, como el que se refiere a alguien insignificante y del que no vale mucho la pena ocuparse: “¿Eso dice? Soy su pasión”. 

De entrada, habrá que señalar que el padre de la Gobernadora Altozano no tiene responsabilidad oficial alguna y, sin embargo, mediáticamente es muy activo. ¿Por qué? Porque es evidente que en Colima tenemos un gobierno a cuatro manos, donde la electa por la población fue la hija, pero en los hechos el que manda y el que decide es el viejo cáscara, de ahí que por esa razón sean muy constantes sus apariciones en cuanto medio tiene controlado el indirato. Por ello, Arnoldo es el tipo gandaya que, si hay bautizo, quiere ser el bebé; si hay boda, quiere ser el novio; si hay 15 años, quiere ser la quinceañera; si hay velorio, quiere ser el muerto. O sea: quiere ser el centro de atención a cualquier precio. 

En segundo lugar, habría que aclarar que, salvo para su más cercana admiradora secreta, el cacique arrocero de Buenavista no es pasión de nadie. Si su nombre salió a cuento es porque, en su faceta de gobernador de facto de Colima, quiere meterse donde no le incumbe; en este caso específico, en la vida interna del STSGE, donde intentó imponer a su delfín, Sergio Alejandro Fuentes, al que él y su hija manejarían a su entero antojo, sabiendo que el gremio cuenta con más de 3 mil trabajadores que, en tiempos de campaña, son oro molido para todo político sinvergüenza al que le encanta el acarreo de gente que es utilizada como simple carne de cañón. 

Lo que más llama la atención de lo declarado por el vejete al programa Noticias en el blanco, todavía al aire, es que hizo una descripción fiel no del dirigente sindical, sino de amlo, su “guía moral y espiritual”, que es el que se la ha pasado echándole la culpa a los demás de todos sus fracasos y porque, a estas alturas, ya es el peor presidente que ha padecido el país en toda su historia. El enanín de Martín Flores no le anda echando la culpa a nadie; en todo caso, la referencia directa a Arnoldo Vizcaíno es porque es verdad: se quiso meter en la elección del dirigente sindical del STSGE, igual que como lo intentó en la Sección 39 del SNTE y en la Sección XII del SNTISSSTE. 

Tan evidente era su intromisión en la elección de líder sindical de la burocracia, que daba por hecho que Martincillo sería derrotado por Sergio Alejandro Fuentes, en virtud de que los trabajadores del Gobierno del Estado votarían sin presión y en libertad, entendido como “sin presión” y “en libertad” si era sólo a favor del delfín, no del candidato que le resultaba incómodo en ese momento. La ventaja de 9 a 1 nos da una clara idea de lo mucho que los trabajadores le hicieron caso a Arnoldo a la hora de elegir al nuevo dirigente sindical. ¡N´ombre, los operadores con ese liderazgo y autoridad moral no los tiene ni Obama! 

La cosa no para ahí: ya fuera del aire, es decir, supuestamente con el micrófono apagado y sin miradas y oídos indiscretos, Arnoldo Vizcaíno dio rienda suelta a su egocentrismo. Así, el viejón opinó como si fuera una chucha cuerera en temas legislativos y dando a entender que llamaría a cuentas a sus subordinados en el Congreso local; evidenció que tiene acceso a información confidencial que sólo se maneja en la Fiscalía, donde el mediocre Bryant Alejandro García Ramírez sólo la riega; lastimó la sensible piel de la muy sensible comunidad gay; arremetió contra la reiterativa Gris Celda Martínez Martínez y Gricelda Valencia de la Mora, alcalde de Manzanillo y senadora de la República, respectivamente, antiguas aliadas con las que el indirato entró en confrontación… 

Por lo que respecta a las expresiones vulgares hechas fuera del aire, no me asusta su tono ofensivo, siempre y cuando lo sostenga en público y no salga con la mamada de que son opiniones “de buena fe”. En todo caso, el problema no es por lo que dijo, sino por el que lo dijo: un vejete frustrado, resentido, que fracasó en sus vanos intentos de ser senador de la República y titular del Ejecutivo estatal, con las siglas del PRD, que ahora gobierna con su hija a cuatro manos. Esa es la real razón del escándalo provocado con sus exabruptos: no lo hizo como un don nadie, sino como el que tiene el control (político y financiero) de la entidad. 

Las referencias a las inútiles presidenta municipal de Manzanillo y senadora de la República, respectivamente, sólo ahondan la ya muy evidente división interna que existe en el partido de los nuevos ricos y sus aliados paleros, donde el punto de quiebre se verá en la disputa por las posiciones políticas en el 2024. Y en cuanto a los supuestos impresentables de Coquimatlán (Francisco el Tamacuas Ánzar Martínez, el propio George Gallardo, Martincillo Flores, Florencio Llamas, Jorge Luis Preciado y demás), debieran aprender de Cuauhtémoc, de donde ha salido la mayoría de los gobernadores; entre otros, nuestro héroe del día: Arnoldo Vizcaíno Rodríguez. ¡A´i nomás p´al gasto!, dice, modesto, el anciano.