Come ansias

POR José Luis Santana Ochoa

Consumida por la impaciencia, se vio la panista de corazón azul travestida de verde ecologista, Gabriela Benavides Cobos, al haberse declarado puesta y dispuesta a participar en el baile municipal porteño 2027 “en caso de que el candidato o candidata de la 4T-II sea elegido a través de encuestas entre partidos aliados (MORENA-PVEM-PT), con reglas claras”, no con dados cargados ni a través de tómbolas truqueadas como hasta ahora ha sido la constante en el parto y reparto de candidaturas donde los dueños de MORENA ponen y disponen a discreción, habría que colegir.

“Más que levantar la mano como aspirante a la alcaldía de Manzanillo, tenemos trabajo, tenemos a la gente, y será la gente la que defina”, fue el mensaje que puso ya a temblar a Jorge Padilla Castro, Director de Turismo del Gobierno del Estado candidato de la alcaldesa de Manzanillo Rosa María Bayardo Cabrera, y a la jefa política de ambos, Indira Vizcaíno Silva, no se siga a los dirigentes formales de MORENA en ese municipio y en el estado. “Tenemos trabajo, tenemos a la gente, y será la gente la que defina”. ¡No pos’ sí! Que se atenga a su santo y no le rece.

Las ansias locas, incontrolables, le ganaron a Benavides Cobos. No pudo esperarse a que los dirigentes nacionales de su partido, Verde Ecologista de México, la destaparan como lo hicieron el sábado 24 de mayo de 2024 con su hacedor y supuesto jefe político, Virgilio Mendoza Amezcua, cuyo lanzamiento a la gubernatura de Colima 2027-2033 fue tema de conversación en los medios de comunicación locales y en las benditas redes sociales durante toda la última semana del mes de mayo anterior.

Como Gabriela cree que políticamente vale lo que pesa, y que no habrá cerro que se le empine ni cuaco que se le atorre es su atrabancada carrera hacia la candidatura que tanto ansía, no se tomó la molestia de concertar su auto destape con las dirigencias estatal y nacional de su partido a cuyos titulares ve como Dios a los conejos. Por su soberbio y alocado proceder pagará las consecuencias. Al tiempo.

La Benavides Cobos debió haber pacientemente esperado a que el dirigente estatal verde ecologista, Virgilio Mendoza Amezcua, convocara a sus huestes porteñas a una asamblea municipal de arranque de su campaña de afiliación para que, en un marco partidista similar al vivido en el Casino de los Trabajadores del Gobierno del Estado de Villa de Álvarez que devino en el destape de él como candidato a la gubernatura, le fuera levantada su mano.

Como Gabriela Benavides Cobos se fue por la vía libre sin concertar su auto destape ni con Virgilio ni con el alto mando verde ecologista nacional, no tendrá de ellos respaldo ni acompañamiento en su insensata aventura política. De entrada, el solo anuncio de sus aspiraciones de volver a gobernar a los manzanillenses le generó por parte de ellos tupida lluvia de comentarios negativos a través de las benditas redes sociales. ¡Pero qué necesidad!

EL ACABO

 La impaciente Gabriela Benavides Cobos pasa por alto que en la jerarquía de los números ordinales primero es el uno, Virgilio Mendoza Amezcua; y después el dos, ella, y no al revés volteado como creyó al haberse destapado como lo hizo.

 Con su actitud individualista, GBC dejó claro lo poco que le importa el fortalecimiento del proyecto político de conquistar la gubernatura de Colima de quien, Virgilio Mendoza Amezcua, la llevó a la alcaldía de Manzanillo en 2015 abriéndole en 2018 el camino al Senado de la República y en 2024 a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

 Si Virgilio Mendoza Amezcua, en su calidad de dirigente estatal del PVEM, le pasa por alto la indisciplina política de su pupila Gabriela Benavides Cobos, cundirá el desorden entre el tucanero colimense. Más le vale poner orden y concierto en las filas verde ecologistas a la voz de ya. Advertido está. ¡De nada!