POR Jorge Octavio González
A estas alturas es innegable que Indira Vizcaíno tiene nexos con el crimen organizado.
No se puede entender, ciertamente, que una política venida a menos, mediocre secretaria de Desarrollo Social del gobierno priísta de Ignacio Peralta, de repente haya salido como la candidata de MORENA al gobierno del Estado.
Vínculos siniestros con operadores políticos de altos vuelos a nivel nacional, que hoy están defenestrados por sus corruptelas y haber traicionado al presidente de la República, ayudaron a la limitada Indira Vizcaíno a escalar alto.
Eso y, por supuesto, la ayuda que le dio la delincuencia organizada en la campaña electoral, tal y como ha quedado demostrado y documentado en las gubernaturas que Movimiento de Regeneración Nacional ganó en el 2021, incluida Colima.
Sergio Carmona Angulo, El Rey del Huachicol, financió con dinero de procedencia ilícita la campaña de Mario Delgado Carrillo a la presidencia nacional de MORENA; después entregó dinero a candidatos del partido de López Obrador para que se ayudaran en la campaña electoral.
Carlos Loret de Mola reveló, en una de sus columnas, que Indira Vizcaíno también fue de las visitantes asiduas a las oficinas de El Rey del Huachicol y salía muy sonriente con un maletín lleno de dinero del crimen organizado.
Aunque la Fiscalía General del Estado de Colima está dirigido por un imbécil e inútil mini fiscal que finge ser lo que no es, la información sensible y de relevancia se filtra a través de los miembros de las organizaciones criminales que tienen infiltradas las instituciones de seguridad del Estado.
La detención de Ari Alberto Aceves Reynaga, sub director de la Policía Investigadora de la FGE, fue una revelación de quienes manejan información al interior de la propia Fiscalía de Colima, que no tuvieron empacho en señalar que la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Marina Armada de México lo detuvieron en las instalaciones de la dependencia que dirige el cobarde y patán Bryant Alejandro García Ramírez.
No fue hasta que se dio a conocer el dato que, en un escueto y confuso comunicado, la FGE reconoció que el sujeto en cuestión ya no laboraba en la dependencia, aunque no abundaron en los motivos por los que fue cesado de su cargo, al igual que su esposa.
¿Por qué el silencio? Porque, desde luego, la información revelada en redes sociales tocó fibras sensibles; tienen infiltrados a criminales que laboran en la Fiscalía de Colima pero operan a favor de las diferentes organizaciones criminales que hay en la entidad, como el CJNG, que, de acuerdo a los cables confidenciales de la SEDENA filtrados por Guacamayas, protegen desde la oficina de Bryant García Ramírez.
Cierto es que nada de la información que circula por redes sociales es retomado por los medios de Colima, la mayoría cooptados por el gobierno del Estado, que sólo replican lo que dice Indira Vizcaíno y uno que otro funcionario estatal.
Eso no importa: por más que los directores de medios prefieran callar por unos cuantos pesos y sentirse relevantes por tener contratos con el régimen actual, la información trasciende y es vista por la mayoría de quienes tienen un teléfono celular inteligente.
La detención del sub director de la Policía Investigadora y la primera declaración donde habla de los crímenes de Anel Bueno y Roberto Chapula de la Mora (ahora se entiende por qué el hijo legítimo del ex diputado decidió callar sobre su asesinato y aceptar un miserable hueso en Tecomán para seguir viviendo del erario), así como del dinero que recibió Indira Vizcaíno y su padre y los 25 millones que invirtió en Axe Capital y que le fueron devueltos a cambio de impunidad para el sobrino del ex vice fiscal de procedimiento penales Gustavo Joya Cervera, son sólo una muestra de qué tan infiltrado tiene el crimen organizado a las áreas de seguridad del gobierno del Estado.
¿Y qué tal la segunda declaración? Ahí involucran al ex presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, el Don Juan Bernardo Salazar Santana.
Y dicen que aún hay más.
Ah: y comentan que falta lo que declaró La Vaca cuando fue detenido por las fuerzas federales, sin hacerles del conocimiento a las autoridades de Colima el operativo por los nexos que tienen con el crimen organizado.
Qué vergüenza.