POR Luis Fernando Moreno Mayoral
El reportaje de esta semana en PXPress, sobre los contratos millonarios a una amiga de Indira Vizcaíno para la adquisición y distribución de uniformes escolares de preescolar, primaria y secundaria, sigue dando de qué hablar.
Y es que, aunque en un principio denunciamos que la señora Victoria López Macías ha tenido dos años consecutivos contratos por casi 60 millones de pesos para el programa Coli-Becas Uniformes, han salido a relucir más situaciones acerca de la empresa Uniformes Vicky.
Cierto es que, además de ser beneficiaria de contratos en el ayuntamiento de Cuauhtémoc cuando Indira Vizcaíno era presidenta municipal, como titular del Consejo de la Asociación de Industriales del Vestir de Colima se gestionó para sí misma los contratos en cuestión, en lugar de velar por el gremio que representaba.
Gente involucrada en el programa Coli-Becas Uniformes comenzó a enviar información sobre otro tipo de cuestiones que, en efecto, no contemplan los contratos, pero que lo hacen para proteger la minita de oro para doña Victoria, por ser un compromiso de la gobernadora del Estado.
Informaron, en primer lugar, que personal de la Secretaría de Bienestar, Inclusión Social y Mujeres es enviado como comisionado al taller donde se hacen los uniformes escolares para ayudarle al poco personal que tienen, que consiste en doblar los uniformes y empaquetarlos para entregarlos a las escuelas.
Dichos trabajadores del gobierno del Estado, que obtienen un salario quincenal por realizar actividades en la administración estatal, dejan sus funciones para trabajar en la empresa de Victoria López Macías, en lo que se desprende un desvío de recursos materiales y humanos, tipificado como delito.
La información se amplió porque, si bien los trabajadores de la dependencia de Rosario Silva Verduzco acuden al taller en Villa de Álvarez a trabajar para la empresaria, no son enviados sólo ellos, sino de todas las demás secretarías de Estado.
El problema es aún mayor: Indira Vizcaíno estaría poniendo a disposición de un proveedor que ha recibido casi 60 millones de pesos en este gobierno personal de la administración estatal que, por ayudarle a cumplir con los contratos que le dieron, dejan sus puestos de trabajo al garete.
Y la cuestión no es solo esa: resulta que los empleados van obligados y sólo les dicen que están comisionados a Coli-Becas para armar los paquetes de uniformes y los de mochilas, además de que les instruyen llegar puntual, con ropa cómoda, llevar agua e ir desayunados, porque en el taller no les dan nada, ni siquiera para el transporte.
Cuando un proveedor recibe un contrato del gobierno del Estado se compromete a cumplir con todos los requisitos que les hacen firmar, como tener solvencia económica, infraestructura y personal suficiente para cumplir con lo que se les solicita. Aquí, sin embargo, no se está cumpliendo con eso: Victoria López Macías no tiene el personal suficiente para la demanda de los uniformes escolares para todas las escuelas públicas del Estado, por lo que está incumpliendo con lo firmado y, por ende, debería rescindirse el contrato que tiene actualmente.
Y también debería sancionarse a los titulares de las secretarías de Estado que permitieron que sus trabajadores abandonaran sus puestos de trabajo para irse a trabajar a la empresa Uniformes Vicky, todo con el objetivo de cumplir con los contratos y continuar beneficiándose de los millones que le deja ser la proveedora de los uniformes escolares de preescolar, primaria y secundaria de las escuelas públicas de todo Colima.
Quién lo diría: el programa emblema de este sexenio, el orgullo de Indira Vizcaíno, está salpicado de corrupción e irregularidades que, si se hubieran dado en cualquier otro gobierno, ya estarían pidiendo renuncias y carpetas de investigación para los responsables.
Hoy callan como momias; no cabe duda que son peores que los del pasado.
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