POR José Luis Santana Ochoa
El dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional en Colima, Arnoldo Ochoa González, se dice convencido de que para ganar en las elecciones del domingo 2 de junio de 2024, es necesaria la coalición entre su instituto político y los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, pero no condicionada a repartir las candidaturas de acuerdo a los porcentajes de votación que cada uno de ellos obtuvo en los comicios de 2021, sino considerando el potencial electoral de cada uno de ellos de cara a los del 2 de junio de 2024. Con baraja y jugadores nuevos debe organizarse la próxima partida para que la coalición prospere. Caso contrario, cada quien por su lado y a ver de a cómo les toca.
Se sabe que la pretensión priista es repartir las eventuales candidaturas entre los posibles participantes en la hipotética coalición prianperredista, tomando como base los votos obtenidos por cada uno de los tres partidos políticos que conformaron la edición 2021 de Coalición “Va por Colima”. Así, al PAN, por ejemplo, le tocaría el 40% de los 16 distritos electorales, o sea seis y no ocho como las que disputó en las elecciones del domingo 6 de junio de 2021. Para los albiazules serían los números 1 y 2 y otros cuatro de los diez que ganó Morena en las elecciones del domingo 6 de junio de 2021.
En su reciente encuentro con priístas armeritenses, AOG les puso el caso de Villa de Álvarez donde “ganamos tres distritos locales por mayoría y ganamos la presidencia municipal, la ganamos por 116 votos en una elección donde el PRD nos dio un poco más de 170 votos. Si no va el PRD con nosotros, ni el PRI ni el PAN hubieran ganado, así de sencillo”. Verdad de a kilo, pero a los del Sol Azteca ni las gracias les dio, mucho menos empleos de confianza en la administración muncipal de VA. ¿O sí?
Con el 41% de la votación obtenida en el rubro de las candidaturas a presidentes municipales en el seno de la Coalición “Va por Colima”, al PAN le tocarían cuatro y no cinco como en el reparto de 2021, ninguna de las cuales serían Colima y Villa de Álvarez, sino la de Comala y tres de las seis que coaligados perdieron en los comicios inmediatos anteriores.
Tiene razón el representante en el estado de Colima del truculento ocupante de la dirigencia nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, al afirmar que “la coalición no es mala”, siempre y cuando, habría que precisar, sean él y sus camaradas quienes partan, repartan, compartan y se queden con la mejor parte. Sobre aviso no hay engaño, para que luego no digan que los volvieron bolsear los peraltistas.
Si los dirigentes estatales del PAN en Colima, Julia Lizet Jiménez Angulo y Francisco Santana Roldán, están conformes con que la Coalición Electoral “Va por Colima” 2021 no se haya traducido en coalición de gobierno, y aceptan sin hacer gestos los términos que pretende imponerles sus contrapartes priistas para la del 2024, que con su PAN se la coman.
Si, por el contrario, no se dejan chamaquear, podrían asumir el reto de levantar a su partido desde la quinta posición a la que cayeron por motivos y factores que son superables si en verdad se lo proponen. Si deciden aliarse con los ciudadanos de real valía pueden recuperar el lugar en el ánimo de los electores colimenses que tuvieron durante el periodo comprendido de 1997 a 2015. Con buenos candidatos propios y cuadros provenientes de la llamada sociedad civil, pueden armarla para volver a ser altamente competitivos en la próxima contienda electoral, pero primero deben creérsela. ¿O no?
EL ACABO
Como primer priista que fue del estado, el ex gobernador José Ignacio Peralta dejó al presidente del CDE del PRI, Arnoldo Ochoa González, como al chinito, nomás “milando” que la diputación local plurinominal que le correspondía se la daba a su concuño ex Secretario de Planeación y Finanzas, Carlos Arturo Noriega García, para protegerlo ante cualquier acción de la justicia en su contra.
AOG se propone retirarse de la política hacerlo cobrando como diputado plurinominal, de preferencia federal. En eso tiene centrada su atención e interés, no en armar una coalición electoral fuerte, competitiva, ganadora.