POR Jorge Octavio González
Antes de entrar materia tenemos que dar un par de ejemplos de la calidad humana de Claudia Sheinbaum, quien aspira a suceder a Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de México.
Como delegada de Tlalpan, le tocó la tragedia del colegio Rébsamen, donde murieron 17 niños y 7 adultos; como sucede en ese tipo de hechos, Sheinbaum protegió a la directora de la institución para no ser salpicada.
Y para tener toda la información que se manejaba en torno al caso, fue capaz de corromper al abogado de las familias para hacerlo su funcionario. Juan José Serrano, que tuvo como objetivo hacer justicia a los niños muertos en el colegio Rébsamen, con todo el cinismo del mundo asumió la contraloría de la CdMx.
Y sí: es el mismo que llegó y tomó por la fuerza las instalaciones de la Delegación Cuauhtémoc, en donde sembraron propaganda negra en contra de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y allanaron las oficinas de Sandra Cuevas y sus demás funcionarios.
Como si eso fuera algo aislado en su manera de actuar, Claudia Sheinbuam, de acuerdo al libro El rey del cash, de Elena Chávez, cuando surgieron los videoescándalos del empresario Carlos Ahumada sobornando a diversos funcionarios de López Obrador cuando era jefe de Gobierno, para salvar su pellejo y tener la simpatía de AMLO se atrevió a delatar a su propio esposo, Carlos ímaz, quien también había recibido dinero del argentino.
Claudia Sheinbaum Pardo es una mujer sin escrúpulos, frívola, ausente de los problemas que aquejan a las personas, retraída y con el carisma de una piedra. Aun con todo eso, es la favorita de López Obrador para ser la candidata de MORENA a la presidencia de la República; es por eso que la apoya incondicionalmente y no escatima en recursos humanos y materiales para hacerle su campaña.
Como parte de su estrategia de medios, para hacerla ver más humana y cercana a la gente, realizaron una entrevista con el youtuber El Escorpión Dorado, que se había caracterizado por subir a su camioneta a personajes de la farándula mientras platicaban sobre temas varios que el propio Alex Montiel, la persona detrás de la máscara, sacaba de la chistera, donde algunos sí eran por demás irreverentes.
El mismo formato adoptó para entrevistar a Claudia Sheinbaum, con la diferencia de que en esta ocasión se vislumbró que hubo temas pactados de antemano que no se podían tocar. O si se tocaban iban a ser por encimita para no meter en problemas a la jefa de Gobierno de la CdMx.
Un ejemplo de ello fue el Metro. Sí habló sobre los incidentes en el medio de transporte; sin embargo, reiteró que había cosas atípicas que nunca se habían visto en el lugar, dando a entender que había alguien detrás de los accidentes. Pero en cuanto El Escorpión Dorado tocó el tema de la señora que encerraron por aventar unas aspas de lavadora a las vías del tren, Sheinbaum sólo atinó a decir que eso había estado mal, pero de inmediato se cortó el video y pasaron a otros temas.
En la camioneta se ve a una Claudia Sheinbaum frágil, chiquita, completamente vulnerable; alguien sin carácter y mimetizada con el presidente de la República, a quien le copia hasta el modo de hablar y las frases que dedica a sus enemigos políticos.
Cuando AMLO cuestionó a Cuauhtémoc Cárdenas, siendo que el ingeniero no había sido parte del grupo México Colectivo, Claudia Sheinbaum hizo lo propio; no le importó meterse con un icono de la izquierda en México sólo por quedar bien con su promotor. Y lo peor: lo criticaron cuando Cárdenas Solórzano ya se había deslindado del grupo en cuestión.
En le entrevista en el canal de El Escorpión Dorado se vio a una jefa de Gobierno del Distrito Federal forzada a reír, sin la espontaneidad de quien sonríe naturalmente; se vio a una mujer sin proyecto de gobierno, sin ideas propias, porque dice querer continuar lo que ha hecho Andrés Manuel López Obrador.
Pues a esa mujer, que en todo el país se promociona con espectaculares y con visitas a las entidades para hablar de lo que hace como jefa de Gobierno, Benjamín Alamillo y sus secuaces de Movimiento Ciudadano en Colima no la tocan ni con una denuncia, como sí lo hicieron con Adán Augusto López, secretario de Gobernación.
Y aunque envió el enlace de una denuncia a Sheinbuam, le faltó aclarar que fue a nivel nacional, no en Colima, donde hasta se hizo presente con su nueva adquisición, Chuy Dueñas, un diputado del montón que no aportará nada y que le gusta brincarse liderazgos locales para obtener lo que quiere.
Si Alamillo no ha visto las bardas y los espectaculares de Claudia Sheinbaum, por lo que inferimos que no ha interpuesto la denuncia, nosotros le podemos decir.