Chuy Mentiras, un fraude

POR Jorge Octavio González

Ha quedado claro que José de Jesús Dueñas García es un fraude en toda la extensión de la palabra: como diputado no ha estado a la altura de las circunstancias y eso quedó demostrado en su estrepitosa derrota como candidato al Senado de la República.

Chuy Dueñas viene de ser asesor de José Ignacio Peralta Sánchez en un gobierno que dejó a miles de familias sin comer, sin sustento, sin medicinas y calificada su administración como la peor de todas cuantas haya habido en la historia de Colima.

¿Qué aconsejó o sugirió Jesús Dueñas a Ignacio Peralta cuando, por ejemplo, estalló el escándalo de la orgía en la casa del ex secretario de Turismo, donde un menor de edad murió por asfixia mecánica?

Si el gobierno del Estado actuó de acuerdo a lo que le recomendaron sus asesores, fue de las perores decisiones que se tomaron en una crisis de alto perfil.

¿En qué asesoró Chuy Dueñas a Ignacio Peralta cuando se descubrió la casa que adquirió en conjunto con otras personas, donde su patrimonio y lo declarado no coincidió con los millones que costó la mansión?

Si la asesoría consistió en dar una conferencia de prensa en donde trató de explicar que vendió su casa para pagar parte de la que adquirió, pero nunca pudo mencionar quiénes eran las otras personas que pusieron recursos, también fue una pésima idea que en nada aclaró cómo fue que tuvo el dinero para pagar una casa de muchos millones de pesos.

Y así en todos los temas que se imaginen: en cultura (hubo un fraude que nunca se castigó), en deporte (su titular fue una corrupta que aprendió mucho de Ana Gabriela Guevara), en salud (al margen de la incapacidad de Leticia Delgado Carrillo, la añora porque ascendió a su esposa en cargo y sueldo), pero sobre todo en finanzas, donde Carlos Arturo Noriega García fue cómplice del desvío multimillonario que se hizo en la pasada administración y que lo tiene con un pie en la cárcel por la denuncia que tiene en la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.

José de Jesús Dueñas García fue uno de los beneficiarios de ese robo en despoblado que cometieron Ignacio Peralta, Carlos Noriega y Susana Martínez Briceño porque ganó la elección para diputado local en el 2021.

¿Quién en su sano juicio votaría por un mitómano mediocre y sinvergüenza? Nadie, desde luego.

Y lo mismo sucedió con Margarita Moreno: nadie hubiera votado por ella si no fuera por el dinero que Alito Moreno le dio a Carlos Noriega y parte de lo que se robaron de la pasada administración, que sirvió para sustentar los gastos de campaña que lograron convertirla en presidenta municipal.

Y la prueba madre de lo anterior es que ni Margarita Moreno ni Jesús Dueñas pudieron ganar la reelección en la alcaldía de Colima ni la curul en el Senado de las República, respectivamente.

Pues claro: ya no corrió el dinero a raudales como en el 2021.

Y en lo que también coincidieron Margarita Moreno y Chuy Dueñas es que los dos, que se sintieron con las ínfulas como para ganar, con el ego bastante inflado, quedaron en un lejano y humillante tercer lugar.

Al menos Margarita Moreno alcanzó la regiduría; Chuy Dueñas ni eso.

Por eso su loca aventura, adelantándose a los tiempos de la convocatoria, para tomar por asalto la dirigencia estatal de Movimiento Ciudadano, pasando por encima de liderazgos que llevan años trabajando a favor de los colimenses y que esperan una oportunidad de seguir sirviendo.

A Chuy Dueñas se le acaba el hueso y le urge otro que lo mantenga vigente y, sobre todo, con exposición y tribuna para extorsionar a los políticos que no se sometan a sus designios.

De ahí que no sería raro que, desde esa inútil e inservible oficina de comunicación social del ayuntamiento de Colima, se venga financiado parte de su campaña en medios de la Ciudad de México.

Si no alcanza a robarse la dirigencia de MC en Colima, José de Jesús Dueñas García se irá directo al basurero de la historia política, de donde nunca debió salir por haber sido uno de los asesores y, por ende, responsables de la catástrofe financiera del gobierno de José Ignacio Peralta Sánchez.