Bolivia, el espejo de México

POR Jorge Octavio González

¿Por qué para Andrés Manuel López Obrador y su claque Bolivia es importante y se inmiscuyen en su política interna cada que tienen oportunidad?

Porque, ciertamente, Bolivia es el paraíso que AMLO quisiera que fuera México; en ese país se ha hecho todo lo que López Obrador hubiera querido hacer aquí, pero por los contrapesos no pudo.

Evo Morales, por ejemplo, pudo reelegirse porque en la Constitución se plantea que sólo se puede buscar la presidencia del país por una ocasión.

Y así lo hizo.

El problema es que, como todos los dictadores bananeros, metió una ley secundaria en donde se pedía, basándose en tratados de otros países donde se debe anteponer el derecho a ser votado por sobre todas las cosas, que podía buscar de nueva cuenta la presidencia.

Fracasó.

De ahí, pues, que se hizo lo que denominaron golpe de Estado, que no fue más que una serie de acciones y protestas que duraron 21 días por el fraude cometido por Evo Morales para perpetuarse en el poder, de acuerdo al Informe de análisis de Integridad Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Como no pudo con la presión, solicitó asilo político en México. Fue así que quedó registrada para la historia la foto donde Marcelo Ebrard, entonces secretario de Relaciones Exteriores, recibe a Evo Morales en el aeropuerto.

Ayer, de nueva cuenta, Bolivia fue noticia mundial porque se intentó un golpe de Estado; por este acto fallido fueron detenidos el comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, y un ex comandante de la Armada.

“No podemos permitir que una vez más intentonas golpistas se lleven las vidas de bolivianos”, enfatizó Luis Arce en un mensaje nacional difundido en televisión.

Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, casi al unísono, condenaron el fallido golpe de Estado en Bolivia.

El capítulo, pues, parece haberse cerrado con la detención de los instigadores.

Bolivia, una vez más, es un referente para México.

AMLO quiso reelegirse y no pudo capturar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para lograrlo; de ahí el odio y sinrazón hacia los ministros que han parado todas sus leyes anticonstitucionales.

Pero también el tema del golpe de Estado ha tenido múltiples menciones en las mañaneras de López Obrador, como si no supiera que una acción de esa naturaleza sólo la pueden llevar a cabo los militares, no los poderes fácticos como él cree.

Bolivia debe ser referente para los mexicanos para no replicar lo que se ha hecho allá.

Con las reformas al Poder Judicial es posible que el sueño de AMLO se vuelva realidad: no tener contrapesos que cuestionen o neutralicen al presidente de la República, además de la posibilidad de relegirse cuantas veces sea necesario, como lo hizo Nicolás Maduro en Venezuela o Vladimir Putin en Rusia.