POR Jorge Octavio González
Primero que nada una pregunta: ¿nadie pondría en duda que el lanzamiento de una bomba hacia un auto o inmueble tiene la marca del crimen organizado?
Si la respuesta es NO, continuamos:
El sábado por la noche, en la colonia Esmeralda Norte, se dio a conocer que unos sujetos lanzaron bombas molotov hacia unos vehículos, provocando el incendio de los automotores de manera inmediata.
No es la primera vez que suceden este tipo de acciones; meses atrás también se supo del lanzamiento de bombas caseras para dañar la propiedad privada de alguien a quien querían enviarle un mensaje o advertencia.
Pero el asunto pasaría como otro delito más que la delincuencia organizada protagoniza en la entidad de Colima si no fuera porque el septuagenario dirigente del PRI estatal, Arnoldo Ochoa González, dio a conocer que la víctima de ese atentado a los autos es José Ramón Valdovinos Anguiano, suplente de Carlos Antonio Cárdenas Roque a la diputación local por el Distrito II.
Y es que, de acuerdo a un comunicado de prensa enviado ayer domingo por la tarde, “un distinguido militante de nuestro Partido, coordinador de zona de nuestro instituto político y candidato a diputado local suplente, postulado por la Coalición Fuerza y Corazón por Colima, Lic. José Ramón Valdovinos Anguiano, resultó afectado en sus bienes, ocasionándole fuertes pérdidas materiales”.
Continúa: “Ante esa situación el CDE del PRI, eleva una enérgica protesta y exige a la Fiscalía General del Estado, agilice la investigación y se dé celeridad a las averiguaciones que permitan esclarecer los hechos y se lleve ante la justicia, a los responsables de esa acción”. Disculpen la pésima redacción, pero es de origen.
¿En serio quieren eso? ¿En realidad quisieran saber la motivación detrás de ese ataque justamente a uno de los ex funcionarios que tuvo un cargo de alto nivel en el Centro de Coordinación, Control, Comando, Comunicación, Cómputo e Inteligencia, C5i, de la administración de José Ignacio Peralta Sánchez?
Pues aquí se responden solos: “Como el partido político responsable que siempre hemos demostrado ser, no queremos especular sobre lo ocurrido; confiamos en que las autoridades esclarecerán a la brevedad posible lo ocurrido”.
No les conviene especular porque José Ramón Valdovinos Anguiano es el tercer ex funcionario del C5i que ha recibido un atentado, en este caso, a su propiedad privada: el primero fue un ataque fallido hacia quien recopilaba información de inteligencia para el gobierno del Estado y el segundo fue el ex secretario del ayuntamiento de Villa de Álvarez, muerto a inicios de las Fiestas Charrotaurinas.
No hay que especular, es cierto, ¿pero no es sospechoso que, con el ataque a los autos en Esmeralda Norte, éste sea el tercer ex funcionario del C5i involucrado? La Fiscalía General del Estado de Colima, por supuesto, tiene la responsabilidad de esclarecer el asunto; incluso sería interesante que se diera a conocer a la opinión pública información sobre el móvil de ese ataque a los autos y quiénes fueron, si un autor solitario o alguna organización criminal.
José Ramón Valdovinos Anguiano, como lo hemos dicho, es un hombre serio y profesional, pero sobre todo respetuoso de la ley; es muy probable que en el C5i haya tocado intereses de poderosos y hayan enviado un mensaje o advertencia.
Como quiera que sea, este suceso se inscribe en el contexto de la violencia que está perjudicando a los candidatos a puestos de elección popular; no hay que tomarlo a la ligera y las autoridades deben estar al pendiente de que no pase a mayores.
O a lo mejor el mensaje no es para José Ramón sino para el candidato propietario, muy cercano en estima a Riult Rivera, candidato del PRI y el PAN a la presidencia municipal de Colima, rodeado de personajes siniestros y de muy mala reputación.