POR Jorge Octavio González
Ayer, en el periódico Reforma, se refirieron en la columna Templo Mayor sobre el conflicto que hay en el puerto de Manzanillo por los privilegios que goza la Terminal Marítima HAZESA de parte del titular de la Administración del Sistema Portuario Nacional Manzanillo, Mario Alberto Gasque Peña.
Y es que, como ya se había mencionado en estas páginas, el gerente general corporativo de Grupo HAZESA, Raúl Sandoval López, como el bravucón que es difundió un video en donde exhibía, de acuerdo a su criterio, mercancía en un recinto no autorizado que, además, no pagaba impuestos.
Terminal Portuaria, en un comunicado, respondió que la carga que se encontraba en el muelle #9 no era para almacenamiento sino que estaba en calidad de tránsito, “para ser depositada dentro de nuestro recinto y posteriormente ser despachada desde ahí”.
Y abundaron: “cabe mencionar que las propias reglas de operación del puerto permiten utilizar estas áreas como de depósito temporal, ya que fungen como un recinto, y toda la carga se da de alta en nuestro sistema previo a la llegada de cada buque, pagan impuestos y salen con pedimento pagado”.
La respuesta del empresario que siempre ha sido favorecido con contratos jugosos en ASIPONA y, de acuerdo al columnista de El Universal Mario Maldonado, recibió un permiso fuera de la ley para Terminal Marítima Hazesa, fue tan soberbia que se hundió más en el fango.
Y es que, como el retador de cantina que es, salió con la batea de babas de que, para trabajar en el puerto, “no requerimos de ningún apoyo extraordinario, por parte de autoridad o administrador alguno”, como si a estas alturas alguien le creyera.
Templo Mayor, del periódico Reforma, dijo:
“BUENO y a todo esto, ¿a nadie le importa que uno de los principales puertos del país esté en paro de labores? Resulta que desde hace varios días Manzanillo se encuentra paralizado por un movimiento de protesta de trabajadores estibadores.
LAS QUEJAS se han centrado en contra de funcionarios de la Administración del Sistema Portuario Nacional Manzanillo (Asipona) por favorecer indebidamente a una empresa de carga en perjuicio del resto que opera en el lugar, algunas de las cuales tienen mayor capacidad y hasta operan con menor costo.
Y MIENTRAS cientos de empresas se ven afectadas porque no pueden recibir los embarques provenientes de Asia, en la Dirección General de Puertos y Marina Mercante navegan de muertito”.
Mario Maldonado, en El Universal, dijo el pasado 17 de febrero del 2023 que Salvador Gómez Meillón, entonces titular de ASIPONA, “a su llegada a este recinto le dio un permiso fuera de la ley a la Terminal Marítima de Hazesa, que dirige su amigo Raúl Sandoval, para operar la llegada y salida de contenedores”.
Terminal Portuaria, en el comunicado de respuesta al gerente general corporativo de Grupo HAZESA, escribió: “Lo que esta persona no menciona es que en su terminal (Marítima HAZESA) almacenan material en áreas que no están autorizadas como recinto fiscalizado y que ASIPONA, por intereses muy poco trasparentes en común, les permiten”.
Y ayer jueves, en un medio de circulación nacional, también hicieron hincapié en que el paro de labores de los estibadores se debía, en parte, a que funcionarios de ASIPONA favorecían “indebidamente a una empresa de carga en perjuicio del resto que opera en el lugar, algunas de las cuales tienen mayor capacidad y hasta operan con menor costo”.
Demás está decir que la empresa de carga beneficiada es la Terminal Marítima Hazesa.
Raúl Sandoval López, en el medio que financia, intentó ser equilibrado en el manejo del conflicto, pero dejó en claro que quien tiene que determinar quién tiene la razón en todo esto es la Administración del Sistema Portuario Nacional Manzanillo.
¡Pues obvio! Si de Mario Alberto Gasque Peña depende inclinar la balanza, por supuesto que lo hará a favor de su socio y amigo heredado Raúl Sandoval por sobre las demás empresas de carga
Lo mejor sería, como se propuso en estas páginas, que las autoridades competentes hagan una auditoría a las empresas de Grupo HAZESA y determinen si han cometido irregularidades o han recibido ayuda fuera de la ley de los administradores de ASIPONA, como Salvador Gómez Meillón o Mario Alberto Gasque Peña, por ejemplo.
Raúl Sandoval no tendría problema alguno en cooperar, ¿verdad?