POR PXPress
EL TRIBUNAL ELECTORAL de la Ciudad de México determinó anular la elección de la Alcaldía Cuauhtémoc bajo el argumento de violencia política en razón de género.
ES ASÍ QUE, CON EL voto de calidad del magistrado Armando Ambriz, compadre de Ricardo Monreal Ávila, se anuló el triunfo de la priísta Alessandra Rojo de la Vega por las impugnaciones de Catalina Monreal, la candidata de MORENA.
LA ALCALDÍA DE CUAUHTÉMOC, desde que Rojo de la Vega ganó, fue impugnada y salieron a relucir presiones de todo tipo de la familia Monreal para darle a una de las suyas en la mesa lo que no obtuvo en las urnas.
CIERTO ES QUE, con toda la razón del mundo, Alessandra Rojo de la Vega manifestó su indignación ante semejante resolución, sobre todo por el papel crucial que jugó el compadre de Ricardo Monreal, el magistrado que, con su voto de calidad, determinó que se anulara la elección.
EL PLEITO ENTRE Rojo de la Vega y Catalina Monreal llegó a lo personal; sin embargo, la elección se llevó a cabo de manera limpia y la priísta resultó ganadora.
LO QUE SIGUIÓ FUE, ciertamente, una campaña de desinformación y presiones hacia los magistrados para tumbar un triunfo a petición de la candidata de Movimiento de Regeneración Nacional, que en todo momento utilizó el discurso de la violencia política en razón de género para revertir el resultado o anular la elección, lo que al final sucedió.
AHORA QUE LA VIOLENCIA política en razón de género fue determinante para anular una elección, del lado de la oposición están señalando, con justa razón, que también debía anularse la elección de la presidencia de la República, sobre todo porque sí se comprobó que Andrés Manuel López Obrador cometió violencia política en contra de Xóchitl Gálvez Ruiz.
ES UN HECHO que nadie reconsiderará analizar la elección presidencial; sin embargo, deja un mal precedente el hecho de que una candidata perdedora, por el solo hecho de ser mujer, argumente que fue invisibilizada por otra mujer y que por esa razón perdió, no porque la gente de la Cuauhtémoc prefirió a Alessandra Rojo de la Vega.
EN COLIMA, COSA CURIOSA, las mismas que utilizaron la violencia política en razón de género para acallar voces críticas a su actuar como candidatas son las que ahora, por haber apoyado la campaña de la coalición Fuerza y Corazón por México, se dicen indignadas por la anulación y por el motivo: la violencia política en razón de género.
HA QUEDADO DEMOSTRADO que aquí en Colima como en México la violencia política en razón de género se pervirtió y se utilizó como una herramienta para censurar críticas e intimidar a quienes, amparados por la libertad de expresión, tienen todo el derecho de cuestionar a una mujer igual que a un hombre, en especial si buscan un cargo público o son servidores públicos.
MUCHO TENDRÁN que hacer nuestros representantes populares en esta materia para que no se utilice esta herramienta como un acto de censura y de venganza contra quienes las critican, ya sea hombres o mujeres.