POR Jorge Octavio González
Pocas veces se suman varios medios internacionales en torno a un tema sobre las políticas de México y sus repercusiones en el mundo.
Había, de vez en cuando, alguna editorial o nota de The Washington Post cuestionando alguna posición del gobierno de la República y ya.
Después se sumaba otro sobre otro tema y así.
Sólo cuando se exhibieron las ligas del narco con AMLO y se dieron a conocer las entregas de dinero que el Cártel de Sinaloa le dio al entonces candidato de la izquierda al gobierno de México hubo una secuela de investigaciones que generaron el hashtag #NarcoPresidente.
Ahora, sin embargo, la narrativa escaló en medios de Estados Unidos y de otros países del mundo.
The New York Times, The Washington Post, Wall Street Journal, entre otros, salieron en cascada cuestionando la reforma al Poder Judicial que López Obrador pretende aprobar en la llamada ventana de septiembre y heredarla a Claudia Sheinbuam.
Tan duros han sido los medios estadounidenses que uno de ellos dijo que Andrés Manuel López Obrador era el patrón de Claudia Sheinbaum.
Eso, por supuesto, molestó a la sucesora de AMLO porque, de acuerdo a las políticas públicas sobre feminismo, eso, sin duda alguna, es violencia política en razón de género.
Aunque en México y en Colima se ha pervertido el término de violencia política en razón de género para acallar voces críticas e incómodas para sectores y colectivos feministas, no vemos a Claudia Sheinbaum emprendiendo una denuncia en contra de medios de Estados Unidos por afirmar que AMLO es su patrón, aunque eso la invisibilice en su máxima expresión.
Claudia Sheibuam haría el mayor de los ridículos.
Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum se han encargado de defender todos los días la reforma al Poder Judicial Federal que está a punto de ser aprobada en la Cámara de Diputados; ahí se evidencia la molestia que les provoca la crítica de los medios estadounidenses que, en consonancia con Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos en México, ven con preocupación hacia dónde se dirige el país vecino.
Como a lo largo de todo su sexenio, a López Obrador le importa poco lo que digan los medios de otros países, a los que califica de ser manejados por los poderosos del mundo y de las élites.
Claudia Sheinbaum, sin embargo, no parece tener la misma piel curtida; a ella sí le molesta que la minimicen y que todo el tiempo estén señalando que llegó a la presidencia gracias a su patrón AMLO.
Veremos si, una vez que asuma el poder, Claudia Sheinbaum adopta un estilo propio y se distancia poco a poco de su mentor político; de lo contrario, leerá y escuchará demasiadas veces en los medios que se refieran a ella como la empleada de López Obrador, el cacique de una secta llamada MORENA que utilizó para llegar al poder y nunca soltarlo.