Alianza PRI, PAN y PRD pende de un hilo

POR Jorge Octavio González

Los movimientos de las últimas semanas dan cuenta de una división al interior de la alianza PRI, PAN y PRD en Colima.

Y es que, a partir de rumores y suposiciones, algunos sectores del priísmo, en contubernio con la dirigencia del PAN, han dejado entrever la posibilidad de que en Colima se podría disputar la alcaldía con otro abanderado y no permitir la reelección de quien ganó en las urnas en el 2021.

¿Cuáles son las grandes evidencias de que la actual presidenta municipal estaría negociando con Movimiento Ciudadano una candidatura en el 2024?

Algo tan ridículo como que, en una encuesta en redes sociales, un dirigente del PRI municipal votó por la opción de MC. ¿En serio? ¿Por una reacción en Facebook?

Otra: que en las invitaciones para el Informe de Gobierno hay una tonalidad naranja. ¿Naranja? Al margen de que sufran de daltonismo, el tono que se ve es rosa. Pero eso, pues, es prueba suficiente de que está con los de MC. Incluso el chaleco que usa es color rosa.

¿Cuál más? La foto donde sale con un refresco Orange Crush. Así de ridículos.

Y una última: que en su visita a Colima, Samuel García acudió a la casa de la presidenta municipal. Más que el hecho en sí, lo preocupante es la vigilancia que hay sobre la alcaldesa, algo que debería prender las alertas sobre un presunto espionaje.

A reserva de abundar más a fondo sobre el tema, daré más elementos de prueba de que a la alianza del Frente Amplio por Colima la quieren reventar con chantajes y golpeteo político.

Ya no nada más amenazan con arrebatar la alcaldía de Colima, sino, además, Villa de Álvarez y Tecomán.

Con la incorporación de Felipe Cruz Calvario a las filas del PAN, luego de que lo quisieron inhabilitar por 3 años y 6 meses en el Congreso del Estado, más de uno ya mencionó que podría competir por la presidencia municipal por el PAN, como si el trabajo de Tey Gutiérrez al frente de la administración municipal no fuera prueba suficiente de la eficiencia y garantía de triunfo.

Pero también Tecomán estaría en disputa por la división que hay entre Óscar Ávalos Verdugo y Rigoberto García Negrete.

Ávalos Verdugo, que presumía que podría ser el candidato a la alcaldía de Tecomán por el PRI, por el PAN, por MORENA y hasta por la vía independiente si se lo propusiera, todo porque tiene dinero a manos llenas, logró convencer a la dirigencia estatal del PRI de ser el líder municipal en Tecomán.

Está utilizando el cargo para construir la candidatura a la presidencia municipal de Tecomán, jugando con dos cachuchas; al ver esta maniobra del empresario, el diputado Rigoberto García Negrete sintió que los dados se estaban cargando y optó por pasarse a las filas del PAN.

Y entonces el PRI estaría compitiendo para la alcaldía de Tecomán con Óscar Ávalos Verdugo y el PAN con Rigoberto García Negrete, generando una división que sólo va a favorecer al más nefasto y sinvergüenza abanderado de MORENA, Armando Reyna Magaña.

A nivel nacional el PRI cedió las candidaturas a la presidencia de la República y la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, por lo que serían demasiado torpes en el PAN de Colima si todavía con esa cortesía del priísmo pretenden imponer a sus abanderados en alcaldías que sólo garantizan el triunfo con las relecciones de sus presidentas municipales.

Allá ellos si insisten en reventar el hilo por la parte más delgada de las negociaciones, sobre todo porque, con eso, sólo van a beneficiar a los candidatos de MORENA, a los que se supone están combatiendo para que no ganen la presidencia de México y la CdMx, además de las mayorías en las dos Cámaras.

Veremos si, por encima del interés supremo, predomina la sensatez y la objetividad. O, por el contrario, echan a perder una alianza que se ha construido a lo largo de muchos años sólo para imponer candidatos malos y que se creen triunfadores sólo porque un par de encuestas pagadas les da una ligera ventaja.